Trueba no es Truffaut, que va, solo que ese estrabismo, tan de uso, sobre la belleza, el ser y el arte, realidad del cine español de los ochentas y de los 90s, en Belle Époque, Oscar inesperado, 1992, mas no creo, el filme era perfecto. Producen vómitos, tal vez al Rey, otra cosa era Francisco Franco, con su voz de chillona. Adelantándome, un poco antes de que se me olvide, es en este filme recién censurado, The Queen of the Spain, antes de salir en el otoño pasado en España. ¿Censurar a una comedia? Solo ha pasado desde el Conde Duque de Olivares al entremés, del siglo 17.
Producen excelentes vomitivos. Sí que es difícil que salga Jean Pierre Lead, entrando en escena con 20 años más, en La noche americana; suena cruel, pero el cine negro de Hollywood no perdona. Fernando Trueba, The Queen of the Spain, 2016, salto de garrocha, deja al legendario Jodorowsky en pesados libros de poesía que no ha leído, un poco mal parado en Poesía sin fin. Trueba es nuestro Berri, in extensión.
Un buen maestro repite, y Trueba, 1955, el mejor de su familia de cineastas, le clava la puñalada final al fascismo de Franco, y quedamos en paz, con la voz y figura de Penélope Cruz, inolvidable, repitiendo personaje 18 años después. Es de Fernando ella y no de Almodóvar, su gran debut; quedan saldadas las penas con el cine, con un final que casi no alcanza para tan decadente filme, que nos hace reír a carcajadas, lo mejor del humor del cine español, mordaz a media caña, destape lorquiano, merecidísimo homenaje a esas grandes actrices y actores españoles de toda una vida, al Hollywood español, y el respeto del maniático caudillo a Hollywood, frente a la izquierda mejor socialista republicana, que menea el estereotipo, en los treinta y cuarenta.
Luego vinieron los intelectuales anti franquistas, hasta Pedro Almodóvar, muy muy de Centro, tremenda vivencia Pedro, y Trueba, que le quedó dura la prueba una vez más del cine dentro del cine. Sembró una gran vivencia.
Recordando filmes sobre El cine dentro del cine, a su manera, La condesa Descalza, de Joseph L Mankiewicz, 1954, El juego de Hollywood, 1992, de Robert Altman. Aparte de La NOCHE AMERICANA, La nuit americaine, 1973, de Truffaut, la mejor.
Pero es La reina de España, la que nos ocupa, delirante, no solo por lo casi fallida, Longino, sino por la sátira del sainete fílmico, solo así el castellano de Madrid, de los dioses estrábicos, los de Trueba. Jugamos con todos los verbos: el coño de su madre, los desplantes de la Reina Isabel I (Macarena Granados), con sus lobbys, la infidelidad Real, el bobete de Fernando, el Católico, ni tan bobete.
El homosexualismo del cine, un clásico tras clásico. La chulería, y el izquierdismo de Trueba, creando este mito desagradable, tan español, tan de pequeño festival de cine, aunque claro, San Sebastian es único, lo mismo los festivales de cine latinoamericano a los que ha asistido. España recuerda Orgullo y Pasión, 1957, con Sofía Loren y Cary Grant, que era marica, y qué importa, cuando han pasado los años del Star System.
Penélope Cruz, hace su remake, de la tragicomedia a la comedia a secas, con otra historia, entrada en el fascismo de Franco (- nos visita Franco al estudio), y no del nazismo en La niña de tus ojos, después de que había ganado un Goya como mejor actriz por este filme, 1999. Así es niña, luchar contra el fascismo ha sido más una fianza hacia los sentimientos humanos entre los padres y los hijos, y no más adiestramientos satánicos, fanáticos, aunque de eso no se salva el individuo renuente al exilio. Franco me las pela!. Los ilustres fusilados.
Corra a verla en el Quad cinema, lleve nueces, y servilleta para la risa de caballo, que a veces da, y da pena con el vecino de butaca. Si sufrió de la Censura en España, la taquilla ha sido poca, y esperemos que en América, pase inadvertida o al contrario la vea todo el mundo, con ojo crítico. No es ninguna ninfómana la tal reina Isabel, es la Macarena, solo en el cine (en el guión), la actriz y cantante española de Hollywood de los cincuenta, y aquello allá como fascismo Ordinario en la versión original de 1999.
No se salvaron de la honra, los actores, directores y actrices en la colina del cine, una especie de Concilio Anglicano o Iglesia luterana. Trueba promete la tercera peli sobre el Neo fascismo., conservando magistralmente el humor de la comedia en el cine. Si le parece corrosivo, apague ahora mismo el ordenador. Por favor no busque nada en diccionarios, es usted solito el protagonista. Si usted habla como los de Madrid, dese por bien servido en el banquete de la lengua castellana, cochina y grosera.
Aquí más que nuca vemos como los Asistentes del director en Hollywood son los que hacen las pelis, y se ven filmados dentro del cine como estúpidos.