Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

Violencia ligada al Narcotráfico

La violencia en la mayoría de los países está ligada al tráfico de drogas, problema que es una constante en América. La guerra que declaró al narcotráfico el ex presidente de Estados Unidos Richard Nixon, tuvo como resultado la criminalización de la cocaína. El resto de los países siguió sus pasos pensando que sería un buen proyecto; sin embargo resultó lo contrario.

En 1971 cuando pusieron en marcha esa política, la tasa de homicidios se incrementó. Los productores de estupefacientes para Estados Unidos, se encuentran en América Latina y se han vuelto los más peligrosos del mundo. Los índices de violencia han aumentado en toda la región producto de los cambios ocurridos dentro del mundo criminal. En la lista trágica aparecen: Honduras, México, Brasil, Venezuela, Panamá.

La estrategia de la guerra contra las drogas en México no ha servido para disminuir el negocio criminal, por el contrario, pareciera que la captura de los capos fortalece sus organizaciones. El narcotráfico es como un dragón de varias cabezas, cuando le cortan una muchas otras vuelven a salir. Los integrantes se pelean el poder, la “plaza”. La sociedad consumista, hedonista y permisiva en la que estamos inmersos alienta el consumo de drogas. Es imposible lo que piden los norteamericanos: bajar la oferta de drogas, si no se disminuye el consumo.

Las series televisivas basadas en la vida y poder de los narcos como Amado Carrillo, el Señor de los cielos, el Chapo Guzmán, y el colombiano Pablo Escobar, que dominó durante dos décadas el mercado de la droga internacional, se venden como pan caliente. ¡Como no van a querer imitarlos! El Chapo Guzmán, fue retratado en la portada de la revista Forbes como uno de los hombres más ricos del mundo. El cartel de Sinaloa es una de las organizaciones más poderosas del mundo, tiene presencia en varios Estados del país y representantes en unas cincuenta naciones. Hace algunos días en una estrategia fallida en Culiacán, detuvieron y luego liberaron al hijo del Chapo, tras una intensa balacera que puso en jaque a la población. Los narcos demostraron que tienen más poder que las autoridades.

La DEA dice que el cartel de Sinaloa es el mayor productor de: heroína, marihuana, cocaína, fentanilo y otras drogas sintéticas. Opera como una empresa de negocio, tiene controladas las tierras, a los campesinos y está tan bien estructurada que la aprensión del Chapo Guzmán, su fundador, no la afectó.

De lo que no se habla es de los distribuidores en territorio estadounidense. El control es invisible, rara vez hay muertos, si acaso se dan los levantones, alguien desaparece y aparece tiempo después asesinado en México. No hay grandes capos, ni rostros visibles, los miembros de los carteles por su seguridad se han mudado a ciudades estadounidenses. Muy actualizados utilizan tácticas de inteligencia: drones, buzos, migrantes, túneles y puentes, todas las formas inimaginables para esconder la droga.

El presidente López Obrador está convencido de que no hay que molestar el avispero. El narcotráfico moviliza gobiernos y pervierte las vidas de millones de personas. Por poner un ejemplo, un kilo de cocaína en Australia puede venderse hasta en 200 mil dólares. En Bolivia la hoja de coca, cuesta unos centavos y los habitantes la mastican para obtener energía, ya que la altura sobre el nivel del mar dificulta la respiración.

El negocio se ha multiplicado gracias a la corrupción, la pobreza, la ambición, la fragilidad de las instituciones y la impunidad. La captura fallida del hijo del Chapo, dejó al presidente López Obrador y a su 4T como unos principiantes realizando estrategias tan ingenuas como: “¡dijo mi mamá que siempre no!”

La burla en las redes sociales demostró el ingenio del mexicano que prefiere reír para no llorar. Nada justifica las palabras del presidente quien dijo convencido: “soltaron al capo para no poner en peligro a la población”. Culiacán estuvo horas en alerta, la imagen de una señora cargando a su bebé corriendo por la plaza dio la vuelta al mundo. El presidente afirma que su conciencia está tranquila, eso es obvio, no tiene sentimiento de culpa y reflexión. Mientras los ciudadanos, nos sentimos en estado de indefensión. Sería bueno aprender de Winston Churchill: “Nosotros defenderemos nuestra isla, lucharemos en las playas, en los campos de aterrizaje, en las calles, en las colinas, y…nosotros…nunca nos rendiremos”.

Hey you,
¿nos brindas un café?