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Juan Eduardo Fernandez

No se puede vivir sin humor

Desde hace un par de semanas he experimentado el miedo de estar frente a la pantalla del computador viendo una hoja de Word totalmente en blanco y es que ¿cómo se puede hacer reír, cuando todo lo que ves alrededor es un desastre?

La verdad es que para aquellos que usamos la cotidianidad para buscar temas y sacarle ese lado humorístico no ha sido fácil. Hoy en Venezuela solo se ven colas para comprar comidas, medicinas o cualquier otro insumo. Se nos está yendo la vida en una cola.

Pero estoy convencido de que tenemos que ver el vaso medio lleno (si ya sé que no hay mucha agua tampoco, pero bueno, llénelo del líquido de su preferencia y ayuda un poco, ¿no?), pues merece la pena por las próximas generaciones seguir luchando, cada quien desde su lugar.

A los humoristas nos toca la difícil tarea de hacer reír al que no tiene ganas, ni tiempo de hacerlo; y esa tarea se pone aun más cuesta arriba cuando es uno mismo el que no tiene ganas de reír… eso es bien jodido. Pero tenemos que buscar dentro de nosotros esa chispa para pintar en el rostro del otro, las ganas de vivir, las ganas de luchar.

El otro día, mientras googleaba sin sentido, buscando alguna respuesta a este bloqueo creativo por el que se pasa en estos días, me topé con una campaña de una compañía de embutidos cuyo eslogan es “Que nadie nos quite la manera de disfrutar de la vida”. Y aunque parezca algo loco, luego de verlos me sentí mucho mejor.

En el primer video, titulado El CV de todos aparece el genial Fofito (sí, el de Miliki, no se hagan que no saben), dando algunas claves para sentirse mejor, en un país donde minuto a minuto, se vive en crisis. Es un video que sin duda todos los venezolanos, los que seguimos aquí y los que se han ido, deben ver. Sin duda, les tocará la fibra.

El segundo, titulado Cómicos, es más para mis colegas humoristas (bueno si usted no es humorista también lo puede ver), para que lo tengan presente cada vez que no sientan las ganas de hacer reír, en general cuando se sientan tristes.

Ya para despedirme les recuerdo el eslogan de la compañía de jamones, por favor pónganlo en práctica:

“Que nadie nos quite la manera de disfrutar de la vida”. Pero tampoco de vivir, de reír, y mucho menos de hacer reír al otro…

Miren que la vida, no se puede vivir sin humor.

Juanette.

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