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¿Que le pasa a U.S.A. con las Kardashian?

Cuando Vogue se pone liberal, llega a mostrar lo que no queremos ver. Tal vez porque cuando la tolerancia proviene de una militancia en lo políticamente correcto y no de una íntima y honesta comprensión de las cosas, sucede el mamarracho.

El título del artículo, “¿Quién dice que no puedes mostrar algo de carne después de los 45?”. Por fecha de nacimiento, quise leerlo. Y me encontré con afortunadamente escasas líneas que al principio parecían simpáticamente justicieras, pero que terminaron en entuerto:

Comienzan por referirse al dicho que aconseja que «si lo tienes, pues osténtalo», muy propio de la cultura protestante que no esconde la riqueza que no es pecado. En el mismo tono moral, entienden que un buen cuerpo, bello y fuerte luego de mucho esfuerzo y ejercicio o porque te bendijo la genética, no tiene por qué ocultarse. Ni siquiera cuando la edad aconseja códigos vestimentarios de más recato. Hasta ahí vamos bien. No hay razón para que la edad te impida que muestres algo de carnita cuando te provoca, continúan. Pienso en las veces que he visto mujeres en minifalda y tacones, escotadas por todas partes, en el verano de las costas europeas, y me siento culpable de haberlas encontrado siempre muy inapropiadas. En Venezuela, eso no se ve. Las viejas se visten de viejas, pues, para decirlo en dos platos. Y las que no, se les percibe más viejas aún.

Continúa Vogue, … no es porque la sociedad tenga una muy “graciosa” manera de decirle a las mujeres mayores de 45, que deben desaparecer, que hay que hacerles ningún caso. A manera de invitación, toman como ejemplo la declaración de principios que hiciera Susan Sarandon, cuando recientemente impactó en la alfombra roja del Festival de Cannes con sus atrevidisísimos escotes, a pesar de sus casi 70 años. Citan otros ejemplos como la perpetuamente cautivadora y sin edad aparente Naomi Campbell, que sospechan puede haber encontrado la fuente de la eterna juventud; Cindy Crawford, Stephanie Seymour, Elizabeth Hurley… que no le temen a embutir sus curvas, ni a mostrar bastante a través de pronunciados escotes y demás aperturas carnívoras… Seguimos ligeros pero bien. Hasta llegar a Caitlyn Jenner. Cuando ponen a Caityn Jenner de ejemplo, ya entramos en otro terreno, digamos que de definiciones muy fangosas. El mérito de Jenner según esta conseja de Vogue, son sus llamativos y ajustados vestidos de tigre, que luce sin ningún pudor a diestra y siniestra, el antiguo tigre olímpico. Concluye Vogue diciendo que cuando se llega al tigre, el único accesorio que se necesita es la confianza. Definitivamente, hay que tener no digo confianza, sino suprema desfachatez, impúdico descaro, capacidad de burla, no sólo para ponerse los vestidos de tigre que te pueden llevar a lucir como Jenner, sino para ponérselo como ejemplo a las mujeres de más de 45 años del mundo.

Nos invita Vogue a “entigrarnos”, siguiendo el ejemplo de un hombre de más de 60 años, operado de mujer. Y las fotos… no pueden ser más desafortunadas en esgrimir todo el peso de lo patético que puede ser su imagen: Jenner sin photoshop ni filtros, luce la fealdad de su artificio en todo su esplendor. Definitivamente, ser mujer es algo que no se hace en un quirófano. No es menester mayor argumentación. Me remito a estas fotos.

Para terminar, siguen los videos favoritos de la semana: de Kendell Jenner, de Kim kardashian y el marido… ¿qué les pasa a los norteamericanos con esa familia? ¿De dónde sacan para convertirlos en familia a seguir en televisión? ¿Por qué los han convertido en tendencia? …una gente que no piensa sino que come, respira, compra y compra, hablan con la boca llena y se visten, compran y se pasean y discuten nimiedades de la cotidianidad de una familia disfuncional, frente a las cámaras que los siguen donde vayan… convertida en modelo. A ver… si la familia es la base de la sociedad, ¿de qué tipo de sociedad estamos hablando?

¿O será que de tanto no esconder, hay algo que se esconde? ¿Qué es lo que quieren tapar con tan poco agraciado recurso? ¿Se puede tapar el vacío, con vacío…? Una vez más, en todo este exabrupto mediático, como siempre, las mujeres somos las que nos llevamos la peor parte.

Aunque la directora del Hospital Pérez de León en Caracas, Zaida José Medina Gutiérrez, sí se llevó lo mejor de lo que quedaba. Fue detenida por presuntamente robarse insumos médicos (Alex Saúl Fuenmayor/ Globovisión)… en un país donde la gente se está muriendo por la falta de insumos médicos. ¿Qué le pasa a Venezuela con su gente? ¿Qué hago yo hablando de las Kardashian/Jenner? ¿Qué vacío quiero tapar con este vacío? El vacío de país que nos está invadiendo a todos, tal vez… vacíos los anaqueles y las farmacias, las calles cuando atardece, vacías las aulas de clase… los vacíos de una Venezuela que no come, no compra, no viste, roba y mata y no la siguen las cámaras a donde va.

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