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Enrique Rondon Nieto

Sembraron odio y quieren recoger amor

El pasado 10 de agosto el presidente de Venezuela Nicolás Maduro presentó ante la impuesta Asamblea Nacional Constituyente el proyecto de Ley contra el odio, la tolerancia y por la convivencia pacífica.

Esta Ley buscaría “frenar la campaña de odio y violencia por sectores extremistas de la oposición”. Las infracciones serían castigadas con pena de prisión de entre 15 a 25 años, “a toda persona que convoque acciones violentas y que generen caos y zozobra en la población”. También buscaría “erradicar expresiones discriminatoria político e ideológicas, supremacistas y raciales”.

Los proponentes de esta Ley tienen 18 años sembrando odio y ahora pretenden recoger flores. ¿O es que la siguiente frase es una invitación al amor: “Hay que freír en aceite hirviente las cabezas de los adecos” ?

Esa convocatoria a “acciones violentas” la hizo Hugo Chávez Frías en octubre de 1998. Podríamos argumentar que estaba en campaña electoral y que su instinto lo llevó, como apunta Nelson Acosta Espinoza, a identificar “a su adversario” y responsabilizarlo del “deterioro económico y social que padecían los venezolanos en aquellos años”. (1)

Vamos a pasarlo porque en ese momento era un aspirante a la Presidencia. Pero ¿y qué tal esta pronunciada el 30 de agosto de 2010 en un acto oficial en el 23 de Enero?:

Yo sí tengo guardianes, el pueblo venezolano, esos son los guardianes de Chávez, imbéciles (…) allá ustedes con su imbecilidad, y acá nosotros con nuestra dignidad y nuestra verdad ”. Tales palabras cargadas de cariño estaban dirigidas a CNN, como respuesta a un documental titulado “Los guardianes de Chávez”.

Chávez fue el maestro, en ocasiones con lenguaje escatológico. Y el actual presidente, Nicolás Maduro, algo aprendió de ese amoroso estilo. Un ejemplo: “Muchachito estúpido, terrorista imbécil. Ya tiene su nombre la celda”. Se refería a Freddy Guevara, primer vicepresidente de la Asamblea Nacional. Eso fue el pasado el 20 de julio, diez días antes de que se concretara el proceso constituyente.

Pero la más aventajada, sin duda, es Iris Varela, ministra para Asuntos Penitenciarios. Lo demostró en su intervención en la Asamblea Nacional Constituyente el 29 de agosto:

“Luisa Ortega, que hoy está arrastrada como un gusano en Estados Unidos (…) denunciamos, antes de que saliera huyendo como escoria que es…” (2)

Y ni hablar de ese prócer que es Diosdado Cabello.

Hablan de “frenar la campaña de odio” mientras sus acciones despiertan ese sentimiento en una población que no le alcanza el dinero para comprar lo mínimo de canasta alimentaria. Un pollo puede costar Bs 21 mil y el sueldo de un médico o de un maestro no llega a 30 mil quincenal.

Eso sin contar la represión. Más de una vez he escuchado el siguiente comentario: “Me provoca desaparecerlos”, refiriéndose a la Guardia Nacional, institución que ha sido convertida en brazo ejecutor para “arremeter contra una población civil y desarmada, que lo único que ha hecho es exigir elecciones constitucionales, ante un gobierno que los ha reprimido y asesinado empleando armas de guerra”. (3)

Desde Chávez hasta Maduro el odio ha sido “el motor de la revolución”. Sembraron odio y ahora están asustados por la cosecha. Esa ley contra el odio es una expresión de hipocresía. Busca castigar a quienes disientan del régimen. La paz y la reconciliación la viviremos en Venezuela cuando aceptemos perdonar, confiados en que la justicia terrenal será aplicada a los responsables de las desdichas que hoy vivimos. “Creer en una Conciencia Universal nos lleva al perdón humano» (Principio del Hoʻoponopono)


http://www.notitarde.com/Columnistas-del-Dia/Hay-que-freir-en-aceite-hirviente-las-cabezas-de-los-adecos/2016/04/17/942505/

http://www.el-nacional.com/noticias/politica/comision-convivencia-ojo-que-vigilara-los-venezolanos_201825

http://informe21.com/blog/javier-antonio-vivas-santana/a-proposito-de-ser-ciego-al-proximo-presidente-de-la-fraudulenta

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