Sumidos en un panorama de incertidumbre e inflación con bajo crecimiento de la economía, en México, vemos como a los Partidos políticos tan desacreditados y al INE (Instituto Nacional Electoral), los premian con la mayor tajada del pastel del presupuesto. Seis mil 788 millones de pesos para el 2018 y a esta cifra hay que agregar lo que reciben de los organismos electorales locales, además de las aportaciones privadas que representan un monto equivalente al 49 por ciento de las públicas. Para que no saquen la calculadora eso significa que aproximadamente recibirán unos 6 mil millones de pesos. Y eso es lo legal, sin embargo no hay forma de calcular las aportaciones que reciben por efecto submarino, bajo el agua, de los políticos en funciones y hasta con dinero sucio.
Durante meses se habló del monto del financiamiento y, a pesar de las críticas, no bajaron el presupuesto, por el contrario, lo incrementaron. Es evidente que no tienen consciencia del momento en el que se encuentra la economía. Los partidos políticos registran los niveles más bajos de aceptación y credibilidad ciudadana. La aprobación de recursos para el financiamiento de los partidos políticos está en manos de los Diputados y del Ejecutivo, que no solamente son fieles a sus partidos sino que saben que todos disfrutarán de la tajada millonaria del pastel.
La justificación del INE para tal despilfarro, es que se maneje dinero limpio para propiciar condiciones de equidad y autonomía frente a intereses privados o ilegales, es decir frente al dinero que tiene que lavar el narcotráfico. Lo hacen ver como una fórmula legal, democrática, pero no le quita lo inmoral. Para agregar leña al enojo, el INE está pidiendo 18,226.4 millones de pesos, el monto más alto de la historia. Así las cosas, el INE tendrá atribuciones nuevas producto de una pésima reforma electoral que aprobaron en 2014. Falta enterarse del costo de los spots en la televisión, con precios actualizados, es decir más de 20 mil millones de pesos.
Mientras los tres niveles de gobierno se quejan del recorte al presupuesto por los planes de austeridad, los más afectados serán los programas sociales tan necesarios en el sector que se encuentra en condiciones de pobreza. También los hospitales del sector salud se encuentran dentro del recorte y los usuarios sufren por la carencia de medicamentos.
Otra área que no ha logrado mejores recursos es la Academia Mexicana de Ciencias, a pesar de las advertencias según las cuales si no incrementan el presupuesto destinado a la ciencia podrían verse afectadas las investigaciones de la nanotecnología aplicada al sector salud, en especial al tratamiento del cáncer. La ciencia básica es la que más sufre por los recortes, la investigación en México en ciencia, innovación y tecnología es poco comprendida y los legisladores no entienden la importancia que tiene la inversión en este rubro. Las áreas científicas que apoya el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) se dividen en desarrollo tecnológico, ambiente, salud, desarrollo sustentable, conocimiento del universo, sociedad y energía. Vemos como los investigadores emigran a otros países con mejores oportunidades de desarrollo.
En Estados Unidos los simpatizantes sufragan voluntariamente los gastos de campaña, en México los contribuyentes somos obligados a subsidiarlos. Entendemos que no tenemos confianza en que los partidos políticos se manejen de otra manera. Pueden comprarlo todo con tantos recursos, hasta simpatizantes, lo que no pueden comprar es la confianza, la vergüenza y la honestidad. Esos valores están muy escondidos.