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Tony Bechara

Tony Bechara: Un Museo para todos

NUEVA YORK: Es una persona inquieta Tony Bechara, artista de gran creatividad y al mismo tiempo manager con una profunda capacidad de análisis y proyección hacia el futuro.

Presidente de la Junta Directiva del Museo del Barrio transitó por estudios de Economía y de Derecho para finalmente dedicarse al arte en todas sus manifestaciones.

Puertorriqueño de nacimiento y de corazón, confiesa estar muy arraigado a sus raíces, neoyorkino por elección, ha transcurrido su vida entre distintas ciudades. En Washington donde, en la Universidad de Georgetown, ha estudiado Economía y Derecho; Paris, ciudad en la cual descubrió y cultivó su vocación artística; Milán, donde vivió junto con su ex esposa; Londres, donde ha desarrollado buena parte de su trabajo; Nueva York que se ha transformado en su verdadera casa.

Esa vida caracterizada por una avidez de conocimiento y experiencias la vemos reflejada en sus telas. Puntos y colores crean entramados que hechizan, atrapan la atención del espectador y, como un túnel fantástico, lo llevan hacia mundos desconocidos, expresiones de la fantasía de cada quien y posiblemente diferentes a los del autor que los ideó.

Tony Bechara
Tony Bechara, Geometría Celeste, 2001, Acrylic on canvas

–       ¿De donde surge tu inspiración?-

–       ¿Inspiración? Yo hablaría más bien de transpiración. No creo en la musa inspiradora, creo en el trabajo. Lo que haces hoy te inspira y despertará tu curiosidad y capacidad creativa para desarrollar lo que harás mañana. Es un proceso que deriva del esfuerzo. Los artistas que conozco, igual que yo, realizan sus obras con grandes esfuerzos. Es un trabajo constante, un proceso que va de una pieza a otra. No creo en el artista quien se queda inmóvil en espera de la iluminación divina. Quizás los haya pero para mi es distinto. Mi inspiración viene del sudor del trabajo diario. –

Bechara desde su niñez estuvo dividido entre dos mundos, el del arte, que lo atrapó siempre, “cuando era niño quedaba fascinado viendo las obras de arte. Las observaba largo tiempo y pensaba: quiero hacerlas yo también” y el otro más concreto, ligado a la economía, a la finanza y a la jurisprudencia.

Dos aspectos que se ayudan el uno al otro, que están posiblemente a la raíz del éxito de Tony como artista, uno de los pocos que vive de su arte, y que han encontrado una síntesis perfecta en el Museo del Barrio. Afortunado encuentro fue el de Tony Bechara con el Museo del Barrio el día en que lo llamaron para hacer una exposición. “La exposición tuvo muchísimo éxito, el New York Times me dedicó una recensión y vendí todos mis cuadros”.

En el mientras, la otra cara de la personalidad de Bechara iba analizando las potencialidades aún sin explotar del Museo del Barrio que en ese momento se centraba en la comunidad más grande, la puertorriqueña. “Yo empezaba a notar los cambios. Veía como llegaban nuevos inmigrantes de muchos países de América Latina y el Caribe. Eran siempre más numerosos los dominicanos, mexicanos, colombianos. Yo sabía que pronto Nueva York se convertiría en una ciudad hispana, sin el control de una nacionalidad sobre otras”.

Convencido de que no hay mejor ciudad que Nueva York para un Museo abierto a todos los latinos considera excelente el espacio que tiene el del Barrio en la V Avenida. “Había un vacío, hacía falta una institución artística y cultural realmente latina en la ciudad de Nueva York. Me di cuenta también que había mucha expectativa en el mundo cultural neoyorkino, querían conocer más de nuestra cultura, de nuestras raíces”.

Tony Bechara
El Museo del Barrio and Gruzen Samton Architects

El sueño de Bechara se ha ido transformando en una sólida realidad. Desde que él ha tomado las riendas de la Junta Directiva, hace aproximadamente 13 años, el Museo del Barrio ha crecido, se ha transformado en el lugar de referencia de los artistas latinos que viven en Nueva York y también de la cultura y del arte latino en sentido más amplio. Lideriza una Junta de 28 personas quienes creen en el Museo, apoyan el trabajo de Bechara, y lo ayudan a recaudar los fondos necesarios para desarrollar sus proyectos.

