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juan diego florez
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28 de Generosidad, Humildad y Solidaridad

Julio, el mes más frío, rojo y blanco del Perú se celebra este 2018 con una emoción muy similar a la que nos invade cuando subimos a una empinada y acelerada montaña rusa. Deportivamente reaparecimos en la copa del mundo del fútbol después de aproximadamente 13,140 días calendario. Arribamos a la lejana Rusia con una selección sorprendente, compuesta por talentos con aspiraciones técnicas, torneados por madres y padres vigilantes, encaminados con los valores de la humildad y la perseverancia. Guerreros que aún con baches inesperados no llegaron solos, pues una vibrante hinchada, admirable y cohesionada, los acompañó como corso bicolor que trascurría por las calles y las tribunas de Moscú. Una barra compuesta por más de 40,000 corazones eufóricos que por momentos hacían confusa la locación, pues los estadios del pensamiento de Stalin se asemejaban más a nuestro tradicional y sobreviviente Estadio Nacional de Lima. Una escolta cantora y sin precedentes que se ganó el reconocimiento de periodistas, artistas, políticos e innumerables influencers de calibre y fama internacional.

Artísticamente, pocos días antes de iniciar el mes patrio, el orgullo y patriotismo retumbaron en una facción que va anexando adeptos. La voz lírica masculina más reconocida y aplaudida en el mundo y que fue engendrada en el Perú, demostró, nuevamente, su amor a la tierra que albergó al imperio más grande y visionario del continente americano. Juan Diego Flórez, tenor peruano, presentó los logros de su obra maestra denominada Sinfonía por el Perú. Conmemorando los siete años de nacimiento, deleitó con este emprendimiento social que viene democratizando la práctica de la música inmortal, incrementando la efectividad escolar y, sobre todo, disminuyendo la violencia en los hogares de las poblaciones vulnerables peruanas. Al compás de los instrumentos tocados por 820 soñadores, entre niños y adolescentes; y cerrando el espectáculo con su envolvente voz que entonaba El Alcatraz, Juan Diego compartió su pasión filantrópica que abraza a más de 7,000 beneficiarios. Nos enseñó, de la mano de pequeñas almas que hoy vislumbran la vida con esperanza y entusiasmo, que el verdadero Feliz 28 es el que se impregna de la generosidad de Sinfonía por el Perú, de la humildad de la selección y de la solidaridad de nuestra hinchada.


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