¿Quién es quién en la estupidez? Andrés Manuel López Obrador. ¿Quién es quién en el autoritarismo? AMLO. ¿Quién es quién en el abuso del poder? AMLO. ¿Quién es quién en la estigmatización y en la intimidación contra los periodistas? AMLO. ¿Quién es quién aquel que se atreve a erigirse como poseedor de la verdad? AMLO.
¿Cómo podrá justificar López Obrador su nueva sección de las mañaneras, «Quién es quién en las mentiras, para conocer las mentiras que se difunden en medios de información convencionales y también en las redes»? Lo anterior ha provocado una gran polémica entre los periodistas, activistas y defensores de los derechos humanos. Nos queda clarísimo que al Presidente lo tienen sin cuidado estas críticas porque:
«Yo, como presidente de la República, soy el único que tiene la verdad. Yo represento el tribunal de la verdad, el único que puede decir quién miente y quién no. El único que tiene el monopolio de la verdad. A mí nadie me puede replicar, eso sería lo más antidemocrático. Yo tengo el derecho de decir ‘esto es una calumnia’ y probarlo. También puedo decir quién es quién en la clase media, en el conservadurismo; quién es quién como neoliberal; quién es quién como aspiracionista, y quién es quien le ha dado la espalda al pueblo. Yoooooo, que se escuche bien, solo yoooooooo puedo pontificar la verdad absoluta, porque yo no miento, no robo y no traiciono. Tampoco estigmatizo a los periodistas y menos a los medios, lo único que hago es poner por delante la puritita verdad. A qué vienen todas esas críticas si ya no existe la censura, ni hay persecución por las ideas por parte del gobierno federal. Les debería de dar vergüenza defender un periodismo de mentiras. Estos periodistas son pura tergiversación que busca la calumnia. Imagínense, tocar a los intocables, a los que se consideraban intocables, nada más ellos podían cuestionar, destruir… Imagínense cómo eran en época de Salinas. ¡Ay, nanita!», exclama con su folklórica expresión de los cincuenta.
Nos preguntamos si el mandatario más mentiroso que ha tenido México está enterado de que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) rechazó la «campaña de estigmatización del presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de medios de periodistas y medios de comunicación mexicanos, por lo que pidió su cese inmediato toda vez que suelen degenerar en hechos de violencia». El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Carlos Jornet, agregó: «… en el caso de México, uno de los países de mayor riesgo para el ejercicio del periodismo, resulta doblemente peligroso el discurso directo de la Presidencia con insultos contra los periodistas y medios, un tipo de agresiones que, como lo indica la experiencia, suelen degenerar en hechos de violencia». (Infobae).
¿Por qué el Presidente no se pregunta quién es quién entre los funcionarios de su gabinete y sus familiares lejanos y cercanos? ¿Por qué no se pregunta quién es el verdadero responsable del derrumbe de la Línea Dorada y quién es quién entre los lambiscones que lo rodean y que en lo oscurito y a sus espaldas lo critican horrible y rechazan sus ocurrencias totalmente estúpidas? Pero, eso sí, contradecirlo: ¡¡¡¡jamás!!!! Para estos funcionarios de cuarta, imposible confrontar a su dios y señor dueño de la verdad. Uno de los aspectos más lamentables de este gobierno es la gente que lo rodea y que le hacen creer al Presidente que todo va bien y que «vamos a todo dar»; esos son los peores y que más daño le hacen a López Obrador.
Y mientras AMLO pregunta todos los miércoles, divertidísimo, a su «experta» en la materia, Ana Elizabeth García Vilchis, ¿quién es quién en las mentiras de la semana?, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se cuestiona, no los miércoles, sino a diario: ¿Who’s who en la corrupción en México? ¿Who’s who entre los narcos de los nuevos cárteles surgidos en la 4T? ¿Who’s who entre los funcionarios millonarios más cercanos al presidente de México? Y ¿who’s who en el Ejército mexicano?