Este año la COP20 (vigésima Conferencias de las Partes) se llevará a cabo en Perú del 1 al 12 de diciembre. Esta Conferencia busca discutir y acordar medidas y acciones para combatir el cambio climático.
Es todo un honor para un país como Perú ser anfitrión de este importante evento no sólo por la relevancia de recibir a cientos de líderes mundiales, embajadores y grandes especialistas en este tema sino también porque es la oportunidad perfecta para dar a conocer los avances que ha hecho Perú tanto en el fortalecimiento de su economía como su compromiso en la lucha contra la industria y la minería, los mayores causantes de los abusos contra la naturaleza en el país.
Perú es un país en el cual si bien falta mucho que hacer y muchísimas cosas que mejorar, se siente una preocupación genuina por hacer algo que frene las inclementes consecuencias del cambio climático. Para Perú, un aumento de 2°C traería efectos devastadores sobre las cosechas, ciudades costeras, pueblos de la sierra y fauna del país.
En la Conferencia sobre “Cambio Climático y el rol del sector privado” organizada por el Americas Society/Council of the Americas el pasado viernes 21 de noviembre en Lima se contó con la participación del cuerpo diplomático y expertos tanto del sector público como del privado.
En palabras inaugurales el Canciller peruano Gonzalo Gutiérrez mencionó que las empresas y los negocios que conocemos actualmente, ya no son viables por el enorme impacto que tienen sobre el medio ambiente y es por ello que es necesaria la creación de mecanismos que incorporen al sector privado en el desarrollo de tecnologías verdes que permitan lograr el “desarrollo limpio” de Perú. Recalcó que esta puede ser una excelente oportunidad para que las PYMES generen negocios amigables con el medio ambiente.
En un país como Perú en donde la economía informal supera el 60%, de acuerdo a cifras de la Organización Internacional del Trabajo y la principal actividad son las industrias extractivas de minerales, es mucho lo que hay que hacer por parte del gobierno en cuanto a marco regulatorio y a proveer el ecosistema adecuado para que esas millones de personas que forman parte de la economía informal puedan insertarse en un trabajo formal.
Por el hecho de ser anfitriones de la COP, Perú se ha visto obligado a avanzar en su agenda interna. Desde el Ministerio de Ambiente se está trabajando en hacer vinculantes los compromisos asumidos de cara al Perú 2021.
En cuanto a logros, el Viceministro de energía mencionó que Perú ha disminuido las emisiones de gases de efecto invernadero (CO2) al ambiente. Desde el 2004 hasta el 2014 se han disminuido 35 mil toneladas de emisiones de CO2.
El Estado también ha exhortado a varias instituciones nacionales, incluyendo al SUNAT (Superintendencia Nacional de Adunas Administración Tributaria) a trabajar en el control de diferentes insumos como mercurio y cianuro.
De igual manera, se creó la Autoridad Nacional del Agua (ANA) para otorgar autorizaciones de vertimientos y reutilización de aguas residuales tratadas. Con esto, se busca garantizar la protección ambiental de las fuentes naturales de agua dulce.
De acuerdo con el Diario el Comercio, con relación al marco regulatorio en el 2013 se aprobó un proyecto de ley que fortalece la fiscalización ambiental a cargo del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) y del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Sinefa). Entre otros puntos, se eliminan las trabas legales para el cobro de multas ambientales, una gran proporción de las cuales, según OEFA, fueron judicializadas (80% hasta abril).
Otro de los avances fue la aprobación de un fondo de 50 millones de dólares como parte del Plan de Inversión Forestal para la conservación de bosques.
Si bien es mucho lo que falta y no debemos conformarnos con el triunfalismo de algunas políticas exitosas, el compromiso Latinoamericano debe reforzarse para seguir luchando contra el cambio climático, incrementar la inversión pública y privada y acentuar el control a las industrias extractivas.