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¡Bonito! Pau

Para algunos La Flaca, para otros Agua, no sé, pero para mí que, por lo general, me subo el ánimo con las canciones, Bonito fue un himno súbito, que no deja espacio abierto a ninguna interpretación. Hoy que se ha ido Pau me deja una sonrisa que aparece de vez en cuando como ese payaso lateral del video.

Recuerdo que habíamos ido a una rueda de prensa y de él solo me quedan dos cosas y hasta más, una seriedad incólume de quien sabe lo que hace con profesionalismo y sus reacciones con sonrisa irónica de quien sabe. Él vino a decir lo que tenía que decir: trajimos un espectáculo de puta madre, ya verán. Se presentaban esa noche.

Yo aún un periodista con la mierda muy amarilla, para no decir joven y viceversa, que estaba interesado por preguntas más de fanático que de periodista. Oye, Pau, ¿por qué todo tiene que ver con la naturaleza? ¿Y por qué no? Si todo lo que nos rodea es eso. Desde niño siempre he estado rodeado de Agua, Tierra, Fuego y creo que es algo que le debo, ¿por qué no? Absurdo y evidente.

¿Qué otra respuesta posible podía haber? Es el lugar donde vivimos, hay que agradecerlo.

Sin embargo, su respuesta siguiente me pareció una cachetada de las que, cuando eres periodista, te gusta que te den, siempre quieres un batacazo que te duela del mismo modo.

¿Qué opinas de la piratería? Pues que estamos en una época en que no respetamos el derecho ajeno. Recuerdo que cuando éramos más chicos, el espectáculo iba por otro lado. Le teníamos más aprecio a la música y, entonces, un disco lo podías cambiar con tu vecino, con tu amigo, con un primo y le dabas ese valor de tiempo, de ese tiempo que se acaba cuando lo devolvías. Es como los videojuegos, ¿por qué no cambiamos música de la misma forma en que apreciamos a los videojuegos que cambiamos? El valor no está en comprar una pieza sino en valorar cuando lo tenemos.

De Pau me llevo eso. La música portable de, como Clarice en uno de sus cuentos, saber que la experiencia efímera del retorno, de lo apreciable que queda en lo poco que tenemos, a diferencia de tenerlo constantemente y sin usar. Es en ese momento cuando apreciamos un gran disco con libritos para cantar, dibujos, fotos, reseñas e investigación que dejamos de ser infantes, para convertirnos en amados y amantes. La música gira y ella con nosotros.

Gira entre juegos y lo que tenemos más cerca.

Buen viaje, Pau. Nos vemos en esa carretera.

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