Hoy en día es bastante común escuchar en los noticieros de los principales medios de comunicación del país y del departamento de Arauca informes periodísticos sobre la contaminación de nuestro planeta.
En los diferentes colegios e instituciones como alcaldías municipales y gobernaciones del país se habla del cuidado del medio ambiente y se hace lo posible por concientizar a los alumnos y comunidad en general para que protejan el planeta.
Un chicle que dura aproximadamente 5 años en descomponerse es uno de los productos que más se consume en los colegios. Lamentablemente hay estudiantes que no sienten respeto por la naturaleza y lo arrojan al suelo por la pereza de caminar un poco más y depositarlo en la cesta de basura correspondiente, un pequeño gesto que evitaría seguir propagando la contaminación ambiental.
La “carta del 2070” que precisamente se utiliza para concientizar a la humanidad de que no destruyamos el medio ambiente, pareciera no tener importancia en los interlocutores que siempre tienen una mentalidad cerrada de cara a la realidad y que sencillamente piensan que nuestros recursos naturales jamás se acabarán. La realidad es bien distinta, ya estamos viendo mortandad de peces así como también caños, ríos y esteros secándose producto del calentamiento global a consecuencia de las acciones del que es considerado el animal más destructor: El hombre.
Aunque lo más seguro es que no serán nuestros padres, abuelos o hasta nosotros mismos los que en los años venideros, en el 2030 según la ONU o en el 2070 según la carta de ese año, los que tengan o tengamos que afrontar la dura realidad de la escasez del agua y de los recursos naturales, si no que tocará a nuestros hijos y nietos vivir las consecuencias de nuestros aptos e incluso tendrán que disputarse con otros los pocos recursos y fuentes hídricas que para ese entonces habrán.
¿Será que contaminamos por la ignorancia y resistencia en creer en los estudios científicos que muestran lo que sucederá si no protegemos la tierra, o mas bien porque somos egoístas y pensamos que a nosotros eso no nos va a tocar vivirlo?.
Pero los más jóvenes junto con nuestros padres debemos tomar conciencia y no seguir contaminando la naturaleza porque así como existe la posibilidad de que no vivamos en carne propia lo que mencioné anteriormente, las puertas también se abren a la posibilidad de enfrentar nosotros mismos esa fuerte realidad.
Entonces si queremos un mejor futuro para nuestros hijos, nietos y para nuestro país ¿por qué contaminamos?