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Pinochet y su fallido intento de matar a la poesía

Documentos publicados por el Ministerio del Interior de Chile reconocen, por primera vez, que es «muy posible» que el poeta chileno Pablo Neruda fue asesinado. Estas conclusiones dan apoyo a las reclamaciones de un ex chofer de Neruda que el poeta -a quien Gabriel García Márquez llamó «el más grande poeta del siglo XX – en cualquier idioma», fue asesinado por órdenes del general Augusto Pinochet y no murió de leucemia o de cáncer de próstata, como se cree comúnmente.

A pesar de que afirmó que él no era un escritor político, Neruda fue un artista que supo mezclar la política y la poesía en su vida. Nació como Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basoalto en 1904 y murió en 1973. Comenzó a escribir poesía a los 10, y cuando tenía 16 años cambió su nombre por el de Pablo Neruda, probablemente como homenaje al escritor checo Jan Neruda.

Empecé a leer a Neruda cuando era un estudiante de medicina en la década de 1960, y desde entonces no he parado de hacerlo. Dos de sus libros – «Veinte poemas de amor y una canción desesperada» (escrito cuando tenía sólo 20 años) y «Los versos del capitán» – están entrelazados con mis primeras -en su mayoría infructuosas – aventuras -sentimentales. Al igual que millones de personas en América Latina y en todo el mundo,  una vez que leí Neruda, éste se convirtió en parte de mi vida.

Las convicciones políticas de Neruda estaban detrás de algunos de sus poemas más efectivos. Para mí, Neruda representa el ideal del escritor como un hombre político. A partir de los  23 años, el gobierno chileno lo hizo cónsul honorario en Birmania, Ceilán, Java, Singapur y luego Argentina, y en las ciudades españolas de Barcelona y Madrid. La Guerra Civil Española, en la que su amigo, el gran poeta español Federico García Lorca, fue asesinado, tuvo una profunda influencia en su escritura y en sus actividades políticas.

Se unió al movimiento republicano, primero en España y luego en Francia. En 1939, fue nombrado cónsul de Chile en París, y desde allí coordinó la emigración a Chile de 2.000 republicanos españoles que habían escapado primero a Francia.

En 1943 regresó a Chile y se unió a la protesta por las acciones represivas del presidente Gabriel González Videla contra los mineros en huelga. En 1945, Neruda se convirtió en senador y se unió al Partido Comunista. El gobierno lo expulsó del país, y desde 1947 hasta 1949 vivió en la clandestinidad.

En enero de 1948, Neruda pronunció uno de los discursos más apasionados en la historia política de Chile: Leyó los nombres de 628 personas detenidas en el campo de concentración de Pisagua quienes no habían sido interrogados o acusados formalmente. Ese discurso se hizo conocido como «Yo Acuso», como el del célebre novelista francés Emile Zola quien en 1898 denunció el trato que el gobierno francés le daba a Alfred Dreyfus, un joven oficial de artillería francés acusado –falsamente- de traición a su patria. En 1949, Neruda, apoyado por sus colegas chilenos y argentinos, huyó a Europa.

Los mayores logros poéticos de Neruda fueron alimentados por sus creencias políticas. En su obra épica «Canto General», publicada en 1950, Neruda celebra la riqueza y la belleza de América Latina, y la lucha del pueblo por la paz y la justicia social. Parte de la obra es el poema «Alturas de Macchu Picchu», una celebración de la civilización precolombina.

Vivió en Europa durante tres años y regresó a Chile en 1952, desde donde continuó viajando extensivamente al extranjero. Visitó los Estados Unidos en 1966 y en 1971 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura.

Cuando Salvador Allende fue elegido presidente de Chile en 1970, nombró a Neruda como embajador de Chile en Francia, donde vivió de 1970 a 1972. En 1973 regresó a Chile, pero en septiembre de ese año, Augusto Pinochet, con la ayuda de la CIA, derrocó el gobierno de Allende.

La vida de Neruda fue destrozada por el golpe de Pinochet y el suicidio de Allende. Como declaró su biógrafo, el escritor Mario Amorós: “El golpe de Estado y la derrota de la Unidad Popular, la muerte del Presidente Salvador Allende y la persecución contra sus compañeros, cuya magnitud descubrió finalmente, le abocaron a una agonía física y emocional terrible”.

Neruda murió sólo 12 días después del golpe. Poco antes de su muerte, cuando estaba enfermo en la cama, su casa fue saqueada por una unidad militar. Cuando vio al comandante de la unidad invasora, arma en mano en su dormitorio, Neruda, quien apenas podía hablar, le dijo: «Sólo hay una cosa peligrosa para usted en esta casa: La poesía»

Oficialmente, Neruda murió de leucemia. Ahora sabemos que fue asesinado por órdenes del general Augusto Pinochet, en un vano intento de matar su poesía. Pinochet, sin embargo, sólo mató a Neruda. Su poesía sobrevivió, y él es uno de los poetas más leídos del siglo XX.

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