Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Laura García

Black Swan, ser esclavos de las pasiones

Protagonizada por Natalie Portman, Vincent Cassel, Mila Kunis, Barbara Hershey y dirigida por Darren Aronofsky, Black Swan, nos cuenta a través del género del thriller psicológico, una historia sobre miedos y pasiones. Nina Sayers -interpretada por Natalie Portman- es una joven bailarina de una prestigiosa compañía de ballet de Nueva York, quien desea ser el nuevo rostro que le de vida a la historia del Lago de los Cisnes. Durante el tiempo en el cual ha sido parte de dicha compañía, solo ha logrado interpretar el mismo papel una y otra vez, lo cual ha llevado a que su esfuerzo por ser reconocida, se haya visto opacado.

Nina entusiasmada porque una noche soñó que daba vida con su baile al Lago de los Cisnes, cuenta ese sueño a su madre y le dice que desea presentar una audición para protagonizar la obra. Sin embargo, Erica -la madre de la protagonista quien es representada por Barbara Hershey- trata de disuadirla, le aconseja seguir interpretando el mismo papel de siempre, ya que está segura que no podrá alcanzar el nivel que requiere la obra.

Su hija, en medio del descontento por la falta de confianza de la madre, decide audicionar de todos modos. Aquel papel consiste en interpretar dos personalidades distintas, siendo una de ellas el cisne blanco, lleno de fragilidad, delicadeza y perfección, en contraste con el otro, su hermana, el cisne negro, el cual es atrevido, sensual y malévolo. Nina logra interpretar de manera ideal al cisne blanco, pero el cisne negro, le toma más trabajo. No logra adentrarse a la perfección en el papel, lo que ocasiona que el director de la obra en un principio, no le otorgue el papel.

En medio de su frustración, Nina hace lo posible para demostrarle a Thomas -director de la obra y profesor de la compañía, quien es interpretado por Vincent Cassel – que ella tiene la suficiente audacia y sensualidad para interpretar al cisne negro. Thomas no está muy convencido y le dice a la joven que ella es demasiado rígida, meticulosa y anticuada, que ya ha visto su técnica y no tiene nada nuevo que ofrecer, y que ya ha escogido a alguien más. Nina con lágrimas en los ojos, le comenta que quiere ser perfecta y que su mayor deseo es conseguir el papel protagónico para el cual está luchando tanto. El director, quien no está muy convencido de su capacidad para dar vida a las dos personalidades, la besa desenfrenadamente, buscando despertar en ella esa chispa de pasión que considera necesaria para lograr interpretar al cisne negro. Sin saber con exactitud qué hacer, Nina solo muerde su labio y sale de su oficina

Al día siguiente, llega al teatro desesperanzada, convencida de que no será ella la bailarina que podrá interpretar a la reina cisne. Pero para su sorpresa, descubre que el director la escogió y que será ella quien deberá ofrecer una nueva interpretación del Lago de los Cisnes. Desde ese momento, para interpretar un papel de tanta magnitud y dificultad, la joven bailarina comienza a ser víctima de sí misma, sumergiéndose en una batalla entre ella y el cisne negro. Thomas, quien cada vez se torna más exigente con la interpretación del cisne negro, le sugiere a Nina que viva un poco más, y sobretodo, le recomienda que comience a dejarse llevar por la personalidad de aquella ave de color oscuro.

Conforme la historia avanza, vamos conociendo los problemas que la protagonista enfrenta en su vida y con las personas más cercanas. Por ejemplo: Lily -que en este caso es Mila Kunis -, también bailarina quien es suplente de Nina en caso de que a ella llegue a pasarle algo. Lily, pese a ser la antagonista, busca sacar a Nina de su frívolo y rutinario ambiente, para mostrarle un poco de libertad y vida. Sin embargo Nina no confía en la amabilidad de Lily, y comienza a creer que su objetivo es robarle su papel y quedarse con todo el reconocimiento que eso comportaría. Otro personaje con el cual se enfrenta es la madre, quien trata de imponerle unos límites insanos y se convierte en una figura de autoridad sobreprotectora, que hace hasta lo imposible para que su hija no rompa las reglas con las cuales creció. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que su adorada hija se opone a esas barreras y que dejará de lado aquel mundo frágil y rosa, en el que su madre quisiera obligarla a seguir.

La historia toma fuerza gracias a las interpretaciones de los actores, pero más allá de nuestros protagonistas, también hay que tomar en cuenta la capacidad del director, que es uno de los principales responsables del alcance que tuvo Black Swan. Darren, construye la historia en forma de thriller psicológico, hace que observemos meticulosamente cada escena para lograr analizar lo que está sucediendo, y así, entender a gran escala lo que pasa alrededor de la vida de la protagonista. Además de la dirección de Darren, también es fundamental el aspecto fotográfico. En este caso, el encargado de jugar con las paletas de colores y las emociones que éstas nos producen, es Matthew Libatique, quien nos ofrece colores vivaces y opacos, dependiendo de la escena y emoción que se esté presenciando en pantalla. Un ejemplo claro de esto, es la transición del cisne blanco al cisne negro. Colores pasteles, claros y suaves acompañan a Nina cuando personifica la ave clara, en contraposición con los tonos oscuros y opacos que predominan cuando el cisne negro se apodera de la protagonista.

Black Swan (2010), cumple un recorrido a través de las pasiones y los sacrificios. Es una historia que relata de manera casi perfecta lo que significa poner en riesgo la salud mental, por el deseo de ser perfectos y alcanzar un sueño. Sin duda alguna, Nina es víctima de cada una de las personas que la rodean: de una madre rígida, quien más allá de velar por su bienestar, sólo logra hacerle sentir que nunca será lo suficientemente buena para alcanzar sus metas; y también de un profesor abusivo y manipulador, quien persigue su propio éxito y para hacerlo está dispuesto a sacar ventaja de las debilidades de su primera bailarina.

Al buscar su idea de perfección, Nina se obliga a sí misma a creer que su pasión vale más que cualquier otra cosa, obteniendo como resultado, la pérdida de la razón, la capacidad de distinguir entre ficción y realidad. Nina no se da cuenta de que el cisne negro ya era parte de ella, que una vez adentrada en el mundo oscuro del ave negra, no podrá volver a salir. Porque una pasión, el deseo de perfección, pueden llevar al borde de la perdición, y convertirse en un infierno.

 

  • “La perfección no se trata solo de control. También se trata de dejarlo de lado”.

– Black Swan (2010)

Hey you,
¿nos brindas un café?