Se celebra en Venezuela y en todos los países para exaltar los derechos de la Mujer, a través del fomento de los valores de igualdad de género. Tiene su origen en el movimiento obrero de mediados del siglo XIX en Rusia. Y el 8 de marzo de 1975, fue institucionalizado por la ONU. Haciendo un recuento histórico desde la antigüedad, bajo la sombra de los grandes imperios, las mujeres eran segregadas al punto de no tener derechos individuales frente al hombre poligámico. Mucho antes de nacer, ya eran rechazadas por sus padres, que preferían tener varones frente a las desventajas económicas que debían asumir en caso contrario. Por ejemplo en el caso de la dote. En el medioevo, el Clero había reivindicado la condición patriarcal del marido sobre la esposa, despojándola oficialmente de toda jurisdicción sobre la administración del hogar y el patrimonio, incluso sobre su propio cuerpo; y luego, en la cuna del progreso de los países industrializados en los siglos XIX y hasta mediados del XX, invalidadas en la participación política, y también al no contar con vacantes en las universidades, víctimas de políticas reduccionistas en el ámbito laboral y a la hora de buscar ascensos. Dentro de la familia mantenía un estatus similar al de los hijos, de hecho era el esposo el que le disponía sus cuentas bancarias, como una especie de tutor o apoderado. Con todo lo anterior, sumado al maltrato físico y emocional al que eran sometidas, además del fuerte trabajo en fábricas, casas de familia y otras empresas, debían afrontar el destino que la naturaleza les impuso por los sufrimientos del parto.
Sin embargo nunca dejaron de luchar por sus derechos.
En 1848, la norteamericana Elizabeth Candy Stanton junto a otras mujeres valerosas, lograron congregar a cientos de personas para inaugurar la primera Convención Nacional por los Derechos de las Mujeres. Proclamaron que “todos los hombres y las mujeres eran iguales” y pidieron la reivindicación de sus derechos civiles, sociales, políticos y religiosos. Aunque no las tomaron en serio, y de muchas formas fueron víctimas de burlas y vilipendios por una sociedad dirigida por hombres; ellas establecieron un precedente importante que quedó registrado para la historia. En 1908, hubo una marcha masiva de unas 15.000 mujeres aproximadamente, para exigir que se les restara menos horas a su jornada laboral, mayores salarios y derecho al voto.
Clara Zetkin la que plantea un Día Internacional de la Mujer
En 1909, Estados Unidos declara el Día Nacional de la Mujer, celebrado por primera vez el 28 de febrero de ese año. Pero es la alemana Clara Zetkin, quien planteó por primera vez la celebración de un Día Internacional de la Mujer, en la conferencia del año 1910, en Copenhague, con la presencia de gran parte de las organizaciones feministas del mundo. Por su puesto, que la propuesta fue aprobada unánimemente y sumaban más de 100 mujeres de países distintos; de la misma forma en dicha convención se salvó el Derecho femenino al Voto. Eso devino en el 19 de marzo de 1911, que se celebrara este día por primera vez en países como: Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Aunque a los días, el 25 de ese mismo mes, ocurrió una terrible tragedia en una fábrica de textiles de New York, Triangle Shirtwaist, como resultado del deficiente mantenimiento de las instalaciones y las condiciones laborales de las trabajadoras. Dos años después en 1913, se levantó otra gran protesta de mujeres por su derecho a sufragar y posteriormente, otra por mejores condiciones laborales.
Las mujeres que cambiaron el mundo
Por fortuna el mundo había cambiado, la prensa, las mentalidades de muchos políticos, y el hecho cierto de que muchas mujeres ya pertenecían al ámbito público, político, científico, artístico, literario y periodístico, permitió el reconocimiento de este día por todos los gobiernos del mundo occidental, y de algunos euroasiáticos, el 8 de marzo de 1975. Una fecha que resaltamos hoy, porque celebra las luchas y cruzadas emprendidas por las heroínas del pasado y del presente, de las cuales perpetuamos algunas: Malala Yousafzai, Amelia Earhart, Marie Curie, Rosario Castellanos, Indira Gandhi, Emma Watson, Magda Portal, Ana Frank, Juana de Arco, Princesa Diana, Eleanor Roosevelt, Michelle Obama… En mi país, Venezuela; las distinguimos en distintas facetas: Barbarita de la Torre, Josefa Camejo, Manuela Sáenz, Joaquina Sánchez, Juana Ramírez La Avanzadora, Eulalia Buroz, Luisa Cáceres de Arismendi (heroínas independentistas), Teresa Carreño (pianista, cantante, compositora), Teresa de la Parra (escritora), María de San José (religiosa), Carmen Fernández de Leoni (Primera Dama), Susana Duijm (reina de belleza), Lupita Ferrer (actriz), Margarita Zingg (actriz, modelo, diseñadora), María Corina Machado (ingeniero, diputado, profesora), Beatriz Valdéz (actriz de teatro, cine y televisión), Carolina Herrera (empresaria, diseñadora), Irene Sáez (politóloga, modelo, reina de belleza), Stefanía Fernández Krupij (empresaria, modelo, reina de belleza), Gisela Kozak Rovero (escritora, investigadora, profesora)…, entre muchísimas otras, que en la vida nacional son motivos de orgullo y valdría la pena hasta escribir un libro sobre sus grandes aportes.
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