Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

Mujeres talentosas

Nos hacen falta más directores como Cuarón, el ganador del Oscar. Son muchas las Yalitzias que esperan oportunidades de los buscadores de talento, no solamente para ser actrices, sino también para que puedan desempeñarse en otras áreas. Gracias a las carencias, la falta de oportunidades y los obstáculos en su contra, muchas mujeres se han preparado para superar la cultura machista. En cuanto a la película de Cuarón, Roma el personaje de Cleo no es ejemplo para las mujeres de hoy en día, y no porqué trabaje en el servicio doméstico ya que muchas, como ella, reciben un buen trato y hasta se convierten en parte de la familia. No lo es porque Cleo, quien llegó del campo a la ciudad, en su ingenuidad, se enamora de un hombre machista y narcisista. Es una historia que se repite todos los días. El resultado: un embarazo no planeado. Hay que decir que, por suerte, también conozco a muchas mujeres sin estudios, con trabajo honesto, quienes les dieron una carrera profesional a sus hijos. Ellas serían dignas de otro guión de película.

En México hombres y mujeres tenemos derechos jurídicos iguales. Lo que hace falta todavía es interiorizarlos a nivel individual y eso tiene que ver con la autoestima necesaria para erradicar creencias que se niegan a desaparecer. Hace unos 50 años, quería ser niño. Me daba cuenta de los privilegios de ser hombre: podían llegar a la hora que quisieran, tenían trato especial, algunas amigas hasta elegían la ropa de sus hermanos. Las madres en su rol de nutridoras con poca autoestima, las educaban para servir a los hombres. Era una forma de mantener el dominio ya que de esa manera siempre dependerían de ellas. Al hombre le enseñaban a trabajar, pero lo hacían inútil, dependiente; ser macho era, tener sexo con varias mujeres, además de hijos fuera del matrimonio.

Como me apenan esas mujeres que tuvieron hasta 15 hijos y, muy obedientes, siguieron la creencia: “los hijos que Dios te de”. La píldora anticonceptiva inició a circular en 1966, acompañada de muchos inconvenientes y con los prejuicios de la religión que la obstaculiza ya que no no acepta los métodos anticonceptivos. La educación sexual sigue siendo un tabú en pleno siglo XXI y el embarazo en niñas es un problema social.

Estamos en el año de la equidad de género. Hay quien cree que con darles unas curules y cargos públicos a las mujeres ya cumplieron con las obligaciones de género. Efectivamente vemos a chicas jóvenes en el congreso, parecen modelos, pero, es un hecho, muchas tienen padrinos, políticos dinosaurios que las apoyan.

Este gobierno no ayuda la verdadera liberación de la mujer. Uno de los problemas principales que ellas deben enfrentar es la falta de guarderías. Las instituciones oficiales no son suficientes. Sería conveniente dar incentivos a las empresas dispuestas a prestar ese servicio en el área de trabajo, de esa manera la madre no tendría que desplazarse para recoger a su hijo. El presidente en sus ocurrencias, quita el apoyo a las guarderías y ofrece una dádiva para que las abuelas cuiden a los nietos. Se quedó con la mentalidad de hace 30 años, no sabe que con tantos movimientos sociales, las familias están apartadas.

En cuestión de equidad de género, no hemos encontrado el equilibrio, solo intercambiamos los roles tradicionales, la mujer se empoderó y el hombre no evolucionó a la misma velocidad que lo hicimos las mujeres. En lo que se refiere a otros temas importantes seguimos con el debate sobre la aprobación del aborto. En Monterrey se está discutiendo y las campañas se han polarizado: a favor de la vida y en pro del aborto. La aprobación en contra del aborto se dio a pesar del llamado de la CEDH al congreso pidiendo no hacerlo ya que vulnera los derechos de las mujeres, la jurisprudencia y los acuerdos internacionales. Dejan de lado el derecho a decidir, criminalizan a la mujer y atentan contra sus derechos. Lo más recomendable sería destinar fondos para apoyar a esas mujeres desamparadas, que por falta de prevención resultaron embarazadas. Les preocupa el derecho a la vida, pero, no piensan en todas las complicaciones que les espera a madres e hijos cuando un hijo no es planeado.

En cuestión de género podemos conseguir lo que queremos; sin embargo la que tiene miedo de crecer, siempre encontrará muchas excusas.

Hey you,
¿nos brindas un café?