En el ring aprendí los rudimentos de la teoría del amo y del esclavo, de Hegel. Solo hay dos opciones: amo o esclavo. La historia es el desarrollo de la lucha de clases, pronosticó el viejo y barbudo Marx. Hasta que llegue el tiempo sin Estado, tenemos que enfrentar al amo. Ahora bien, los anarquistas quieren una sociedad sin Estado. El gran opresor, el gran amo, es el Estado. Mientras haya Estado, mientras haya capitalismo, somos los esclavos del neoliberalismo.
Nuestra vida es un ring. Mi pensamiento es un ejercicio para luchar contra los gigantes invisibles. La forma excelsa del pensamiento es la lucha. Y la pelea se ejerce en la cátedra o en el café, en la televisión y en internet.
¿Cuáles son los métodos más propicios? El balcón y la bomba. En mi balcón mínimo y penumbroso soy un David de ideas que lucha contra un Goliat financiero en un ring estrecho.
Los anarquistas ponen bombas. Yo disemino mis ideas en el cuadrilátero frente al opresor neoliberal.
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