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Pyme y RSE en América Latina – La historia de David contra Goliat

El crack de Wall Street que se registró en 2008, puso en tela de juicio el poderoso andamiaje global de las multinacionales. El orbe ha vuelto la mirada sobre la RSE, y Small & Medium Business, acaso descolla como la gran promesa de este siglo.

Cuando se habla de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), suele pensarse primeramente en el segmento corporativo. No obstante, es sorprendente cómo la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme), también realiza en América Latina, un importante trabajo en esta área. Es posible que de manera menos estructurada, y –acaso- con menos impacto numérico, pero a veces con mucha mayor significación relativa.

La Pyme representa más de 90% del empresariado en el planeta entero; y genera entre 50 y 60% del empleo, contribuyendo con más de 50% del Producto Interno Bruto (PIB). En Latinoamérica, más de 60% de las empresas son Pyme’s, y genera entre 40 y 50% del empleo. Dependiendo de la definición usada en cada país, pueden incluirse como Pyme’s empresas de entre 10 y 100 empleados, y hasta 250 en algunos países.

Un acto de fe

Antonio Vives, socio principal de Cumpetere, y ex gerente de Desarrollo Sostenible del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), explica que “el tema con la Pyme, es que no sabe que está haciendo RSE. Es algo natural, mientras que en el segmento corporativo, tenemos un esfuerzo mucho más consciente, pero enfocado hacia la opinión pública, y la captura de reputación”, entrecruza las manos, y enarca las cejas.

Sólo para bajar a las entrañas de ese monstruo llamado Tercer Mundo: “Uno de los principales disparadores de las acciones de RSE en la Pyme, en el entorno latinoamericano, es de carácter ético religioso. Me refiero a la gran tradición católica de América Latina, y el asistencialismo que –en cierta forma- ha desplegado la Iglesia Católica, para suplir las deficiencias del Estado. Esto ha sido así desde la Colonia”. 

El experto, también profesor de la Universidad de Stanford, remarca que no hay estándares de medición, ni siquiera indicadores, en esta materia. Es algo espontáneo. “Es un poco como la imagen que está en los Evangelios: la viuda que dio más limosna, porque dio de lo que no tenía. En términos relativos, el aporte de la Pyme en RSE puede ser mayor, pero no en términos absolutos”, toma distancia.

Data atomizada

La investigación –argumenta Vives- para determinar cuáles son los sectores productivos de la Pyme, que más y mejor RSE hacen en la sub región, es asignatura pendiente. No se ha hecho. Es muy difícil, porque la data está demasiado atomizada. Pero garantiza que, si lo vemos por país, los punteros son Brasil, Chile y Colombia.

“Una peluquera de Catia (zona populosa de Caracas) trata bien a sus empleados, porque a ella le gustaría se tratada del mismo modo. Hay una empatía que no se verifica en las grandes empresas, las cuales no suelen conocer a sus empleados. Son números, y entre más grande la empresa, más número es el empleado”, da cuenta de una verdad muy dolorosa.

El reconocido analista espeta que la crisis financiera mundial tiene la responsabilidad de los reguladores, que no hicieron bien su tarea, y también la responsabilidad de la avaricia y los incentivos perversos dentro del sistema financiero, mucho más que dentro de las multinacionales, no obstante. La crisis global se desparramó en todo el mundo, asevera Vives, y en todo tipo de industrias, pero nació como consecuencia de la responsabilidad de los operadores financieros. Pagan justos por pecadores.

Blanco fácil

Y dice en descargo de las multinacionales: “Cuando se afirma que Walmart es más grande que Perú o Ecuador, se está comparando peras con manzanas, valor agregado con ventas, cosas que son muy distintas. Es cierto que algunas multinacionales son muy grandes, y también son un blanco fácil, porque son muy visibles. Es algo relativamente sencillo. Cuando una multinacional comete alguna barbaridad, la conocemos todos, y tiene un gran impacto de opinión pública”, dispara, en honor a la verdad.

La Pyme es una gran promesa para el mundo -calibra el experto-, porque genera cohesión social. Se trata de personas que tienen que sobrevivir, y no se pueden dar el lujo de darse por muertos por la crisis. Se caen, y así mismo se levantan. “La Pyme da continuidad a lo largo del tiempo. Si una Pyme quiebra no pasa gran cosa, en la economía de un país, pero sí es capaz de dar mucha cohesión a escala de base. Tiene un gran papel que jugar en la continuidad y la resiliencia de los sistemas económicos”, relata, en torno a la nobleza del formato Small & Medium.

Ahora bien, ¿qué están haciendo los cooperantes internacionales? Un tema que tienen en la agenda es desarrollar a la Pyme, desde el apoyo financiero hasta el desarrollo gerencial. La Pyme necesita el apoyo del Estado, necesita incubadoras, no sólo apoyo financiero. “Hablo de la Unión Europea (UE) y todos los bancos multilaterales. Otra cosa es apoyo en la cadena de valor, es decir, el desarrollo de los proveedores. Este es otro tema que está en la agenda de los cooperantes internacionales”, remata el vocero. 

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