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Valentina Alvarado

Valentina Alvarado: Navegar lo incartografiable

El pasado 11 de julio se inauguró el espacio Backroom Caracas con la primera exposición individual de la artista visual venezolana Valentina Alvarado (Maracaibo, 1986). La muestra, titulada Historial de navegación, transita una variedad de géneros y técnicas que abarca el collage, el dibujo, la gráfica digital, el video arte y el .gif. La obra  artística de Alvarado debe entenderse en conjunto con su trabajo como diseñadora gráfica y con su experiencia como diseñadora de modas y fundadora de la marca Oh!Nena. De la misma forma en que su trabajo con accesorios y textiles es ya una referencia nacional, ha sido fundamental el impulso que sus diseños le han dado a recientes proyectos musicales de alto calibre, como los discos de Ulises HadjisJan PawelAlgodón Egipcio y Sunsplash, entre otros. La amplitud de los terrenos que han sido apropiados por una creadora tan joven quizá sea una de las características que hacen de esta exposición uno de los acontecimientos artísticos más llamativos de este año. Tal expansividad sugiere, además, que se trata de una artista cuya producción ya ha recorrido (navegado) una larga trayectoria, y que lo que vemos es apenas un ápice de su obra existente y una mínima vislumbre de lo que vendrá.

Muchas de las obras incluidas en Historial de navegación incursionan en los terrenos de la poesía visual, remezclando palabras sueltas tomadas de viejos materiales impresos o recortando papeles heredados —como en la serie “Frases de presentación” (2012)—, de una forma que resuena con los experimentos realizados por el arte correo latinoamericano durante la década de los setenta (una corriente en la que participaron activamente artistas como el uruguayo Clemente Padín, el brasileño Paulo Bruscky o el chileno-venezolano Dámaso Ogaz). Se conjugan así en la producción de Alvarado cierta atención a los residuos de la memoria, entendida como historia y como tradición estética, pero también como un espacio a partir del cual es posible fundar nuevos territorios. Por esa razón la idea del rescate —presente en esos collages hechos con viejas fotografías o con pedazos de libros— va más allá del simple impulso de restitución de una memoria olvidada. Los fragmentos que Alvarado reúne en sus obras están allí en toda su materialidad, como piezas de las que es posible valerse para ensamblar un nuevo mapa del futuro.

Sin embargo, el proyecto que se nos asoma en Historial de navegación trasciende el momento de su producción. Trasciende incluso la propia materialidad del objeto para incidir, asimismo, en las prácticas que determinan la circulación y el consumo de las obras. Al explorar las posibilidades estéticas del hiperespacio (en http://www.historialdenavegacion.com, un proyecto web que acompaña la muestra), Alvarado lo convierte en un territorio navegable, transitable, historizable. De esta forma su obra no solo expande las posibilidades del arte sino que opera un cambio en las propiedades mismas de lo virtual, asignando una innegable materialidad a lienzos que ya dejan de parecernos solamente virtuales.

En este sentido la producción artística de Alvarado ha dejado de preocuparse por oposiciones socialmente constituidas que determinaron los esfuerzos del viejo arte postmoderno (como la distinción entre “alta” y “baja” cultura, por ejemplo), para concentrarse en las posibilidades de lo virtual como un espacio culturalmente subordinado. Pero ya no se trata de invertir dichas oposiciones entre lo bajo y lo alto, sino de cuestionar sus propios fundamentos, de abandonar cualquier esquema binario y atravesar (navegando) las barreras que los separan. Vivir (o navegar), después de todo, es explorar vínculos, juntar pedazos, pero también hacer cortes sobre la memoria, desordenar y reordenar capas de la experiencia para hallar sentido —o al menos una trayectoria— sobre espacios y zonas de lo sensible que solo así, por medio de esa suerte de salto al vacío, resultan finalmente cartografiables.

¿En qué sentido es tu muestra un historial de navegación? ¿Tiene que ver con el propósito de trazar una suerte de recorrido autobiográfico?

