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Ángel Boligán

Ángel Boligán: El Cazador de Perlas

MÉXICO DF: Ángel Boligán, el cazador de las buenas ideas, es un caricaturista cubano que reside en México desde hace más de 20 años. A través de sus caricaturas refleja realidades sociales y políticas en muchos medios, especialmente en su sección “Espejo de Tinta” publicada en El Universal de México.

Es crítico y se especializa en burlar la censura a través de diálogos gráficos. Lo dice todo sin decir nada. Logra hacer el equilibrio entre una idea profunda con un mensaje contundente y una imagen rigurosa, estética y bien lograda. Es así como a través de su arduo trabajo, muestra su pasión y su profesionalidad por lo que hace todos los días. Siempre busca diferenciarse tocando temas que pocos sacan a flote pero con los cuales, en el fondo, todo nos identificamos.

Ángel Boligán, actualmente, es considerado el mejor caricaturista del mundo. En la sobremesa comenta que descubrió muy sorprendido, en la entrega de un premio, que era el caricaturista más publicado en todos los medios a nivel internacional. Se dio cuenta que en ese momento sus trazos que hacen pensar, se publicaban en más de 800 periódicos en el mundo. Asombrado por la gran difusión que sus dibujos tenían diariamente, entendió que los sindicatos estadounidenses no trabajaban con claridad, revendiendo sus caricaturas, sin pagarle el derecho de autor que le corresponde.

Es así como nace Carton Club s.a, una agencia para los mejores dibujantes latinoamericanos, que cumple una función parecida a la de un sindicato estadounidense pero, con mayor transparencia. Este cazador de buenas ideas, busca unirse con los demás cazadores para, así, tener un espacio común donde la libertad de expresión sea su más fiel aliado.

¿Qué significa para ti la palabra “caricatura”?, ¿por qué escogiste dedicarte a ella?

Bueno para mí la caricatura es mi vida, te lo digo porque desde los 14 años, desde que tuve contacto directo con dibujantes que participaban en festivales internacionales en mi pueblo en Cuba, San Antonio de los Baños, descubrí que era exactamente esto lo que yo quería hacer el resto de mis días. Desde entonces, desde 1980 hasta hoy es lo que hecho en mi vida, la caricatura. Me encanta porque siempre he tenido la inclinación a las artes gráficas, a las artes plásticas. A mí me gusta la inmediatez. La caricatura es esencial para tener contacto con el público, para transmitir ideas y para hacer esa gráfica donde no sólo con el contenido del dibujo sino con el puro dibujo logras transmitir una sensación, belleza o lo que quieras, pero a través de la gráfica.

¿Quién es Ángel Boligán? ¿Cómo te definirías como artista?

Bueno en verdad yo soy un guajirito cubano, literalmente nací en un rancho. Te digo que desde los 14 años, cuando me topé con la caricatura, la asumí con toda la furia y la responsabilidad del mundo. Hace muchos años me considero un profesional. Ser un profesional en esta rama no deriva solamente del hecho que vivo de eso, sino significa que asumo la responsabilidad de mi mensaje, la responsabilidad social que tenemos como dibujantes, la responsabilidad como artistas gráficos. Como artistas que proponen formas, que proponen estilos. Me considero un profesional de la caricatura.

¿Qué te ha aportado la experiencia de vivir en Cuba y en México?

Me ha enriquecido muchísimo, yo siento que, gracias a eso, tengo ventajas sobre otros. Porque no es lo mismo la teoría que la práctica. Yo viví 25 años en Cuba, desde que nací hasta los 25 años. Me integré totalmente a ese sistema, a ese país y luego con 25 me vine para México. Llevo 23 en México. Bueno, saca la cuenta ahora tengo 50 años. Yo siento que es una vivencia. Las vivencias no hay quien te las discuta. En la teoría puedes leer un libro y puedes decir qué cosa es mejor o tu opinión, pero las vivencias son reales, no son escritas. Yo me integré en ambos países, me integré totalmente a la vida social. No a la política, la política siempre la he vivido desde abajo, con un perfil como ciudadano. Y la veo siempre desde ese ángulo, nunca desde arriba. No me gusta comprometerme ni con ideologías, ni con partidos, ni con líderes para poder ser libre. Aprendí a ser libre. A pensar por mí mismo, sin compromiso político ni nada, sin la obligación de hacer un dibujo para favorecer a alguien. Yo creo que nacer en un país donde hay un solo régimen que controla toda la prensa, la única donde publicamos nosotros, te hace sentir en cierto modo censurado o manipulado. Pero al llegar a México, un país donde la prensa, las redes y la televisión son controladas por la economía, los intereses económicos… sentí que existía otro tipo de manipulación. La manipulación de los grandes capitales, de los poderosos. Entonces me digo, es lo mismo pero visto desde otro ángulo. En los dos lados hay censura, en los dos lados hay manipulación de la sociedad y escojo el compromiso y la libertad de criticarlos desde aquí abajo, desde la sociedad, donde, como te digo, siempre me gusta estar.

