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Photo by: Luis Cabrera ©
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ANALOGÓN: La huella en la imagen fotográfica

La fotografía como texto visual posee distintas capas de lectura o interpretación. Esto la hace un instrumento complejo cuando estamos conscientes de sus propiedades, y sumamente simple para aquellos que desconocen la profundidad comunicativa que contiene un encuadre fotográfico.

Analizar la fotografía basándonos en su capacidad de establecer una conexión entre el presente y el pasado, nos acerca a identificar huellas de distinto tipo. Estas huellas no son solo indicios de hechos que ocurrieron, son material desde donde el pasado puede construirse a partir de los cuestionamientos e interrogantes planteadas en el presente.

Walter Benjamin (filósofo, crítico literario, traductor y ensayista), hizo un interesante aporte con su ensayo Breve historia de la fotografía, publicado en 1931, un pequeño ensayo en el que realiza un análisis del impacto que la fotografía tuvo en la sociedad en el siglo XIX. Años más tarde, introdujo el concepto de huella en El libro de los Pasajes, su obra póstuma e inacabada. En esta obra, Benjamin afirma que “La huella es la aparición de una proximidad, por muy lejos que pueda estar aquello que la ha dejado”.

Y es que esos aspectos denotativos que encontramos en algunas fotografías, que son capaces de transportarnos en el tiempo, de llevarnos a un lugar, de revivir aromas, son huellas con las que nos conectamos. Introducir este concepto en el análisis fotográfico es de un gran aporte para el lector, pues le permite entender la importancia y trascendencia que pueda mantener una fotografía a través del tiempo, cuando la brecha entre el pasado y el presente se hacen más pronunciadas.

Para el maestro Wilson Prada, “un espacio con huellas que no remiten al recuerdo es un no lugar, no así un espacio lleno de ausencias en el que aun habitan los recuerdos, pues el aura de esas huellas significantes nos hará ver que nada desaparece desde la fotografía”. Este planteamiento, además de profundo, posee la sutileza de incorporar el concepto de ausencias a nuestro análisis.

Y es que en la fotografía encontramos que tanto lo presente como lo ausente tienen un impacto en la lectura que pueda realizar el espectador. Una cama vacía, un marco sin imagen, o una madre sosteniendo la foto de su hijo, son historias de ausencias, de vacíos en la vida de alguien.

En esa constante búsqueda de representación a través de la imagen fotográfica, nos apoyamos en objetos y signos para comunicar o contar una historia, pero es solo cuando nos conectamos con el hecho en el que nos percatamos de las ausencias, y es allí cuando se plantea la presencia de la ausencia (o la fotografía en la poética como la define Prada).


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