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Juan Luis Landaeta

La vida misma: Paisaje muerto de alabanza: Palabras de presentación a Igor Barreto en el KJCC de NYU

Igor Barreto abre la profundidad de un espacio que amplio, se cierra en sí: San Fernando. Desde la montaña hasta el monte adentro de las ramas vivas de nutrias, se denota una rendición alta y pura: lo llano. El pueblo, la particular barbarie frente a la civilización es su primer sitial. Luego vendrá la interpelación. La ciudad que en su violencia comete el atropello y goza su horror frente al espejo.

 

Toda la noche el televisor   habla   de sus reinos,
Donde un western nos lava
Con sus ríos de tierra   -y el Apure tan lejos
Es un pozo de creolina en la memoria-.

“I, Ciudad Alianza” ¿Y si el amor no llega? (1983)

 

Igor tiene una voz que prefiere ampliar, adentrarse en el afuera, en la poderosa transición de lo interno. Para él, todo alrededor es un adentro: ahora que el paisaje ha muerto de alabanza. Será sencillo pensar la representación de esa íntima vastedad a través del llano o de lo llano. En su ironía está la experiencia de quien sabe en aguas mansas todo lo fatal.

Apure, nombre que aparece como un todo en su obra, no es sino un eje geográfico para partir. El verbo, el hombre que habla, se enfrenta siempre al inicio prístino, a la contundente argumentación que lo derrota: la intrascendencia.

 

Lo único que nos quedó fue la palabra
Y la palabra   Acampó en nosotros

“1920” Tierranegra (1993)

 

Es así como condensa la visión de escaladas tras sus versos. La escalada que entiende al animal que baja la cabeza y sobre su crisma, el infinito se hace paisaje, recorrido. A partir de un imaginario que no exacerba ni extorsiona con su situación natural, la voz construye su posición frente a la desembocadura. De lo rural en lo civilizado y de la tierra de orilla en orilla. El polvo en sus manos comprende en su extensión al país, la rama vencida de su sangre. Solo que también esa rama envejece, seca y vuelca en el río su forma.

Del bravo llano interno, Igor nos lleva luego a la montaña. Lo que lo rodea y lo que lo conforma son una misma cosa. No es cruel el caimán que con muerte se sacia. Al final el caimán no se comió a nadie. Esa montaña, Everest, montículo o Annapurna llega de la mano de un funcionario público.

 

 -Si te lanzas al abismo estarás en el camino de la gravedad
Física. Persiste sobre la roca y serás perdonado
Por la gracia de la nieve.

“I, Leo Feltrinelli” Annapurna (2012)

 

¿Cabe la intemperie en la mano? El afuera místico de la montaña que con sacrificio purga su altura, nos dice que sí. Solo extender la mirada nos hará parte de los cadáveres de hielo.

 

El gallo canta:
La pureza mayor es la intemperie mayor

Porque presiente
Que tras el humo
No hay nada

“Un candil” Tierranegra (1993)

 

Sin más, demos por favor la bienvenida en el King Juan Carlos I Center de New York University, a Igor Barreto.

Gracias.

Nueva York, 2015.

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