¿Cuál es tu proceso creativo al momento de realizar una obra? En promedio, ¿cuánto te tardas en realizar una de tus caricaturas?

Bueno yo siempre estoy trabajando. No es que digo voy a sentarme y a ver que sale. Es decir, no es como un trabajo de 5 a 6 o de 8 a 10. Aunque esté de vacaciones en la playa siempre estoy maquinando. Maquinando, observando. Nosotros, los caricaturistas, somos cazadores de ideas, siempre estamos viendo lo que sucede. Sobre todo a mí me interesa mucho el comportamiento humano ante las situaciones políticas, tecnológicas, lo que sea que hagamos o donde nos vaya llevando la vida. El comportamiento humano es lo que más me interesa. Es esa la razón por la cual no puedo sentarme a verlo un día, unas horas, no, tengo que estar constantemente observando. Entonces estoy siempre en ese proceso de descubrir y después es cuando ya me siento. Además una caricatura no es sólo el dibujo, una buena caricatura es el equilibrio entre el contenido la forma. El contenido es este que te digo que estoy cazando en la calle siempre, y la forma es la que surge cuando ya me siento a trabajar. Pues empiezo cuando ya tengo claro lo que quiero decir. La cuestión es de qué manera. Y ese “de qué manera” puede llevar muchas horas porque yo no uso texto en mis dibujos, trato de decirlo todo con imágenes, tengo que valerme de un diálogo gráfico y con colores, donde la composición es elemental, los personajes, el ángulo, el color, si lo necesita. Todo eso es muy importante a la hora en que sea leído mi dibujo donde no hay palabras. Entonces el trabajo «físico» puede llevar, no sé, dos, tres horas, pero crear una idea puede llevar toda la vida.

¿Cuáles otros estilos artísticos te interesan y tuviste la oportunidad de poner en práctica?

Mira, del arte me gusta todo. Por ejemplo la música. Yo hubiese querido ser músico, de niño, de chamaco. Yo soñaba. Yo me imaginaba tocando la guitarra en un anfiteatro o en un teatro. Después me acerqué a un profesor. Estuve un par de meses con él. Un profesor de guitarra. Y llegó un momento en el que nos dimos cuenta ambos de que no tenía talento para la música, no podía llegar a acordes ni mucho menos cantar y tocar al mismo tiempo. Igual uno cuando chamaco va incursionando en cosas que le fascinan pero no es lo mismo que te guste algo y que tengas talento para realizarlo. El dibujo siempre me gustó, como cuando niño todos dibujamos, llega un momento en que lo haces como ocio, como “ya voy a entretenerme, voy a jugar, voy a hacer dibujitos”. Cuando yo encontré que había gente que se dedicaba a esto y vivía de esto, pero que además, hacían cosas tan bonitas como transmitir mensajes, pues, desde ese momento, desde los 14 años no busqué otra rama de arte. Ya sabía que en lo otro que me fascinaba, la música no podía, entonces me quedé con la caricatura. Claro, la caricatura es una de las ramas de las artes plásticas y yo estudié artes plásticas. Me titulé como profesor de pintura en La Habana y también hice esculturas, grabados, cerámicas, he trabajado en lienzos con óleos. Pero sigo prefiriendo y me quedo con la caricatura.

Has ganado más de 150 premios nacionales e internacionales entre primer y tercer lugar. ¿Cuál ha sido el más significativo para ti?

Mira siempre el más reciente me emociona mucho. Yo sí he recibido bastantes premios y desde el menos importante, desde una mención o lo que sea me emociono como si fuera el primero. No me deja de sorprender y no me deja de asustar y de ponerme nervioso cuando voy a recibirlo. Siento de repente que soy un niño, no me acostumbro, a pesar de llevar tantos años haciendo dibujos y de ir recibiendo uno que otro premio. Me emocionan todos. Pero bueno hay unos muy emblemáticos por ejemplo, el Gran Press, el World Press Cartoon, que yo considero un concurso muy prestigioso o el segundo premio obtenido en el Aydin Dogan, que se recibe en Estambul, creo hace más de 34 años. Son como los dos concursos que yo considero más emblemáticos por el prestigio y por la cantidad de gente de nivel que participa. Es decir, no es lo mismo ganar un concurso donde participaron 10 aficionados, a otro donde están todos los profesionales del mundo y hay 4 mil o 5 mil dibujos compitiendo. Ganar ahí simplemente una mención es importante. Entonces yo creo que los premios tenidos en el Word Press Cartoon y en el Aydin Dogan son quizá los que más me llenan.

¿Qué es lo que te deja a ti cada cartón que terminas?