Mas que hacer un recorrido autobiográfico me interesa transpolar los planos reales a los virtuales y viceversa. En ese sentido, uso mi línea cronológica o biográfica como excusa para realizar intercambios entre esos polos. Hay pistas personales, pero sobre todo un acercamiento a los materiales que uso y a la relación pantalla irreal/real, tangible/intangible, en línea-no disponible (o invisible).

Has practicado el collage, el dibujo, el video-arte y has explorado soportes digitales como el gif. Además eres una reconocida diseñadora gráfica, de ropa y de accesorios. ¿Cómo logras esa fluidez entre soportes tan disímiles? ¿Cómo crees que se complementan o diferencian?

Me es casi imposible separar estos mundos por completo. Aunque a veces siento que debería mantenerlos aparte, en realidad me siento cómoda con la idea de establecer una conversación entre todas esas disciplinas. Disfruto teñir un poco todo porque así se enriquece más la totalidad de lo que hago.

La diferencia puede estar más bien en el momento de la creación. Con el diseño estoy resolviendo problemas muy específicos de comunicación y además tengo clientes. Ahí es donde encuentro una ruptura con el arte. En el arte uno resuelve problemas y además hay reflexión, pero desde otros lugares.

De todos modos, las cosas que más disfruto del diseño (sea en moda o diseño gráfico, y aplica también para la arquitectura y el arte) son los procesos, y ahí es donde todas estas áreas se engranan: uno diseña procesos (mentales, emocionales, esquemáticos) para una tesis, una investigación, una casa, un logotipo o una instalación. Hacer seguimiento de esos procesos, corregir, probar, reconfigurar, ejecutar, tachar: es maravilloso.

¿Cómo suele ser el proceso mediante el cual produces tus obras? ¿Comienzas con una idea y la construyes, o te encuentras con las ideas durante el mismo proceso de creación?

Producir imágenes es el músculo: la imagen como defensa. Pueden ser traducidas en un video, un collage, en dibujos hechos con un mouse, o en una web pensada como hecho pictórico, un hecho pictórico en movimiento (como en el caso de http://www.historialdenavegacion.com en formato .gif) y pare de contar.

Con Historial de navegación, mi  primera individual en Backroom Caracas, trabajé a partir de la idea de tocar lo irreal y viceversa. Se trata de explorar en diferentes formas esas propiedades y potencialidades del papel o de la materia, la corporeidad del soporte y de la gráfica.

¿Qué soportes, técnicas o géneros planeas explorar en adelante? ¿Qué proyectos artísticos o profesionales tienes en tus planes futuros?

¡Video! Es algo que quiero seguir explorando y ahondando. Y sin que me queden dudas: los textiles. Me interesan las artes gráficas, trabajo mucho en digital y luego llevo todo a un plano físico en papeles artesanales y ordinarios.

Creo que la incorporación de una técnica como el grabado, por ejemplo, me va a brotar los horizontes.

En el futuro: estudiar una maestría en Arte en España. Ya septiembre arrancando y con eso todos los planes sucesivos y azarosos que vengan al ataque.

¿Qué artistas actuales consideras que son referencia obligada?

Ivan Candeo, Nayarí Castillo, José Miguel Del Pozo, Oscar Abraham y José Ignacio Benítez con su proyecto musical Domingo en Llamas. De mi Maracaibo querido: Heberto Añez Novoa con su proyecto musical Presidente, Florencia Alvarado, Christian Vinck, Juan Pablo Garza y Armando Rosales. Es actual (aunque ya no viva) Claudio Perna por siempre.

Si quisieras hacer un playlist que acompañara tu exposición, ¿qué canciones incluirías?

http://8tracks.com/valennelav/historial-de-navegacion 

1. Untitled

VICEVERSA, PALABRAS DE IDA Y VUELTA

Territorio


Capas

La canción “Nada”, de Presidente.

Encuentro

Shadow-Play de Vito Acconci (1970).


Bitácora

El libro El oficio de vivir / El oficio de poeta, de Cesare Pavese. Me lo regaló mi papá hace tiempo, cuando comencé la universidad. Él lo tenía desde los 20 años.

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