Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Aladar Temeshy
viceversa mag

Aladar Temeshy von Becker

 

Señor

yo te adverso,
nadie puede adversarte
el único fue Caín
buscando lo que no le distes
buscando lo justo
como yo
molido en las noches
por silencio parco
sin palabra y sin su flor
dejándome en la sequedad
de la distancia
lejos de mi mismo
yo nunca te pedí favores
como Abraham
nunca te ofrecí
más que versos
así que desde mi mundo
de arenas removidas
te adverso
por dejarme
como dejaste a Caín
quitando colores
el canto de las  flores
sembrando
la lisa parquedad
Caín no tenía precio
porque no le mandaste
a tu ángel salvador
de la vida de Isaac
yo te adverso
sin fe, sin mi flor
sin vivo canto
sin buscar tiempo
sin pedir por mi vida
aquí en la noche muda
te adverso
yo el sin sombra
te levanto mi palabra
silente, dolida
del nula habens
el no perdonado
sí te adverso
con mi muerte esperada
entre ser y estar.

 

Profundidad

Es el tuyo, es de él
es del otro, es de quien
te lleva con ella o con él
hacía arriba o para abajo
por círculos redondos
o por el atroz atajo,
no hay línea recta
espacio o volumen
que te  afecte,
vas callado sin palabra
sin conocer
que quien te  abra
la razón del camino,
que no existe
ni ahora, ni nunca
que tu no fuiste
ni pez ni cabra
ni esto ni esta,
no vas ni caminas
ya que no hay camino
ni lunes ni domingo
ya que no eres
y tampoco estás,
no hay pared
ni cielo o luna
no hay silla
cama o cuna,
es la nada
sin autobús
sin parada
no hay santos
flacos, medievales
ni obispos gordos
purpurados
ni verbos redondos
triviales,
no hablas y no dices
no hay que decir
que las piedras
son felices
porque nadie tiene lado
ni izquierda ni abajo,
todo y todos están
mucho más abajo,
es el sin, es el todo
es el ayer, lo sucedido
es lo nunca esperado
en la soledad alargada
mullida, dulce, vaga
solamente dame la mano
voy contigo
al siempre esperado
número desconocido
sin entender al perro
que nos ladra,
el pobre
que nos ladra.

 

Es tiempo

rayar el papel
con lápiz o tinta
en desesperada espera
que  el tiempo se termine
por el peso inmodesto
de las letras confusas
colgadas en  gajos
de árboles mojados
desnudos, amados.

Las líneas finas
de las refinadas
bellas mayúsculas
dejaron su sombra
púdica honra
en la feliz deshonra
de la cansada forma
de cuerpos tendidos
en mentiras, unidos
en la seca arena.

Las siempre amantes
bellas consonantes
en romántica sombra
del deseo barato
ya desesperado
repiten que te amo,
el verbo quedó  mudo
por repetición furtiva
en una tarde aburrida.

El tiempo no se rompe
el papel se quema
la eternidad ya llena
de cenizas de pena
por un verso sincero
en el viento medido
por computadora

Es tiempo de dejar
cantos cantados
por ángeles de yeso
cubiertos con paño
color cerezo
entre dioses caídos
en vapores ácidos
en salto reverso
del universo.

Es tiempo de entender
que todo se rompe,
se arruga, se quema
la noche o el santo
en un bíblico espanto
que marca la sombra
de la mujer desnuda
inmensa, profunda
en el tiempo eterno
que no se rompe
nunca.

Hey you,
¿nos brindas un café?