Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

Makeup!

Mientras Sofía hojeaba algunas revistas, le llamó la atención cómo empezaban a proliferar los anuncios de maquillaje para hombre. «Dosis hidratante, crema antiarrugas». «Makeup líquido para él». «Corrector líquido para los ojos». «Lápiz, khol, delineador». «Polvo antibrillo». «Autobronceador». En una de esas publicaciones leyó sorprendida que los hombres se están animando cada vez más a maquillarse, a tal grado que las firmas más famosas de cosméticos están orientando su publicidad exclusivamente para ellos, pensada en especial en los jóvenes. Lo más probable es que se trate de los millennials. Estos nuevos consumidores tienden a comprar estos productos, sobre todo, en línea. «El argentino es muy osado y en comparación con los hombres latinoamericanos, es el único que más se anima a usar maquillaje sin prurito. Lo importante es que al maquillarse no parezca que están maquillados porque en el fondo no es tan simple para todos reconocer que lo hacen. La mayoría arranca con el corrector, empieza mejorando el aspecto de sus ojeras o para disimular alguna marca de la piel y luego algunos lo incorporan a su rutina», dice Silvia Grela, maquilladora y formadora técnica de una de las marcas francesas más prestigiosas.

Una vez que leyó lo anterior, Sofía cerró la revista. Respiró profundamente y reflexionó: «Si ya los hombres se maquillan entonces, ¿por qué tanto escándalo por el hecho de que Emmanuel Macron, presidente de Francia, se maquille? Todos los periódicos del planeta tierra publicaron la noticia como si se hubiera tratado de un asunto de Estado. ¿Qué no entienden que Macron es una figura pública que está constantemente ante las cámaras por las conferencias de prensa y sus viajes al extranjero? Es normal que, a pesar de ser tan joven, quiera mostrar su mejor cara. Además, no ha sido el único Presidente que recurre al maquillaje. Allí están Nicolas Sarkozy y Francois Hollande que tenían su propia maquillista también carísima. Lo que seguramente ha de haber molestado mucho a los franceses, fueron los 26 mil euros que Macron ha gastado en los primeros tres meses que llevaba de Presidente, entre productos de maquillaje y los honorarios de Natasha M, su maquillista. Ella lo maquillaba desde que Macron era ministro de Economía, en la época en que todavía no era candidato. Claro, el semanario Le Point que es de derecha y que dio a conocer la noticia, coincidió, desafortunadamente, con la pérdida de aprobación que está teniendo el presidente de Francia. Respecto al escándalo del maquillaje, el Eliseo ya declaró que ‘existe la vocación de reducir significativamente’ esa tarifa. Además, para qué tanto escándalo, si Hollande se gastaba 10 mil euros, al mes, en su peluquero (a pesar de que tiene tres pelos) aparte de los 6 mil euros de su maquillista, lo cual sumaba, 16 mil euros, al ¡¡¡mes!!! Respecto a Sarkozy, él se gastaba 8 mil euros al mes, tal como lo publicara la revista Vanity Fair (marzo 2016), y que dice: ‘como las estrellas, los jefes de Estado no quieren aparecer en público sin makeup y sin sombras en los ojos. La mayoría tienen, entre sus colaboradores, una maquillista’. En este mismo reportaje titulado ‘El poder en la piel’, aparece una entrevista a Marina Michenet, maquillista de Sarkozy. Además, sus pinceles tocaron el rostro de Jeanne Moreau, Francoise Sagan (la maquilló antes de morir), Philippe Noiret, Robert Redford, Monica Bellucci, Alain Delon, Gerard Depardieu, Sophie Marceau y Arielle Dombasle. (La verdad es que me encantaría contratarla para mí, aunque me saldría carísima). En esta entrevista Marina, quien durante tanto tiempo guardó el secreto, revela: ‘la misma Angela Merkel contrató a una maquillista después de que me ocupara de ella, cuando se reunía con Sarkozy para una visita oficial en París o cuando se hacían las cumbres oficiales’. Por increíble que parezca al intelectual y filósofo francés, Bernard Henri Lévy, lo maquilla desde hace quince años, así como a Dominique Strauss-Kahn. Respecto a Francois Mitterrand, dice: ‘Era joven; lamentablemente tengo un recuerdo bastante vago, el de un hombre impresionante que se dejaba hacer, en silencio’. Nicolas Sarkozy es más hablador: ‘hablaba mucho’. Marina maquilló, igualmente, a Obama y a Putin. Me pregunto, ¿no será todo este escándalo que provocó el maquillaje de Macron, un ‘complot’ a la francesa? Habría que preguntarle a Marine Le Pen…».

Hey you,
¿nos brindas un café?