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Guadalupe Loaeza

Vaca y toro

Estos últimos días, la prensa y la opinión pública han estado ocupadas con puros animales, Francisco García Cabeza de Vaca y Félix Salgado Macedonio, El Toro. Curiosamente, ambos tienen muchas cosas en común, cuernos y colas que les pisen. No hay duda de que Cabeza de Vaca es de muy mala leche, porque niega todas sus trapacerías, mientras Félix Salgado Macedonio es un toro mañoso. Los dos son indefendibles. Cabeza de Vaca, gobernador de Tamaulipas, afronta un proceso de desafuero para responder por las imputaciones que la Fiscalía General de la República (FGR) le formuló por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal equiparada. (Proceso). Y Félix Salgado Macedonio, candidato por Morena a la gubernatura de Guerrero, acumula tres denuncias por violación sexual. Tememos, sin embargo, y dado el sistema de justicia que padecemos desde hace ya muchos años, que las dos bestias se salgan con la suya.

Últimamente, siempre que se realiza una mesa de reflexión o encuentros con analistas políticos, y el tema a abordar es el caso de Francisco García Cabeza de Vaca, invariablemente surge el periódico El Mañana. No hay duda de que fue el primer diario en el estado de Tamaulipas en denunciar al gobernador panista, porque todo el mundo le tiene pavor por vengativo. Desde que inició la campaña para gobernador del estado, en 2016, la primera plana de El Mañana del 8 de mayo, decía: «Candidatos del PAN tienen líos con la ley», después de hacer un análisis muy acucioso de siete candidatos panistas. El municipio de Nuevo Laredo empieza a hostigar sistemáticamente al diario con una serie de demandas por supuesto daño moral con un valor de 60 millones de pesos, luego de que publicó investigaciones periodísticas sobre un presunto desvío de recursos públicos del gobierno municipal con respaldo absoluto del gobierno del estado. La documentación en poder de El Mañana consta de contratos publicitarios a empresas fantasma, privilegios para la entrega de contratos públicos entregados a familiares y amigos del círculo del entonces alcalde Enrique Rivas. Posteriormente se documentó la clonación de camionetas de la Marina para la seguridad de Rivas, a quien le dicen Enrique Robas. En la primera plana de El Mañana del 18 de agosto del 2018, se leía: «Cuidan a Rivas en patrullas clonadas». A raíz de esta noticia el periódico era de más en más hostigado, a tal grado que organizaciones internacionales como Artículo 19 y Reporteros sin Fronteras advirtieron el grave riesgo de la amenaza de las autoridades del gobierno. Más adelante, el diario fue integrado al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

Es conocido por todos que Francisco García Cabeza de Vaca no hace política, sino negocios, de allí que siguiera acumulando bienes y más bienes. Gracias a varias investigaciones, sabemos que la fortuna del Cabeza de Rata, como también lo llaman, era muuuuuuuuuuucho más de lo que declaraba tener. Veamos lo que publicó Reforma el 5 de marzo del 2021: «En 2016, el ahora (gobernador) imputado de delincuencia organizada declaró poseer bienes por 50 millones de pesos. Sin embargo, la dependencia (FGR) documenta la adquisición de restaurantes, galerías de arte, residencias, ranchos, cuentas bancarias que denomina como ‘caudal de bienes ocultos’ cuyo valor asciende a 951 millones de pesos. Es decir, 900 millones de pesos más que lo declarado». Vaya cara dura de Vaca.

El 17 de agosto del 2020, El Mañana publicó en su primera plana: «Impone y lucra Cabeza de Vaca con narcoestado». Esto con base en una denuncia que presentó el senador morenista Alejandro Rojas Díaz Durán: «He puesto a disposición de la Fiscalía General de la República el resultado de una investigación profusa que nos llevó año y medio recopilando pruebas y evidencias y testimonios que confirman la presunción de que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, del PAN, es la cabeza de un narcoestado en Tamaulipas».

¿Cómo reaccionarán los lectores de El Mañana cuando leen este tipo de encabezados que tienen que ver con su gobernador? Seguramente, hay una enorme indignación porque su lema en campaña como candidato era «Vientos de cambio», y lo que se ve, ahora, es una terrible tormenta de corrupción. Finalmente esperamos que la vaca y el toro terminarán, no en el establo, sino tras las rejas.

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