Vivir la melancolía en colores, igual que los silencios y las tristezas.
Son los caminos que me faltan por descubrir, la ruta, capturas de momentos, lo que vivo, lo que respiro.
Es a quienes observo, lo que imagino, lo que siento…
Son mis lágrimas de madrugada, es mi vida aceptada, es mi mirada al cielo al despertar, son mis ganas de crecer.
Son las sonrisas brindadas, es escuchar mi corazón cuando late por las cosas que amo.
Es mi intento por seguir conociendo y entendiendo lo que me emociona.
Es querer estar cerca de quienes amo, es querer sus abrazos, añorar las miradas dulces.
Es la mirada atenta, el amor que siento por Rodrigo.
Las luces de mis rutas diarias y su melodía.
La mañana, la tarde, la noche y sus estados anímicos.
Las formas y colores.
Y ante todo yo, el deseo por querer vivir, sentir y sorprenderme, por dejarme llevar, por dejarme inspirar.
Esto, para mi, por ser mi pieza fundamental.
A mi, sin vergüenza.