El primer paso fue ampliar la misión del Museo e incluir a todos los latinos. “Inclusión que ofrecía un espacio a los millones de hispanos quienes viven en este país, y aún en los casos en los cuales han perdido el idioma, mantienen un fuerte apego a sus raíces y su cultura”.

Bechara está convencido del gran potencial de Nueva York, cosmopolita, crisol de razas, acogedora, para transformarse en la ciudad perfecta donde fundar un buen Museo latinoamericano. “Un Museo que se insertara dentro de las instituciones culturales de la ciudad. El comienzo no fue fácil pero ampliar la visión le dio mucho viento a las alas del Museo”.

Fueron años de crecimiento económico que se reflejaron positivamente también en el Museo que logró recolectar hasta 30 millones de dólares para invertir en un cambio estructural de la institución.

Bechara recuerda con orgullo y alegría el momento en el cual organizaron una exposición de Frida Khalo que tuvo tanto éxito que la cola de las personas que esperaban para visitarla llenaba una cuadra entera. También recuerda como momentos muy especiales las conferencias de Vargas Llosa, Isabel Allende, Junot Díaz y otros escritores famosos.

“La crisis de 2008-2009 también nos ha golpeado. Hemos tenido que restringir nuestros gastos y no pudimos crecer con el mismo ritmo de los años anteriores. Pero aún así, gracias a un buen manejo de las finanzas hemos logrado cerrar nuestro presupuesto durante los últimos dos años con ganancias. Hoy tenemos un surplus de 45mil dólares, un nuevo director, el argentino Daniel Veneciano quien vino del Museo Sheldon de la Universidad de Nebraska y es un gran profesional, y contamos con un equipo de excelencia”.

A pesar de los altibajos del país y de su repercusión inevitable, el Museo del Barrio es una institución sólida, reconocida. Tony Bechara nos confiesa que su próximo paso será el de buscarse un sustituto “porque un buen reemplazo es un reflejo de la madurez de una institución capaz de generar liderazgo”.

Pero, aún pensando en quién podrá sustituirlo, nos habla con gran entusiasmo de los programas que están en agenda para los próximos meses.

Tony Bechara
Tony Bechara: Sketchbook pages

“El 9 de octubre comienza una gran exposición retrospectiva de Marisol, artista venezolana quien en los años 60 fue amiga de Warhol y tuvo su mismo reconocimiento pero luego, por alguna razón, ha quedado en el olvido. Consideramos nuestro deber rescatarla y volverla a colocar en el lugar que merece. Su exposición quedará hasta enero. Luego en febrero tendremos otro evento muy importante que estamos organizando en colaboración con Televisa Foundation. Se trata de una retrospectiva de uno de los grandes genios de la cinematografía, el mexicano Gabriel Figueroa”.

Bechara nos explica que la exposición contará con películas, videos y también con pinturas de la época en la que trabajó Figueroa, director de fotografía de grandes como Buñuel, John Huston en su “Noche de la iguana” protagonizada por Ava Gardner, y quien fue uno de los grandes protagonistas del cine de oro mexicano de los años en los cuales brillaba el talento de Jorge Negrete y María Félix.

La inquietud, la curiosidad, el hambre insaciable de nuevos conocimientos nunca han abandonado a Tony Bechara quien hoy divide su vida entre su arte, en continua evolución y que sigue exponiendo en galerías y museos, la presidencia de la Junta Directiva del Museo del Barrio y su participación en las Juntas Directivas de otras importantes instituciones culturales como por ejemplo Studio in a School, creada por Agnes Gund, una de las más importantes coleccionista de arte de México quien lleva adelante una estupenda acción filantrópica y fue la fundadora del Ballet de Monterrey.

Una gran generosidad intelectual permea toda su trayectoria de vida. Bechara crea y difunde arte. Nunca se ha encerrado en su éxito sino que lucha para que otros también sean conocidos y apreciados. Hoy nos habla con orgullo del apoyo que está facilitando a su gran amiga Carmen Herrera, artista quien está por cumplir 100 años, quien vendió su primer cuadro cuando tenía 96 y que hoy expone en los Museos más importantes del mundo.

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