Internet llegó para cambiar nuestras vidas; para bien o para mal el mundo gira ahora en torno a esta súper poderosa herramienta de comunicación masiva que nos tiene absolutamente atados a ella, muchas veces aún sin querer.
No hay prácticamente nada que no dependa actualmente de su uso. Todo, desde los estudios, la información, las noticias, los trámites financieros, la búsqueda de empleo, el desempeño laboral, las relaciones sociales, el turismo (reserva de hoteles y billetes de transporte), está irremediablemente ligado al ciberespacio. Sin contar el plan de datos o wi fi que debe disponer nuestro teléfono móvil para no sentirnos solos y desamparados en un entorno en el que si no tienes conexión a Internet o no estás en Facebook, Twitter, Instagram y/o demás redes “no existes”.
Este vínculo persona/internet, impuesto en ocasiones en contra de la voluntad del usuario, ha generado un fuerte choque generacional. Los adolescentes, jóvenes y adultos contemporáneos están cada vez más vinculados al uso de Internet, mientras que las personas de la tercera edad, (en su mayoría), se sienten excluidas por un sistema de comunicación que «digitalizó» sus vidas en pocos años.
El uso de aplicaciones de mensajería instantánea, así como Facebook ha sido de gran utilidad para familiares y amigos que estando en diferentes países o ciudades, pueden comunicarse y verse al instante, pero también es cierto, que estas herramientas nos han alejado de aquellos que tenemos más cerca. En cualquier reunión o encuentro siempre hay un objeto en medio de los interlocutores: el móvil.
La vida real se desenvuelve al mismo tiempo que la vida virtual, ambas se mezclan, coexisten y se dividen gracias a la pantalla del computador o del celular.
Para los profesionales de la comunicación, Internet se ha convertido en una ventana abierta al mundo que nos permite estar al día con todo lo que pasa dentro y fuera de nuestras fronteras.
El poder de Twitter para multiplicar información y pulsar opiniones es realmente impresionante. Twitter no descansa, no espera los titulares de mañana; está siempre al aire, con sus trending topics, dando la noticia en caliente.
Los que estamos acostumbrados al uso de Internet, ya sea con fines profesionales y/o personales, difícilmente imaginamos una vida sin este servicio que nos atrapa en un océano de información y su infinita red de conexión entre millones de usuarios.
El reto es aprender a navegar en el fascinante mundo 2.0, cuidando no sobrepasar la delgada línea entre sus infinitas bondades y sus múltiples banalidades.