Una satisfacción increíble, no tienes idea de cuanto disfruto yo el lograr una buena idea. Una buena idea no se logra al azar, puede que un día de casualidad salga una buena idea a la primera pero… hay que ganársela y lleva mucho rato de estudio como te contaba antes. Yo hago la metáfora siempre del que buscar una buena idea es como lanzarte al mar de las ideas a bucear. Vas a bucear, te lanzas al mar y vas a encontrar muchos pececitos de colores. Si agarras a la ligera uno de esos en 5 minutos y es lo que sale al otro día, vas a coincidir con muchos dibujantes. Es una idea muy elemental, la más sobria, la más fácil, la más afuerita. Hay que estar un rato más buceando, ir hasta lo profundo y vas a llegar a una idea un poquito mejor y tal vez esa idea te lleve a otra. En el fondo del mar siempre hay una buena perla. Siempre hay una perla que es la buena idea. Cuando logras transmitirla te das cuenta inmediatamente que eso es lo que tú querías decir y que no le sobra ni le falta nada. Cuando la publicas, sientes la satisfacción de estar transmitiendo algo profundo que sale de tu alma, de tu corazón, algo que está logrado en contenido y forma. Entonces es un disfrute y los caricaturistas tenemos la suerte de publicar con mucha frecuencia y tener ese disfrute muy seguido.

¿Qué opinas sobre cómo va el movimiento de caricaturistas en la Latinoamérica actual?

Mira, precisamente ahorita hablábamos de Carton Club. Hay muchos sindicatos en Estados Unidos, sindicates, le dicen ahí. Que está lleno de gringos, por supuesto, pero en los cuales hay muchos caricaturistas latinos invitados. Y siempre yo observaba que hacíamos la diferencia. Para mi punto de ver, no todos pero en su mayoría los dibujantes americanos que había en esos sindicatos son muy estereotipados. Es el muñequito clásico súper expresivo, con las gotitas de sudor. Cuando tu veías a un dibujante latino te dabas cuenta que había una forma, que había una propuesta gráfica más fuerte. Por eso creamos Carton Club. Dijimos bueno, vamos a hacer nuestra propia agencia e invitar a los grandes dibujantes latinoamericanos. Yo siempre me he fijado más en Latinoamérica, como te decía, igual de Argentina, de Brasil, de Colombia, de Venezuela… de México que siempre fue un país emblemático para mi viéndolo desde Cuba, con grandes dibujantes quienes además de ser muy combativos, siempre han cuidado mucho esa expresión gráfica. Hoy en día a través de las redes sociales tenemos la ventaja de poder ver qué están haciendo alrededor del mundo los dibujantes. Yo siempre estoy revisando los sitios de los colegas latinoamericanos por lo mismo. Porque no me dejan de sorprender con sus propuestas. Lo que nos faltaba era un espacio en común, donde pudiésemos estar todos, como sucedió hace poco durante el congreso de FILO. Que pudiésemos encontrarnos, porque casi todos nos conocemos a través de las imágenes, pero no físicamente. Y hablar y darnos cuenta que sufrimos de los mismos problemas, que tenemos las mismas limitantes muchas veces aunque estemos en países con sistemas diferentes. Hacer proyectos en común desde América Latina para proyectar al mundo nuestra visión que al final no veo muy distante. Creo que tenemos puntos en común desde todo el continente y que es muy lindo darnos a conocer así, sabiendo que si gritamos todos juntos se va a oír más lejos.

¿Crees que la caricatura convive con los nuevos medios?

Sí… definitivamente creo que la caricatura se ha atado inmediatamente a los nuevos medios. Tenemos… una ventaja de libertades, puesto que, si nos censuran un dibujo en el periódico donde publicamos, lo subimos a nuestro Facebook o Twitter, o a cualquier red social y se puede hacer viral. Es decir, ahí ya saltamos la censura, es una gran ventaja y además nos permiten conocer lo que hacen alrededor del mundo nuestros colegas. Nuestros dibujos pueden llegar inmediatamente, en segundos, a darle la vuelta al planeta. Eso es una gran ventaja que dan las redes sociales. Ahora otra cosa que tenemos que valorar y ver es, bueno, ¿cómo podemos vivir de esa caricatura en las redes? Porque no es solamente “ah sí que bonito” y todo el mundo aplaude. Bueno los dibujantes vivimos de nuestros dibujos y los periódicos nos pagan por nuestros dibujos. Pero, ¿quién nos paga cuando los subimos a nuestras redes? Creo que ya hay algunas respuestas para eso, creo que hay… alguien que patrocine, publicidades que llegan si tienes muchos likes. Habría que ajustar un poquito esos aspectos pero sería maravilloso que pudiésemos vivir de eso porque en las redes de verdad no hay limitantes, no hay quien nos ponga un muro para que no publiquemos algo. Ahí sí…libre totalmente y a nivel internacional.

¿Qué sigue para ti como caricaturista?

Mira yo me siento feliz publicando y que mis dibujos sean vistos en muchos lugares y por muchas personas. Eso para mí es lo esencial. Voy a seguir participando en concursos, es como un vicio que tengo y además una forma de mantenerme en forma, valga la redundancia. También es una forma de saber qué están haciendo los demás, de mantenerme vigente. Seguir en las redes sociales y llevar adelante algunos proyectos nuevos. Ando en un proyecto que tiene que ver con el cine, algo que hace muchos años tenía intención de hacer. No sabía cómo. Pero hay un proyecto con una productora puertorriqueña para un film, no totalmente de animación, pero con escenas de animación que me tiene muy motivado y feliz y bueno en su momento creo que ya podremos hablar de eso.

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