En mi corazón de piedra eres una estatua eterna,
un ángel que se encoge de hombros.
Tu rostro se fragmenta en el olvido.
Campanas en la madrugada, con la luz del alba.
Todas las sombras tienen tu rostro en las pistas de baile,
todas las canciones hablan de amor.
Todas las tormentas de las que te refugiaste
las lloré yo.
Lucía Gris.