Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
rosa-chavez-cardenas

Soy Conservadora a mucha honra ¿y tú?

El tema recurrente del presidente López Obrador es criticar a sus adversarios, culpar a los neoliberales y a los conservadores de todo lo que sucede en el país. ¿Pero quienes son los conservadores? El conservadurismo inglés nació como una reacción a las ideas liberales de la revolución francesa, se le llamó el enemigo de la especulación filosófica.

Defiende los valores que considera indispensables para la estabilidad social, el proceso de la nación y la realización del individuo como persona. Valores como: la libertad y los derechos fundamentales, la estabilidad, el orden, la autoridad, la justicia social y la solidaridad. el desarrollo y el crecimiento de la economía y la virtud personal.

El conservadurismo es cercano a la autoridad fuerte, al cumplimiento de las normas, los deberes, la religión, el orden, la observancia de los preceptos morales universales, la estabilidad y la tradición. El liberalismo es el partido de los derechos, el conservadurismo del orden y la tradición.

Al conservadurismo se le ha acusado injustamente de ser de la clase alta y proteger a los terratenientes. También se les ha acusado injustamente de ser aristocrático y de proteger a la clase social privilegiada. Los que pertenecen al conservadurismo tienen la creencia que los políticos y la sociedad deben sobresalir por sus propios méritos, disciplina y compromiso. Los conservadores creen en la religión como factor de espiritualidad y armonía de la sociedad; y en la existencia de un creador del universo, se defienden al decir que no son un partido clerical sino una asociación política independiente.

El conservadurismo era una corriente aceptada en la presidencia de Santa Anna que derivó en expresiones descaradas de opulencia, derroche y corrupción. Ideas según las cuales a la elite, por el solo mérito de nacer privilegiados y de congraciarse con el poder, se le permitía toda clase de privilegios, que fueron criticados por los liberales.

Fue en la guerra de reforma y con la caída de Maximiliano (1867) que los conservadores agacharon la cabeza. Con el levantamiento entre conservadores y liberales en la guerra de los cristeros, el adjetivo conservador quedó como estigma inapropiado, sinónimo de “mochos” las personas devotas de la religión católica, señaladas por practicar la doble moral. Todos los días el presidente en sus conferencias mañaneras alude al conservadurismo, no aclara más, pero hace referencia a los que no lo apoyan, a los millonarios, a la élite de este país, a los corruptos de la derecha y a los privilegiados de regímenes anteriores.

López Obrador presume ser un experto historiador, vive en el pasado con sus filias y fobias, Benito Juárez es su preferido y Porfirio Díaz, según sus ideas, el peor presidente. Espera que el Rey Felipe y el gobierno de España le pidan perdón de rodillas por los agravios de la conquista. El doble mensaje es claro, critica a los millonarios, pero presume su amistad con Carlos Slim, Alfonso Romo y con el recién fallecido Alberto Bailleres. Los utiliza cuando necesita su cooperación como en la farsa de la rifa del avión, cuando les hizo comprar boletos. De hecho, varios ganadores siguen esperando el premio.

Para el presidente ser de izquierda, es tener un par de zapatos, ganar el salario mínimo y no ser aspiracionista como la clase media a la que también critica por superarse, estudiar y desear mejorar su economía. Sin una buena definición, ni de derecha, ni de izquierda, pero si ser conservador es vivir los valores para la estabilidad social, el progreso de la nación y la realización del individuo como persona, me considero conservadora. También, levanto la bandera por la libertad y los derechos fundamentales. La estabilidad, el orden y el respeto a la autoridad, la justicia y la solidaridad. El desarrollo y el crecimiento de la economía y la virtud personal.

Causa mucha frustración la violencia en la que está atrapado nuestro país, ver cómo, los políticos elegidos en elecciones democráticas, se enferman de poder. Ojalá tomáramos el ejemplo de Perú y se pudiera juzgar a los políticos por corruptos y omisos en sus obligaciones. Bueno estamos a la expectativa de ver cómo juzgarán al exgobernador de Monterrey, esperamos que sea un referente en el sistema de justicia.

Hey you,
¿nos brindas un café?