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Matías Zaldarriaga

Matías Zaldarriaga: arqueólogo del espacio

NUEVA YORK: Desde siempre el ser humano vuelve su mirada al Universo con la esperanza de buscar respuestas a sus muchas interrogantes. ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Hay otras vidas en el espacio? ¿Hay vida después de la vida? Infinidad de preguntas que dan paso a un sinfín de respuestas. Muchas las interpretaciones que nos ofrecen filósofos y religiosos. Pero solamente los cosmólogos son los científicos quienes a través de observaciones, fórmulas matemáticas y experimentos, logran acercarse a la verdad y pueden dar respuestas confiables.

Matías Zaldarriaga, argentino quien vive y trabaja en Princeton, es uno de los físicos que dedican su vida entera a escuchar las voces del Universo para escribir su historia.

“Siempre me ha gustado mirar el cosmos” confiesa Zaldarriaga quien, apenas adolescente, descubre el mundo fascinante de la física gracias a sus profesores del liceo.

Luego, al llegar el momento de preparar la tesis de grado para terminar los estudios universitarios de Física en la Universidad de Buenos Aires, otro profesor, el físico Diego Harari, le propone realizar un estudio sobre la radiación cósmica de fondo cuyo primer mapa recién había sido dibujado.  Se podría decir que ese fue uno de los momentos mágicos que cambian y determinan la vida de los seres humanos.

Matías dio un paso hacia el cosmos y nunca más salió de él. Es una pasión que no conoce cansancio ni pausas; una pasión que lo ha llevado a ganar el Genius Award, premio que cada año la Fundación MacArtur, prestigiosísima institución norteamericana, entrega a 25 personas en el mundo.

De la Universidad de Buenos Aires pasará al MIT de Boston para cursar un Doctorado gracias a una beca de la misma reconocida Universidad, luego continuará sus estudios en el Institute for Advanced Study de Princeton donde hoy es docente, en Harvard y en NYU. Su sed de conocimiento no se apaga, busca hilar las palabras sueltas con las cuales el Universo nos cuenta su historia para ir reconstruyendo pedazos de un tiempo tan lejano que casi es imposible imaginarlo.

Le pedimos que nos hable de la radiación cósmica de fondo, reliquia  del comienzo del Universo a la cual sigue dedicando su vida entera y él, por unos momentos, sale de su mundo hecho de cálculos y un lenguaje críptico, para explicarnos con sencillez algo que de sencillo nada tiene.

El Universo, en sus comienzos, era muy caliente y muy denso, igual o más que una estrella – nos dice con acento marcadamente argentino -. También estaba lleno de luz al igual que una estrella. A medida que se fue enfriando esa luz quedó dando vueltas por el Universo y es la que llamamos radiación cósmica de fondo -.

Matías agrega que el concepto de luz es muy amplio.

La luz no es solamente la que podemos ver con nuestros ojos, luz son también las ondas de radio y los rayos x y gama. La luz del Universo la podemos encontrar en las microondas-.

Esa luz que sigue vagando en el espacio es lo que queda de la época en la cual el Universo estaba denso y caliente. Los científicos la detectan con los telescopios y la estudian para entender lo que pasó en el principio del Big Bang y aún antes.

– Cada vez que encontramos esa radiación es como si pudiéramos hacer unas fotos de lo que era el Universo en el comienzo de su nacimiento, es decir hace casi 14mil millones de años. Para la cosmología esas radiaciones son como fósiles, es más, son el fósil más antiguo que pudimos encontrar para armar la historia de lo que pasó en el Universo. Es como si quisiéramos entender como envejecen las personas estudiándolas en distintos momentos y haciendo comparaciones. La misma teoría del Big Bang está basada en los muchos fósiles que encontramos a demostración de ese fenómeno. Adicionalmente nosotros contamos también con fórmulas matemáticas que nos dicen qué es lo que debería ir pasando. Comparando las observaciones con los resultados de las fórmulas matemáticas podemos ir tejiendo partes de la historia del Universo con bastante precisión. Lamentablemente hay aún muchas preguntas que no podemos contestar porque no tenemos ni fósiles ni fórmulas matemáticas. Por ejemplo no sabemos en qué momento se formaron las estrellas y las galaxias-.

– ¿Y antes del Big Bang?

– Lo que podemos decir es que según muchos cálculos, observaciones y fósiles, antes del Big Bang, así como lo entendemos con su fase de expansión y su masa densa y caliente, podría haber existido una etapa que llamamos de inflación durante la cual el Universo se expandió a gran velocidad, inclusive más rápidamente que durante la etapa del Big Bang,  pero era frío y vacío. Muchos indicios nos llevan a estas conclusiones pero todavía nos faltan algunas piezas para que podamos demostrarlo con seguridad. La siguiente pregunta sería, por qué se estaba expandiendo pero no tenemos respuestas, solo especulaciones. No estamos cien por ciento seguros de la inflación así que mucho menos podemos decir qué es lo que pudo haber pasado antes.

La pasión de Zaldarriaga por su trabajo contagia, nos embarga la ansiedad de saber más, de entender mejor, de sumergirnos en el Universo y descubrir su historia, pero al mismo tiempo también quisiéramos saber si existen otros Universos que imaginamos tanto y más fascinantes que el nuestro.

– ¿Podrían existir otros Universos? ¿Y en ese caso el estudio comparativo de esos otros Universos podría ayudarnos a entender mejor el nuestro?

