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Solidaridad desde las carencias

La colaboración mutua entre personas es un acto social, una acción que le permite al individuo mantenerse en su naturaleza de ser social. Es fundamental fomentar y desarrollar la solidaridad en todos los ámbitos, no solo en situaciones de crisis, como los conflictos armados o los desastres naturales. La solidaridad permite sentirnos unidos en una relación que involucra sentimientos que ayudan a mantener el tejido social y a experimentar sentido de pertenencia. La solidaridad es un acto con buena intención, caritativo, generoso, un compromiso, una misión. Actualmente se fomenta en las empresas el compromiso social, acciones valoradas que convierten a la empresa en una aliada en la consecución de un mundo mejor: prestar servicios responsables, conservar el medioambiente, contratar a personas con discapacidad y otras en riesgo de exclusión como los migrantes. Una mujer que ha puesto el ejemplo desde sus carencias económicas y gran corazón es Norma Romero, quien junto a un grupo de 14 voluntarias de la comunidad La Patrona en el estado de Veracruz, prepara alimentos para los migrantes que viajan en el tren llamado la “Bestia”. Su acción invita a reflexionar a los que tenemos sueños de cambiar al mundo. “No trates de cambiar al mundo, cambia tu”. Anualmente se desplazan unos 500 mil migrantes, la mayoría de origen centroamericano que buscan el “american dream” y arriesgan su vida en su paso por México.

Norma Romero y las otras voluntarias llevan más de 20 años repartiendo alimentos. La idea nació cuando unos migrantes pidieron algo para comer a unas mujeres que acababan de comprar pan. La necesidad de quienes transitan muertos de hambre y sed, tocó sus corazones. Diariamente preparan unos 25 kilos de arroz, frijoles, pan, tortillas y botellas de agua y entregan unas 200 bolsas en un tiempo aproximado de 15 minutos con el tren en marcha. Ofrecen, además, albergue y primeros auxilios. Norma Romero es la líder del grupo y recibió el premio Nacional de Derechos Humanos en 2013 y el Princesa de Asturias de la Concordia en 2015, entre otros.

Norma es una mujer que hace la diferencia, sigue trabajando en el campo, siembra caña, se la pasa dando conferencias en universidades y congresos tocando corazones. Ha ganado fama, pero no ha perdido su sencillez, inteligencia y carisma.

Invitada a la asamblea de Coparmex, aplaudimos su trabajo todos de pie. Me dijo: “la riqueza se basa en lo que queremos hacer por los demás”. Les advierte a los migrantes que se quieren incorporar al narcotráfico: “trabajo fácil, muerte segura”. Hablando del muro, dijo que no parará la corrupción, los polleros están al acecho de los migrantes y seguirán estafándolos. Criticó duramente a Trump, enfatizó que no pertenece a ningún partido, pero que acepta el apoyo de quienes quieran incorporarse al proyecto e invitó a los empresarios a crear fuentes de empleo en el pueblo de las Patronas.

De pronto vi a una Madre Teresa mexicana por su convicción en su religión y su ayuda desinteresada. Dice que el mejor regalo que recibe son las bendiciones de los migrantes y las familias que se acercan para agradecer su labor. Es fácil quejarnos, hablar mal de nuestro país, pero podemos organizarnos, permitir que la solidaridad toque nuestro corazón, no hay satisfacción más grande que hacer algo por los demás. Enseñar a pescar, los que estamos en el barco podemos hacer la diferencia.

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