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Gabriela Insignares
Gabriela Insignares

Re interpretaciones contemporáneas: MATINAL los poemas de Ícaro, el buzo

 

Entrevista a Juan Carlos Carrano Henríquez

MATINAL los poemas de Ícaro, el buzo es la materialización literaria de un proyecto más amplio que abarca la música, el cine y que explora la consciencia humana de ciertos temas. Para esta primera producción su creador, compilador y editor, Juan Carlos Carrano, escogió un dispositivo que posibilita la conjunción visual y narrativa de las experiencias que le suscitaron los temas del mar y el amanecer como representantes simbólicos de la conciencia de la muerte propia.

Este conjunto de poemas se configuran en una realidad artesana, cocida y estampada a mano, para presentarse como un recorrido de búsqueda, que se inicia con el descenso consciente a profundidades personales. A través de la reinterpretación de la leyenda de Ícaro, los 20 poemas que componen el libro sirven de hilos conductores para la exploración de la consciencia humana. De rasgos intimistas, este libro busca conectar con el lector desde la atemporalidad mitológica y natural, y dibujar los bordes la contextura interna de su autor.

 

justo cuando pensé que había llegado a lo más alto de la montaña comprendí que no había más alto
ni montaña

entonces empecé a descender a lo más profundo del abismo sabiendo que tampoco existía

 

La disposición de sus partes responde a una narrativa cinematográfica que permite ubicar a esta obra en un plano que hace referencia a las ideas más que a las formas. En este sentido, cada poema permite avanzar al que sigue y ubicar a quien lee en una ruta interminable, con ascensos y descensos, con mesetas, deformidades, iluminaciones y con cíclica reiteración. Cada poema se corresponde con el que sigue y da sentido al conjunto construido a lo largo de diez años.

Para acercarse a esta obra no es necesario un detalle de los conceptos abordados ya que el libro se abre a las interpretaciones de quien lo tome y decida enfrentarse a la incomodidad de pensar lo desconocido, de saberse propenso a la muerte y obligado a seguir con cada inicio. En su trama se hacen visibles los condicionantes personales, que no están para encerrar sino para delimitar el espacio de búsqueda, y en su cuidada continuidad se asoma un espíritu optimista de entrega a la condena.

 

el vértigo ante el abismo, ¿será desgarre o delirio?
la nada negra y profunda, ¿será puñal o desvelo?

 

Quizás las palabras de su autor, tan abiertas como precisas, ayuden a dimensionar lo que fue el proceso de creación de una pieza que se cuida de generalidades y se eleva por su condición de concepción artística.

 

Cuéntame un poco cómo surge MATINAL los poemas de Ícaro, el buzo, por qué decidiste materializarlo y cuáles fueron los puntos claves para hacer este engranaje.

El poema más antiguo es del 2009. El primero es un pensamiento. Cada uno lo escribí por separado y están editados para esta compilación. Hubo detalles a nivel de ritmo y puntación que retomé para el libro y que ayudaron a la consistencia del tema. Empecé porque quería publicar y necesitaba expresarlo, sacarlo. Es un primer paso que espera completarse con un disco y con un trabajo audiovisual titulado albada, que trabaja la misma temática y que parte de los videos de mi infancia.

Cuando decido sacarlo lo primero que hice fue imprimir toda la poesía que había escrito y allí descubrí cosas que me gustaban mucho y otras que no servían. Empecé a darme cuenta, al explorar mi obra, de que en los últimos 7 años había escrito acerca del mismo tema y de esta percepción existencial hacia la muerte propia y la muerte en general. También me di cuenta de que en ellos siempre hablaba del mar y del amanecer. Entonces pensé que allí había algo, que esos temas estaban allí y que podía trabajarlos a partir de estos poemas. Lo vi como una línea que lo une todo, no sé si es temporal o de cambio, pero sí que representa mi contextura interna, que de alguna manera es lo que soy yo.

El tema principal de este libro, la conciencia de muerte propia, es lo único común entre humanos y creo que no le prestamos tanta atención. Antes me comía este pensamiento, la ansiedad y la depresión, y la válvula de escape eran estos poemas. No solamente hablo de esto como un punto de salvación, sino que al final del día necesitaba sacar alguna belleza iluminada de ese lugar profundo, y creo que de ahí sale este libro.

 

¿Crees que ponerlo en palabra era tomar el control de estos pensamientos?

Para poder ponerlo afuera y tenerlo controlado escribo ensayos o diarios; pero esto es otra cosa, esto era un éxtasis que venía de afuera. No creo haber sentido en algún momento que no los haya escrito yo, o que estaba en trance al hacerlo, pero sí creo que hay algo místico al saber que estás creando y que lo está creando desde afuera alguna fuerza, que seguramente es uno mismo.