– Cuando nos preguntamos qué pudo haber existido antes de esa posible inflación, y tratamos de buscar respuestas a través de los cálculos ya que no hay fósiles de esa época, se nos abren distintas posibilidades. Una de las que parecería colocarse entre las más probables es que nuestro Universo sea únicamente una pequeña burbuja dentro de algo muchísimo más grande. Para nosotros el Universo es algo inmenso pero, según esa teoría, sería solamente una mínima parte de algo muchísimo más grande. Eso también significaría que habría muchas otras burbujas, otros Universos donde las cosas serían muy distintas, donde las mismas leyes de la física serían otras. Constituiríamos una de las distintas regiones de algo que podríamos llamar Multiverso. De todas formas son solamente especulaciones porque no tenemos evidencias que puedan respaldar esta teoría.-

– ¿Son los que algunos llaman Universos paralelos?-

Podemos llamarlos de muchas formas, podemos hacerlos sonar más o menos sexy pero en el fondo estamos hablando de una teoría según la cual nuestro Universo sería parte de algo mucho más grande y en el cual existirían otros Universos de naturaleza totalmente distinta.

Es tan fascinante escuchar a Matías Zaldarriaga y acompañarlo en este recorrido en el cosmos que inevitablemente se nos disparan fantasía y curiosidad. Una de las grandes preguntas de la humanidad es si hay vida en otros planetas, y, si fuera cierta la teoría del Multiverso, también en otros Universos.    

– ¿Tras tantos años de estudio crees que podría existir vida inteligente dentro de ese Multiverso o en nuestro mismo Universo?

Zaldarriaga hace una pausa antes de responder.

– Esa es una de las preguntas más difíciles de contestar. Lo que nos extraña es que no haya evidencia de esas vidas extraterrestre. Los humanos no tenemos mucho tiempo en la Tierra y empezamos hace poco a usar la tecnología y sin embargo hemos llegado a estos niveles de estudio y desarrollo. En el Universo hay estrellas mucho más viejas del sol y si hubiera vida inteligente esos seres deberían haber desarrollado tecnologías mucho más sofisticadas, deberían ser capaces de viajar en el espacio, hasta de lanzarse a la conquista del espacio.

Basta pensar que hay 100 billones de estrellas en nuestra galaxia y probablemente la gran mayoría tenga planetas alrededor. Muchos de ellos, vistos desde lejos, podrían tener las condiciones para permitir el desarrollo de vida inteligente y sin embargo no tenemos señales de extraterrestres. Es lo que llamamos la paradoja de Fermi, porque fue el gran físico Enrico Fermi el que formalizó esa pregunta.

Hay quien dice que todas las civilizaciones cuando se desarrollan mucho se autodestruyen, destruyen el planeta en el cual habitan, otros que nosotros somos una especie de experimento para seres mucho más desarrollados que se limitan a estudiar nuestros comportamientos como si viviéramos en el zoológico del Universo. Finalmente hay quien dice que sencillamente no hay otras formas de vida inteligente. Yo no sé cual puede ser la contestación más acertada. Lo único que se puede hacer es seguir estudiando los otros planetas para ver si existen condiciones que podrían permitir vida y seguir buscando a ver si encontramos algo.

Como muy bien explicó Zaldarriaga al comienzo de esta entrevista, hay miles de preguntas que por ahora quedan sin respuesta.

– ¿No es frustrante estudiar tanto, dedicar años y años de tu vida, para lograr resultados tan limitados?

La sorpresa por esta pregunta baila en su voz y la respuesta es inmediata.

– ¡En absoluto! Todos los científicos sabemos que nunca lograremos en nuestra vida dar respuesta a todas las preguntas que tenemos. Sabemos también que es probable que tampoco lleguemos a formular las preguntas más interesantes. Pero eso no significa que no sea importante hacer todas las cosas que se pueden hacer en el camino. Nunca llegarás a la respuesta única porque siempre habrá otra pregunta pero eso no limita la pasión por lo que sí se puede descubrir, por el ansia de conocimiento.

Matías Zaldarriaga es miembro de RAICES, organización argentina que tiene como finalidad la de poner en contacto a los científicos argentinos que están en distintas partes del mundo con los que viven en el país.

– ¿Crees que RAICES puede ayudar a crear nexos más sólidos entre los científicos argentinos?

– Hay muchos científicos en Argentina que están desarrollando estudios similares a los míos. Me gusta mucho la idea de intercambiar conocimientos y experiencias con ellos, así como me interesa ayudar a los jóvenes a tener contactos con otras realidades.

– ¿Matías cuál es tu mayor deseo en tu vida profesional?

– ¿Mi mayor deseo? – queda un momento suspendido en sus pensamientos –. Mi mayor deseo sería poder encontrar fósiles que nos permitieran demostrar la teoría de la inflación. Y también quisiera encontrar algunos fósiles inesperados, reliquias del comienzo del Universo capaces de sorprenderme. Ya me ha pasado dos veces y es muy emocionante porque debes tratar de entender su significado.

Han pasado muchos años desde esos primeros momentos en los cuales el Universo mandó su eco lejana al joven Zaldarriaga. Desde ese momento su vida cambió y ese diálogo infinito hecho de miles de preguntas y pocas, misteriosas respuestas, no se ha interrumpido nunca. El laboratorio en el cual pasa horas formulando ecuaciones para entender el significado de los fósiles cósmicos y armar proyecciones sobre lo que se debería seguir buscando y encontrando, tiene las semblanzas de una nave espacial que, aún sin moverse, es capaz de viajar dentro del Universo y más allá.

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