De repente un nuevo número aparece en escena. Encabeza papeles, sella compromisos, pone plazos y marca límites.
Es un número que parece un bastón, un número que apela más al soporte que a los giros del tiempo. Un número que no lidera, sostiene.
¿Qué tal serán esos nuevos días, esos nuevos meses?
No se puede predecir, mas sí reconocer que aunque sea arduo y difícil el camino, el número estará ahí para apoyarnos y ayudarnos a avanzar.
Los magos tienen bastón y los santos también. De unos surgen estrellas, de los otros, flores y bendiciones.
He ahí una esperanza de cambio, de superación de dificultades y la posibilidad de abrir nuevos senderos.
Les deseo que sea este el escenario que nos reúna los próximos 365 días que empezamos a contar desde hace muy poco.
Photo Credits: Patrik Nygren