Esto viene también de escribir en la madrugada y reescribir en la mañana cuando está amaneciendo, ese es el momento en el que más siento esta conciencia de muerte y de alguna manera esto me permite burlar esa obsesión.

 

La construcción visual de las imágenes se aleja de lo urbano, ¿cómo manejaste las figuras de la naturaleza y cuál es el sentido que tienen en la obra?

Lo urbano no lo tomo, al final del día lo que escribo es atemporal. Nació así, es el viaje interno y es la referencia que tengo con lo común humano, las referencias que tengo son naturales.

 

Se siente como si hubiera y no hubiera, al mismo tiempo, referencia a la naturaleza. Es la idea de la cosa, la referencia es a la idea, no una descripción de atributos.

Sí, se trata de un recurso que permite que se desnude el tema del que quiero hablar. Utilizo el recurso de la naturaleza como vivencia y como símbolo, pero no como una referencia específica a la que apegarse. Son poemas en los que esos símbolos son en los que vuelco el contenido. No es el mar, es la idea del mar. No es el amanecer, es la idea del amanecer. Es algo que también se trabaja mucho en lo cinematográfico; la naturaleza puede ser un recurso paisajista, pero también puede describir las profundidades de un personaje sin hacerlo explícito.

 

¿Por qué Ícaro?

El tema principal del libro es la conciencia humana como consciencia de muerte propia; es una reinterpretación de la leyenda de Ícaro, en la que no muere cuando cae al mar, sino que viaja y busca la libertad en esa profundidad. Ícaro representa esa acción de exploración y en esta re-significación el personaje busca su libertad, hacia abajo, hacia el misterio, hacia la muerte. Es una búsqueda siempre, es la libertad y la condena, porque no puedes escapar a menos que mueras. De alguna manera es un remolino que lo obliga a estar allí. La figura de Ícaro también me ayudó a distanciarme de los poemas, no soy yo en ataque de pánico o iluminado, sino los poemas que Ícaro escribió en ese descenso y en esa búsqueda.

 

No lo veía como un personaje, sí como una idea conductora. No se siente tercerizada la experiencia o la construcción narrativa. Es más pesado el concepto que la figura del personaje.

De alguna manera ese es el juego, no quiero esconderme detrás del personaje. Lo uso como representación, soy yo, pero hay un personaje de por medio para poder expresar ciertas cosas.

 

¿Cómo concibes este punto de contacto con el lector? Me sorprende que hayas podido alejarte de la impronta derrotista que sería el lugar común del tema y los conceptos se sienten muy procesados y madurados, como si dijeras esto ha sido así, te lo presento y va a seguir siendo.

Ahora, a la distancia, deja de ser un tema mío, cualquier persona podría sentir algo de esto y eso lo hace común y atemporal. El tema está casado con la propia existencia humana y eso es lo que hace que vibre. Pensé que iba a ser algo oscuro, denso, pero no ha sido así. Hay mucha gente que se conmueve y que me ha dicho cosas muy lindas después de leerlo. Disfruto mucho el que haya gente que pueda sentirse afín al tema y que se deje abrir puertas en la cabeza. Hay gente que está en sus propias profundidades y esta obra da pie a esa identificación. Es algo que nos pasa a todos cuando vemos una película o escuchamos un disco que nos eleva, ahí creemos ser realmente entendidos por el otro y podemos conectar a través de esa creación.

 

¿Cuál es la relación que tienes con el libro hoy?

Este proyecto sigue teniendo la coherencia de cuando lo escribí y está vivo. Es un ente, late, está vivo y ya no tiene que ver conmigo sino con la gente que lo lea. Ahora estoy más centrado en las etapas de promoción y difusión, que es lo que toca, y también buscando una manera de conjugar el libro como pieza con lo audiovisual. Es una parte del camino que pensé que no iba a disfrutar, pero que estoy disfrutando muchísimo.

 


 

Acerca del autor:

Juan Carlos Carrano Henríquez (Caracas, 1988) es un artista que desarrolla proyectos como músico, cineasta y escritor. En otoño de 2016, editó su primer poemario Matinal: los poemas de Ícaro, el buzo. Actualmente vive en Barcelona.

El libro se puede encontrar en:

BARCELONA, España

Documenta (Dreta de l’Eixample) – La Central (El Raval) – La Central (Mallorca) – Laie CCCB (El Raval) – Nollegiu (Poblenou) – Sons of Gutenberg (El Raval)

MADRID, España

Arrebato Libros (Malasaña) – Cervantes y Compañía (Malasaña) – La Central (Callao) – El Aleph (Plaza España)

CARACAS, Venezuela

El Buscón (Las Mercedes) – Kalathos (Centro de Arte los Galpones. Los Chorros) – Lugar Común (Altamira)

También se puede consultar en la Biblioteca de la Organización Nelson Garrido (ONG)

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