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Nos llueve sobre mojado

No hay explicación científica, sin embargo el mes de septiembre ha quedado en la historia. Es en ese mes que se han sufrido las mayores tragedias: el terremoto del 85, las Torres Gemelas y el ocho de septiembre pasado el terremoto de 8.2, el de mayor intensidad en México, donde además llueve sobre mojado tras los huracanes Irma y Katia.

Aunada a las tragedias natural, la corrupción que vivimos, la “estafa maestra”: 3 mil 668 millones de pesos de contratos, desde el 2010, triangulados con universidades públicas, a empresas subcontratadas. Las universidades permitieron no solo desviar fondos sino desaparecerlos como por arte de magia. Inmersos en la tragedia, otro escándalo más abona la corrupción: fueron robados 85 mil aparatos, alarmas sísmicas, comprados con recursos del Fonden (Fondo Nacional de Desastres) 12.750, los venden por internet, otros 10 mil siguen almacenados en lugar de ser repartidos a los estados a los cuales estaban destinados. Esto es indignante.

Seguimos con el terremoto: México es el sexto país en el mundo con mayor número de habitantes expuestos a sismos de gran envergadura. Dicen los expertos que a pesar de que el sismo fue de mayor intensidad no causó tantos daños, ni cobró vidas en la capital del país, porque se avanzó en protocolos de capacitación, conciencia ciudadana, normatividad y reglamentos en la construcción. Además, el epicentro estuvo a 700 kilómetros de distancia, en el 85 se localizó a 400. Donde no la libraron, en los estados con más alto nivel de marginación, Chiapas y Oaxaca, el saldo fue de 96 muertos: 76 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco. En Chiapas, en 82 municipios se registran daños. Juchitan Oaxaca fue devastado. Los daños no afectaron solo las casas de habitación, sino también los templos de valor histórico, construcciones del siglo XVII, que se han derrumbado.

En medio de la tragedia llamó la atención el patriotismo de Ángel Sánchez Santiago, de oficio herrero, quien se volvió famoso tras colocar la bandera sobre los escombros del Ayuntamiento en Juchitan. Dijo que un pueblo no puede estar de rodillas ante estos fenómenos meteorológicos. Con el dolor de su pueblo se incorporó al rescate de las víctimas y en el camino encontró a su prima muerta tirada en la banqueta.

Solidarios con nuestros vecinos el gobierno ofreció la experiencia del ejército en la reconstrucción, para ayudar a mitigar los daños del huracán en Houston, pero ¡que podemos esperar de Trump! a días de la tragedia ni siquiera ha enviado un mensaje de condolencias a nuestro país. ¡Pensará que son noticias falsas! Los recursos destinados a la reconstrucción no serán suficientes, sería aconsejable agregar los robos de Duarte y de los otros ex-gobernadores que están en la mira. Sumar los recursos de la estafa maestra sería una buena suma para aplicarla en la reconstrucción. Como dijo Porfirio Díaz en estos momentos necesitamos: “poca política y mucha administración”.

Finalmente les comparto el poema de John Donne. ¿Por quién doblan las campanas?

Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti”.

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