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Peronismo y Lopezobradurismo

Los argentinos se encuentran bailando tango. Inmersos en la crisis económica, decidieron cambiar la formula presidencial. Ganaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner, la ex presidenta quien está enferma de poder. El peronismo en Argentina es similar al priismo en México en lo que se refiere a su vigencia. Sigue vivo tras 80 años de su fundación y 45 de la muerte de su fundador. Perón dijo que todos los argentinos eran peronistas, la frase se convirtió en profecía. Hay muchas similitudes entre el presidente López Obrador y Perón, sobre todo en lo que concierne una forma de liderazgo carismático en el cual cabe casi todo. Hay un Lópezobradurismo de izquierda y otro de derecha, uno que a veces adopta formas que favorecen a los pobres y otras que cuida los intereses de los empresarios y también de los narcos. Simula ser liberal y a veces actúa como si gobernara en dictadura.

Mi amigo Joseph vivió en Argentina en tiempos de Perón. Cada detalle del presidente López, le recuerda los comienzos de la dictadura en Argentina, por ejemplo, la forma como está acorralando a los medios de comunicación que critican sus políticas y como se ha ido apoderando de los poderes: legislativo y judicial.

Perón sabía cómo causar sentimientos de adhesión en el pueblo, en los mítines se quejaba de que lo estaban amenazando y que lo querían derrocar. López Obrador, no suelta el micrófono, declara que sus enemigos son los ricos a quien llama fifis, y culpa de todos los problemas a los neoliberales y a los conservadores.

Perón en sus comienzos no tenía partido político, lo formó más tarde junto con otros que se adhirieron. López Obrador, cambió varias veces de partido, hasta que presentó el suyo: Morena. Critica al PRI y sigue todas sus enseñanzas.

El peronismo se caracterizó por la promoción de los derechos sociales, la conquista de derechos políticos para las mujeres, y los trabajadores, con un fuerte perfil sindical favorable a la clase trabajadora. López Obrador enarbola la bandera de: primero los pobres y los indígenas, los adultos mayores y los jóvenes que ni estudian ni trabajan. Con el apoyo económico que reparte entre la población, a pesar de que lo niegue, está sembrando para perpetuarse en el poder tanto él como su partido.

Evita la esposa de Perón fue clave para que Perón permaneciera tantos años en el poder. Nació en un hogar humilde de la provincia argentina, a los 15 años se trasladó a Buenos Aires donde trabajaba en un cabaret. En 1944 conoció a Perón a quién admiraba por sus discursos. Se casaron y se convirtió en la primera dama, y en el rostro del poder. Emprendió una intensa actividad de ayuda a los humildes, los ancianos, los niños y las mujeres. La obra social le ganó la admiración de millones de argentinos, hasta el punto de convertirse en un ídolo. Además, realizó un intenso trabajo político para impulsar reformas como la aprobación del voto femenino en 1946. La obra de Evita ganó admiración y muchos votos para su reelección en 1951. No tenía estudios, era una joven provinciana que fue aprendiendo en la práctica, aunque tenía un carisma que la ayudaba.

Mi amigo Joseph recuerda una anécdota. El embajador de España tenía tiempo pidiendo audiencia con Evita. Ella no le daba importancia, hasta que un día el embajador se sentó fuera de su oficina a esperar que ella lo recibiera. El asistente le comentó, sin percatarse que la puerta estaba abierta y que la conversación la podían escuchar desde el pasillo. “Señora, reciba al embajador de España quien tiene semanas pidiendo audiencia. Tiene que hablar de algo importante con usted”. La respuesta fue: “Dile que se vaya, no me interesa hablar con esos gallegos de mierda”.

El embajador al escuchar su comentario se retiró de inmediato, llamó a España y estuvieron a punto de romperse las relaciones entre los dos países. Perón, al enterarse, llamó a España y ofreció disculpas en nombre de la esposa.

Evita falleció de cáncer en 1952. Su muerte, aunada a la crisis económica, obligó a los argentinos a adoptar un plan de austeridad, control de precios y salarios. Ahora la historia se repite. El peronismo nunca ha perdido vigencia.

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