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Román Rojas

Román Rojas: la música para cruzar tiempo y espacio

NUEVA YORK: Los recuerdos de su infancia giran alrededor de una voz, voz que daba vida a las imágenes, voz inconfundible para los otros, de arrullos y cariño para él. Era la voz de su madre, Milagros Hermoso, quien fue una de las más importantes voice over de Venezuela, cantante y conductora de un programa radio en la emisora cultural de Caracas.

“De mi madre heredé la creatividad, de mi padre, diplomático y analista internacional, el amor hacia los libros, el análisis, la profundización”, dice Román Rojas, perdido en recuerdos atrapados entre innumerables estudios de grabación, y entre las calles de Estados Unidos y Venezuela, países donde transcurrió la vida de su padre hasta que se trasladara a Bélgica para asumir la Embajada de la Unión Europea.

Productor musical, compositor, músico, Román Rojas dará sus primeros pasos en el mundo de la música como administrativo, antes que creativo. Lo hará en Estados Unidos, ya que su madre se había mudado definitivamente a Washington tras un ofrecimiento de trabajo de Las Voces de América. Desde la capital norteamericana Milagros Hermoso, hará un programa en ondas cortas con audiencia en toda América Latina. 

El primer trabajo de Román será para la sección de músicos y productores latinos de la empresa BMI, una de las más importantes compañías norteamericanas que se ocupa de recaudar y distribuir las regalías por derechos de autor.

“De allí pasé al mundo de la edición musical. Teníamos grandes catálogos de música y los insertábamos en comerciales de televisión, radio, en películas, etc”.

Una vez más su mundo se desarrolla tras bastidores, su oído se afina, empieza a percibir cada vez con más claridad cuál es la música justa para ofrecer cierto ritmo, una determinada atmósfera. Trabajará más tarde para Billboard Magazine, la famosa revista de los éxitos musicales y se encarga de la sección dedicada a los latinos. Una experiencia importante que lo pone en contacto con los más reconocidos músicos latinos del momento.

La música lo seduce y conquista poco a poco, hasta que llega el momento en el cual decide dejar la parte administrativa y desarrollar su lado creativo.

No es un camino fácil pero Román tiene pasión y creatividad suficiente para emprenderlo. La vida pone en su camino a la mujer que será su musa, la que lo ayudará a sacar lo mejor de sí mismo, Anne Rackert. Era un persona que inspiraba, te levantaba el alma. Muchos de los músicos de hoy le deben a Anne su éxito” dice con un dejo de melancolía en la voz. La pérdida de Rackert, fallecida hace pocos meses, es una herida abierta que todavía duele mucho en el alma de Román.

Anne Rackert, no solamente le enseña música y le inocula la pasión por el ritmo y la melodía sino también es una guía de vida, siendo ella misma una gran activista de derechos humanos. Conoce a los más importantes cantantes y músicos del momento, sobre todo a los de de jazz. Tenía 16 años cuando fue novia de Billy Holliday. Cada vez que había las premiaciones de los Grammy organizaba grandes fiestas en su casa con los nominados, fiestas que permitieron a Román entrar en contacto con algunos de los músicos más importantes. “Era impresionante la gente que se aparecía en esas fiestas. Había muchas leyendas del jazz”.

Recuerda en particular una larga charla que, en una de esas fiestas, pudo mantener con John Hendricks, leyenda del jazz. “Un hombre increíble, yo estaba muy emocionado, me conocía toda su música, escucharlo fue como pasearme por años y años de jazz, ver de cerca a músicos y cantantes, conocer los entretelones de ese mundo tan fascinante.”

Otros de los grandes con los cuales Román ha tenido la posibilidad de charlar, aunque no tan en profundidad como con Hendricks, han sido Juan Luis Guerra y Rubén Blades.

