Estamos ante la presencia de un mundo muy diferente del que teníamos hace 20 años. Aptitudes como la creatividad, la proactividad y la habilidad para enfrentar cambios son cada vez más valoradas.
Esto sumado a las facilidades de la comunicación y una conciencia más crítica sobre los problemas que enfrentamos, han sido catalizadores de esta cultura emprendedora que cada vez toma más importancia.
Sin embargo, por lo trendy que se ha vuelto, todo el mundo piensa que ser emprendedor es demasiado divertido, recibes dinero de distintos programas sin dar nada a cambio y todo el mundo cree que es tarea fácil.
Pero la verdad es totalmente diferente. Es un camino complicado, lleno de huecos y baches que muchas veces te hacen salir del camino o incluso estrellarte.
Aquí 7 cosas que nadie te dijo, te dice o te dirá sobre ser emprendedor:
1. No tienes horario: el emprendedor por lo general se ve en la necesidad de trabajar hasta que sea necesario, incluyendo fines de semana. Sin duda hay momentos para relajarse y distraerse pero olvídate de derechos laborales, una hora completa de almuerzo y horarios que te permitan tener una rutina: ESO NO EXISTE.
2. No tienes sueldo: los primeros años de tu emprendimiento se van en intentar consolidar un equipo y un producto/servicio, razón por la cual tienes pocas o ninguna venta pero sí debes cubrir gastos fijos. No cobrar un sueldo es parte del sacrificio para poder cumplir tu sueño.
3. Vives endeudado: empezar un emprendimiento cuesta dinero y no será sino hasta después de varios años (en el mejor de los casos) que podrá ser auto-sostenible. Así que siempre se debe apelar a las 3 F (Family, Friends and Fools) para que te apoyen. Esta semana me reuní con un emprendedor que había hipotecado la casa de su madre para poder montar su emprendimiento, mientras lloraba inconsolablemente me decía “es que si mi idea no funciona, dejo a mi madre en la calle”. A veces el sacrificio es extremo y puede afectar a tus seres más queridos.
4. Te llamarán loco o desempleado: cientos y cientos de veces te dirán “estás loco, mejor deja esto y busca un trabajo serio” o te dirán “ser emprendedor no es un trabajo” y tienes que ser fuerte para no dejarte influenciar por esto. No todo el mundo comprende el ciclo y la dinámica de un emprendedor así que muchas veces es mejor hacer caso omiso a estos comentarios destructivos.
5. Estrés, sudor y lágrimas: si no te gustan los riesgos y la aventura, el emprendimiento no es para ti. Todos los días se viven emociones diferentes en un ambiente sumamente riesgoso. Al menos por los primeros 3 años, vas a estar a punto de quebrar unas 10 veces (mínimo), se te van a ir tus empleados favoritos, un día puede que recibas dinero y premios y al día siguiente te llegue un abogado o alguien del gobierno amenazando con cerrarte porque te falta un papel del cual no tenías ni idea que existía.
6. Tu vida amorosa puede ser un desastre: sin un horario fijo y sin dinero es muy difícil tener una pareja. Esto sin contar que muchos emprendedores deben viajar mucho, pasando semanas fuera de sus casas y en algunos casos, sin acceso a comunicación. Estos factores son unos asesinos de cualquier relación amorosa y si no consigues a la persona que esté dispuesta a vivir esta aventura contigo, lo mejor que puedes hacer es estar solo (a)
7. Nadie te prepara para esto: por más que hayan cursos y talleres para emprendedores nadie te prepara para esto. Cada experiencia es distinta y cada emprendedor tiene una forma diferente de asumir las cosas. La paciencia, la fortaleza y la resistencia son claves para seguir adelante. Situaciones complicadas, problemas personales, ambientes de mucho riesgo van a ser recurrentes en toda la experiencia. Por si no fuera poco, el emprendedor debe darle ánimo a su equipo y a su familia y en muy pocos momentos muestra vulnerabilidad, aumentando más la carga emocional.
Si después de leer esto todavía quieres ser emprendedor, alégrate porque pasaste la prueba. Aunque en algún momento te vaya mal o las cosas no te salgan tan bien, no te preocupes, tienes todos los elementos para que algún día todo te salga bien. Aunque el camino sea largo y complicado, valdrá la pena porque es TU propio camino el que estás recorriendo haciendo lo que más te gusta.