México se encuentra en la etapa de la reconstrucción de los daños causados por el terremoto ocurrido en el mes de septiembre; las pérdidas humanas y económicas son enormes. La solidaridad brilló como el sol, dando energía y esperanza, sin embargo, en el opuesto, surgió la desconfianza acerca de cómo se aplicarán los recursos. En las redes sociales comparten mensajes con el monto de las donaciones que de manera solidaria han enviado de todas partes del mundo.
El Papa Francisco envió una primera contribución, el dinero será distribuido entre las diócesis más afectadas por el sismo, además se empleará en obras de asistencia a las víctimas del terremoto.
Cabe destacar que la Fundación Carlos Slim se comprometió a quintuplicar las donaciones recibidas, así se agregan al fondo de reconstrucción: Coca Cola, Bancomer, Walmart, Samsung, Google, Facebook, Apple, AT&T, Home Depot, Ford, Abbot, Total Play, Altán Redes, Scotiabank, Unicef y varios artistas: Salma Hayek, Lady Gaga, Katy Perry, J.K. Rowling, Ricky Martín, Maná, Cristiano Ronaldo, entre muchos más.
El Fondo de Desastres Naturales (Fonden) del que dispone México puede utilizarse para resolver necesidades básicas de los damnificados y la reconstrucción de viviendas, reparación de infraestructura, incluso de monumentos históricos.
Actualmente Fonden tiene recursos por 9mil millones de pesos, monto que puede complementarse con recursos de un bono catastrófico emitido en agosto por el Banco Mundial por 360 millones de dólares. Por supuesto que no faltan quienes se aprovechan, son personas sin escrúpulos que piden apoyos sin ser damnificados.
Han surgido varias iniciativas como la que propone el escritor Enrique Krauze y la Revista Letras Libres: “Apadrine un pueblo”. Otra iniciativa que, por el contrario, no fue exenta de críticas es la que propuso el Presidente Peña Nieto: hacer una “tanda” entre cuatro familias, como lo hacían los indígenas en los Tequios (forma organizada de trabajo colectivo) para construir. La idea es que se reúna el capital, los 120 mil pesos que les entregaron y luego, a través de un sorteo, se inicie a construir la primera casa, luego la que sigue, y así sucesivamente para que, con trabajo en equipo, se puedan terminar más pronto las viviendas.
Tras esta lluvia de ideas, organizaciones de la sociedad civil se unieron y surgió; Epicentro, la plataforma cívica para reconstrucción social con integridad, que reúne a 30 organizaciones sociales, empresariales y académicas de reconocido prestigio cuya tarea será la de vigilar los recursos donados para la reconstrucción. Ellas son Transparencia Mexicana, Mexicanos Primero, Oxfam México, Habitat, international Coalition, Causa Común, México Evalúa, Centro Prodh Miguel Agustín Pro Juarez, Impunidad Cero, Observatorio de la Industria de la Construcción, Gobierno Fácil, Manos a la Obra (estudiantes mexicanos del MIT), Supercívicos, Barra Méxicana y Colegio de Abogados, Equis Justicia para las Mujeres, Wikipolítica CD de Mex, Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, Save de Children, The Hunger Proyect, TEC de Monterrey, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, COPARMEX, IMCO, Fundar centro de análisis e investigación, Fáctico, NYU Lab, PODER, Appleseed.
Tres serían los ejes de acción: 1. Seguimiento del origen y uso de los recursos destinados a la reconstrucción. Se integrará la información sobre los fondos para dar seguimiento al ejercicio de los recursos. 2. La reconstrucción debe tener perspectiva social y de derechos humanos, género, infancia y juventud e incorporar las prioridades y necesidades de las distintas comunidades. 3. Responsabilidades y reparación del daño. Vigilarán que se sancionen los actos de corrupción y se garantice la reparación del daño.
Nos queda aprender de la tragedia, construir con los reglamentos de la zona sísmica en que habitamos y tomar consciencia de lo vulnerables que somos ante los desastres naturales. Vivir con la seguridad de llegar a los cien años, pero, preparados como si fuéramos a morir mañana. Valorar a las personas es el más grande de nuestros recursos.