En el día de su nacimiento, recordemos a este moderador
de baleros con ratones en jolgorio (13-04-1901-09-09-1981)
ARACA es un vocablo lunfardo: Voz de alarma, de asombro, equivalente a «cuidado”, “guarda”
Fue un profeta visionario
el Reverendo Lacán;
le movió el piso al diván,
el gran revolucionario.
Nos recuerda el calendario
el grato acontecimiento,
y como nadie está exento
de que se le afloje un perno,
vaya un recuerdo fraterno
para su inmenso talento.
Yo que por el mundo voy,
cual colifa ambulatorio,
jamás pisé un consultorio
de sus pares, hasta hoy.
O sea que Lacan y Freud,
que le dieron proyección
a esta ilustre profesión
con su saber infinito,
si fuera por el suscrito
morían de inanición.
Pero ello no me invalida
para saber que Lacan
tiene en el mundo sus fans
y una fama bien habida.
Por nadie es desconocida
su lucha, caló muy hondo,
pero en nuestro cane mondo,
a pesar de sus afanes
hoy, ni un millón de Lacanes
arreglan este kilombo.