Por encontrarse lejos del mar, no es fácil toparse con gaviotas en París, por eso cuando los peatones de la Rue François 1er y Avenue Montaigne veían intrigados a La Gaviota en la terraza del restaurante L’Avenue, se preguntaban qué diablos estaba haciendo esa ave marina en uno de los bistros más caros de la Ciudad Luz.
Entre todos los lugares turísticos del mundo, incluyendo México, a Angélica Rivera no se le ocurrió otro más que París. Tenía que alcanzar a su hija Sofía Castro, quien disfrutaba de los últimos días de vacaciones después de visitar las islas griegas. Además tenían que festejar juntas, incluyendo a su hermana Fernanda, el cumpleaños 49 de La Gaviota. De hecho, ese 2 de agosto, su marido le envió un tuit que decía: «Mi amor! Muchas felicidades en tu día. Deseo que la vida te siga llenando de bendiciones, alegrías y satisfacciones. Muchas gracias por los años de amor que has compartido conmigo. ¡Muy feliz cumpleaños!». Por su parte, Sofi le escribió a su mami: «Feliz cumpleaños a la mujer de mi vida… Gracias por ser esa guerrera y nunca soltarnos de la mano. TE AMO AL INFINITO. QUE SEAS INMENSAMENTE FELIZ. Tengo a la mejor mamá del mundo entero», expresó entre emojis de corazones, globos y pasteles.
Como diría Pompín Iglesias: «¡Qué bonita familia!» rodeada por tanto amor, no obstante el presidente de la República cuenta con el nivel más bajo de popularidad con un 21% y con una derrota descomunal del PRI en las últimas elecciones. ¿Por qué será que la familia Peña Nieto es tan «feliz»? ¿Será porque por fin se termina el sexenio? O ¿será porque tienen en vista la compra de otra casa blanca, pero… fuera del país?
A raíz del escándalo que provocaron las fotografías del reportero Paco Cobos, mismas que borraron los escoltas de la primera dama y donde aparecían Angélica, Sofi y Fer en la terraza de L’Avenue, me di a la tarea de investigar qué tipo de restaurante es y por qué optaron por ese lugar tan caro (una botella de agua cuesta 50 euros, mil 71 pesos) y según las críticas, mediocre. Supongo que fue porque se encuentra a dos cuadras del hotel Plaza Athénée, uno de los más «chic» y exclusivos de la ciudad, donde probablemente estaban hospedadas, y por la cercanía de las mejores boutiques. Si las Peña Nieto se sentaron en la terraza del restaurante es porque querían ser vistas, de lo contrario pudieron haberse instalado en el interior del segundo piso. Hemos de decir que la edecán, guapísima, que se encuentra en la recepción tiene la consigna de dejar pasar exclusivamente a gente «blanca, bonita y delgada», tal como lo exige el dueño del establecimiento, Alexandre Denis. Según reportó Buzfeed News, si alguien de nombre árabe quiere hacer una reservación, se le dice que no hay lugares, si insiste, se le sugiere instalarse en el piso de arriba. Lo mismo sucede con las personas con sobrepeso, que tienen la piel oscura, que usan velo o son de origen asiático. Incluso el pasado 18 de mayo, Hélène Bidard, defensora de los derechos humanos del Ayuntamiento de París, hizo públicamente un señalamiento por el comportamiento discriminatorio del lugar. Días después, el 24, hubo una manifestación a las puertas de L’Avenue. ¡En hora buena!, porque Angélica, Sofi y Fer sí cumplieron con los cánones de belleza requeridos, no hay duda que llevaron el nombre de México muy alto.
Respecto a los comentarios de algunos comensales que han estado en L’Avenue, encontré opiniones muy diversas. La mayoría de los turistas extranjeros lo encuentra razonablemente bueno, pero siempre muy caro. Sin embargo, los franceses le dan muy baja calificación argumentando que se trata del típico restaurante para nuevos ricos y turistas que carecen de cultura culinaria, por eso y para no errar prefieren pedir el platillo más caro, como 50 g de caviar negro con puré de patatas por 120 euros, un aproximado de 2,500 pesos. Me pregunto sin ánimo de ofender ¿qué habrán pedido para comer los escoltas de la primera dama? ¿Caracoles? Afortunadamente, Angélica, Sofi y Fer pidieron para beber Coca Cola, en lugar de vino. ¿Cuánto habrá sido el total de su cuenta? ¿Quién la pagó? ¿Nosotros con nuestros impuestos?
Mientras Peña Nieto está dejando un país lleno de muertes, impunidad, corrupción, violencia, inseguridad y deuda, Angélica, Sofi y Fer se van de shopping y comen, según ellas, muy a la francesa, en L’Avenue.