NUEVA YORK: El gran patrimonio de AID FOR AIDS reside en el equipo humano que trabaja codo a codo con Jesús Aguais y con él comparte mística y pasión. María Eugenia Maury, Presidente de la Junta Directiva de la Fundación, es una mujer de aspecto frágil y carácter fuerte. Comparte las luchas de AID FOR AIDS desde hace 13 años. Escuchar una charla de Jesús quien “en tres años había hecho un trabajo estupendo” fue lo que la convenció a tomar la gran responsabilidad de estar dentro de una organización de la cual depende la vida de muchas personas. Los retos no la asustan ya que sabe que “si haces las cosas con pasión y corazón superas cualquier obstáculo”.
Sabe cuan grande es la necesidad de medicinas entre personas con VIH que viven en países donde es difícil conseguirlas. Sabe también que hay que luchar contra una mentalidad cerrada y discriminatoria que, muchas veces, puede resultar más dañina que el mismo virus, sobre todo en América Latina y el Caribe “porque todo el mundo habla de las pandemias que en Africa matan a pueblos enteros pero nadie habla de América Latina y de todos los problemas que deben enfrentar las personas positivas al VIH. La actitud discriminatoria que estigmatiza a los que tienen este problema, obliga al silencio y en este caso el silencio mata”.
Su emoción es evidente cuando recuerda algunos casos que siguió más de cerca. Casos que involucran a niños “que no pidieron nacer y no tienen la culpa de nacer con el virus”, así como el de una señora que en Santo Domingo quiso conocerla para agradecerle la vida que le habían regalado. “Son muchas las mujeres con VIH, algunas ni lo saben hasta tener un bebé.”
Cada año María Eugenia y AID FOR AIDS organizan una Gala para recolectar fondos. Cuentan con el apoyo de un grupo de amigos, muchos de ellos artistas, con quienes organizan cada detalle y también unas subastas silenciosas. Este año el evento de Gala será todo un reto porque María Eugenia, gracias al apoyo de otros patrocinantes, logró obtener espacio en el Metropolitan Museum. Allí entre arte y belleza, en uno de los lugares más importantes y representativos de Nueva York, María Eugenia, Jesús y su grupo celebrarán la vida, “nuestro trabajo es duro porque hay mucha gente que sigue infectándose y sigue muriendo. Por eso nuestras galas tratan de enviar un mensaje positivo y optimista.” Una amiga que trabaja en Christie’s le abrió las puertas de la famosa casa de subastas para vender las obras que ellos recolecten.
Jaime Valencia
Colombiano, Jaime, está al lado de Jesús desde el comienzo de AID FOR AIDS. Hoy es el director de operaciones y supervisa toda la organización.
– Todos nuestros programas – nos dice – tienen objetivos específicos y pueden ser medidos con indicadores claros. Podemos analizar la cantidad de personas que estamos ayudando, el número de medicamentos que donamos, el número de adolescentes y profesores a los que capacitamos etc. Este control nos permite ver si hemos logrado los objetivos.
Se emociona al recordar a los pacientes que, a lo largo de estos años, ha tenido la oportunidad de conocer personalmente. Valora profundamente la acción de AID FOR AIDS: “Aun en los momentos más dolorosos, cuando se nos muere un beneficiario, sobre todo si es un adolescente que hemos estado siguiendo desde que era niño, podemos percibir la importancia de seguir adelante con este trabajo. Ese dolor me empuja a luchar para que todo el mundo, en cualquier parte esté viviendo, pueda tener acceso a la salud y a una vida digna.
Lupe Aguais,
La pasión de esta venezolana por su trabajo es arrolladora. Desde hace más de 10 años coordina y dirige los programas de educación. Sigue el método que ha llamado “Habilidades para la vida”, programa que fue aprobado por la Organización Mundial de la Salud. Es un método que, de manera transversal, emplea la programación neurolingüística.
Lupe nos explica que este tipo de enfoque permite identificar y desmontar las creencias falsas que giran alrededor del VIH, el Sida y la sexualidad en general, actualizándolas con una información sencilla y certera.
– Explicamos a los jóvenes el valor de quererse y de respetarse a sí mismos. Poco a poco aprenden a valorar su cuerpo, sus capacidades. El lenguaje es muy importante – continua Lupe Aguais – Las palabras reflejan nuestra manera de enfrentar la vida y pueden tener un impacto positivo o negativo sobre nuestro futuro.
El programa educativo de AID FOR AIDS ha sido tan exitoso y la demanda ha crecido tanto que Lupe y su equipo decidieron formar formadores para obtener un efecto multiplicador.
– Los resultados son muy gratificantes – confiesa con una sonrisa –. Hoy vuelven a contactarnos jóvenes a quienes formamos hace 5 o 6 años. Ya se graduaron en la Universidad. Llegan con otros jóvenes y son el testimonio vivo de los cambios que puede producir este programa en la vida de un adolescente.
El programa educativo también se aplica a la población que AID FOR AIDS sigue en Nueva York. Lupe vuelve a subrayar la importancia del lenguaje que puede tener un impacto sobre el sistema inmunológico de las personas.
– Hay mucha diferencia entre calificarte con las palabras: enfermo, infectado, o decir que tienes una situación de salud. En el primer caso, expresas una desesperanza. Y, por ende, tienes menos actitud para seguir el tratamiento. En el segundo, muestras la voluntad de estar saludable. En consecuencia, consideras al tratamiento médico como un aliado de salud. Sabemos que los jóvenes van a ser los que cambiarán el curso de las cosas – concluye Lupe – son los que superarán muchos tabúes y aprenderán a manejar la sexualidad con seriedad y consciencia. Nosotros deseamos que cualquier persona entienda que la vida hay que vivirla y disfrutarla siempre, pase lo que pase. Que la prevención es importante mas también lo es saber enfrentar con serenidad cualquier situación difícil.