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Keila Vall
Photo Credits: Thomas Galvez

Poema inédito: ¿A quién saluda el dictador?

Arenga con los brazos y recorre el patio de cemento resquebrajado
pisa la vegetación que tenaz puja su nacimiento a través de las fisuras
junta las manos en plegaria
se inclina hacia ellas y sigue
saluda.
Saluda y agradece el dictador los vítores mudos en el patio de este colegio
este colegio vacío de lunes a viernes
vacío de maestros
vacío de útiles escolares
vacío de normalidad
colegio de pocos niños frágiles hoy ausentes pues no podrían aún votar
alabado sea el Señor del dictador porque estos niños desde la espina dorsal tan a la vista
sí saben
estos niños tan cada día más grises
tan cada día más menguantes
saben.
Quién saluda de vuelta al dictador
en este centro electoral?
La anemia saluda de vuelta al dictador
cuántas urnas vacías de votos y llenas de venezolanos inexistentes
lo esperan al cruzar la puerta.
Y seguirá dando las gracias
hundirá el dedo en la tinta violeta “garante del normal desarrollo de esta jornada cívica”
jornada que hoy abrió los ojos como las batallas, con toque de diana y amenaza
jornada sobre todas las cosas militar y autoritaria
performance tan bien ensayado por años
tinta intachable
tinta indeleble
tinta inútil absorbe el dedo meñique del dictador adelantado.
Cuánto silencio en estas urnas
las electorales
cuánto llanto y cuánto grito a diario tras las que cruzan la puerta
en cada hospital
algunas tan pequeñas
tan fallido su contenido.
Saluda el dictador en el patio del colegio con sus manos en rezo
silencio indeleble
arenga el dictador a los votantes de nombre hueco en una lista
nombre hueco indeleble
sus manos festivas entran amenazantes al aula
camina hacia el vacío el dictador
saluda a las madres suicidas
saluda a los profesores universitarios puestos a elegir entre lavar su ropa o comer, el trabajo de ascenso no dio para más,
saluda a las menores de edad encarceladas sin juicio
a las niñas en la lista marcadas como inasistentes
de tanta hambre
de tanto dolor de estómago
de tanta afección sin cura
a los niños flaquitos
a las hermanas mayores que han salido a trabajar a ver si comen
y si sus hermanos menores comen
y si sus padres comen
algo.
Saluda el dictador a sus votantes con carnet y sin deseo
las manos del dictador lucen solitarias y a quién le importa
esta elección ya la ganó.
Ya no reza el dictador, ha cambiado la composición y una mano en forma de puño
golpea la abierta que la recibe.
El dictador camina y celebra los golpes que encaja a diario
coreografía electoral penosa.
Camina sobre el cemento amplio, el patio sin recreo
sin cancha de voleibol
sin pelota de fútbol
patio de cantina clausurada
puño golpeando la palma de la mano abierta hacia el horizonte vacuo
puño celebrando el triunfo que de antemano garantizó
a fuerza de hambre
a fuerza de dengue y de malaria y de neonatos infectados
a punta de amenaza y miedo
a punta de tortura palo por la espalda palo por la cabeza palo entre las piernas.
En este colegio hoy no hay quien reciba al dictador y eso qué importa
puño contra la palma de la mano
no hay quien vote de verdad
y eso qué importa
puño contra la palma de la mano y gracias
no hay quien venga dispuesta el lunes a estudiar.


Photo Credits: Thomas Galvez ©

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