“Rubén es una persona muy sencilla y profunda. No tuve muchos contactos con él pero una vez le dije que había comprado tres veces su disco “Siembra” porque cada vez que lo perdía tenía que comprarlo de nuevo ya que esa música me llegaba al fondo del alma. Le pedí su secreto y me respondió: “Mi secreto es que yo sigo viviendo hoy con el mismo código de vida de hace 30 años”.

Al adentrarse en la música ya por el camino creativo Román, en 2004, crea un grupo del cual será parte también el multipercusionista venezolano Luisito Quintero.

La tragedia del 11 de septiembre cambia su vida y sus planes. Junto con las torres gemelas también se derrumba una parte de sí y decide dejar Nueva York para irse a vivir junto a la familia. Con ella se queda dos años, hasta recuperarse. De nuevo a Nueva York entrará de lleno en la producción musical, lo hará para una compañía muy importante, ISM.

“Allí aprendí muchísimo. Estando en ISM me di cuenta de que para ser un buen productor tenía que recorrer todavía mucho camino y aproveché al máximo esa experiencia que me permitió trabajar con gente increíble. Poco a poco ellos mismos me fueron introduciendo en el mundo de la composición y así además de la producción también me ocupaba de componer las músicas que necesitábamos y a veces hasta de cantar.

¿Cuál es el rol de un productor musical?

Un productor musical es como un director de orquesta. Su trabajo es lograr que algo suene así como lo imaginaron sus compositores. Hay que saber buscar a los músicos justos, lograr que cada uno saque lo mejor de sí. A veces ni ellos mismos conocen sus potencialidades. No es fácil pero es fascinante y cuando logras el efecto deseado es muy satisfactorio-.

Son muchos los comerciales que utilizan la música producida por Román quien hoy trabaja como productor independiente y también compone música, canta y lleva adelante otros ambiciosos proyectos musicales. Recientemente ha lanzado en el mercado una versión de la vieja canción Llorarás. La canta su amiga Mireya Ramos una joven mexicana muy talentosa quien está teniendo mucho éxito con un grupo que se llama Mariachis de Toloaca.

La versión de Llorarás ha gustado mucho. El famoso Dj Carlos Campo quien trabaja en París para la conocida discoteca Barrio Latino, la colocó de primera en una recopilación de Buda Bar. La compilación se llama Barrio Latino Island y reúne a 15 canciones encabezadas por Llorarás en la versión de Román.

Si bien su trabajo diario se focalice esencialmente en la producción de música para comerciales, algo que, como nos explica el mismo Román, logra hacer en pocas horas porque a veces así se lo piden, sus proyectos creativos son más ambiciosos y van desde nuevas canciones hasta viejas melodías revisitadas con las nuevas tecnologías. También le gusta incursionar en la creación y producción de música y banda sonora para cine y para teatro.

“Estoy trabajando con varias personas, una de ellas es Manuel Pinto quien es músico y compositor al igual que yo y que además fue arquero del Barza. También tengo a otros amigos en Los Ángeles con los cuales estoy produciendo la segunda canción».

¿Te gusta más componer o producir?

Ambas cosas me gustan mucho. Y en el futuro quisiera componer y producir muchas canciones con mis amigos. También me gusta la idea de transformar algunas viejas canciones, así como hice con Llorarás.

Román ¿qué es para ti la música? –

La pregunta lo deja un momento perplejo, lo obliga a una pausa, a mirarse adentro y se pierde en sus emociones.

La música es algo maravilloso porque es una acción que se desarrolla en un momento determinado y sin embargo te lleva a viajar por el tiempo y por el espacio. La música mueve recuerdos, nostalgias. Una canción dura pocos minutos y sin embargo en esos minutos tu cerebro elabora infinidad de imágenes y tu cuerpo se llena de infinidad de emociones. Al final te sientes como si hubiesen pasado años mientras que en realidad fueron solamente pocos minutos. Cuando escuchas buena música sientes que las notas penetran tu piel, ocupan tus sentidos. La música te desdibuja en el presente para recomponerte en otro momento. Es mágica.

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