Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!

Maduro y Colombia

Hace poco la crisis era con Guyana. Maduro, Presidente de Venezuela, llamó a consultas la Embajadora y ordenó una “revisión integral” de las relaciones con ese país vecino. Recordemos, por cierto que también con España, desde hace unos meses  hay “revisión integral” de las relaciones, por haber Rajoy recibido a las esposas de los presos políticos Leopoldo Lopez y el Alcalde de Caracas Antonio Ledezma. He advertido en previas columnas que la reciente crisis con Guyana tenía dos causas fundamentales, entre otras: fomentar el nacionalismo por la, hasta hace poco,  abandonada reclamación del territorio Esequibo, para tratar de recuperar puntos en el alicaído apoyo popular en vista de las cruciales elecciones parlamentarias de diciembre y calmar la preocupación de sectores de la Fuerza Armada por el abandono de la reclamación y la carente defensa de la fachada atlántica del Delta del Orinoco. Ahora es con Colombia. Un incidente en el cual  unos militares venezolanos fueron heridos en la frontera por una banda de contrabandistas fue utilizado por el gobierno como excusa para cerrar la frontera  más viva del continente después de la de México con EEUU, declarar el estado de excepción en numerosos municipios fronterizos, retirar al Embajador y ordenar la ya acostumbrada “revisión integral” de la relaciones.  Se inició también una ola de deportaciones abruptas y forzadas de humildes colombianos indocumentados, incluyendo  niños nacidos en Venezuela. La forma violenta como se procedió a las deportaciones ha sido criticada, entre otros, por la ONU, la ACNUR, la Iglesia Católica y numerosas ONGs de Derechos Humanos.

En la frontera ha habido en el pasado incidentes mucho más graves que el mencionado, recordemos también que todas las encuestas  serias están dando una ventaja de más de 30 puntos a favor de la oposición en la intención de voto, por tanto es evidente que Maduro trata también con Colombia de exacerbar el sentimiento nacionalista, distraer la atención del desastre socioeconómico que las  “ideas muertas”  de su gobierno han creado y sobretodo tratar de culpabilizar al gobierno y a unos “supuestos” paramilitares colombianos de la pronunciada escasez de productos de primera necesidad, por el contrabando fronterizo. En realidad, el contrabando no sería tan grave si no estuvieran involucrados un sector de la Fuerza Armada y de los altos funcionarios del gobierno venezolano encargados del control fronterizo. Además es importante resaltar que la pronunciada escasez se debe fundamentalmente al desplome de la producción nacional causada por las expropiaciones, la inseguridad jurídica, las agresiones e insultos al sector privado de la economía y en general al fracasado modelo económico socialista que como bien dijo Bronislaw Geremek:”no sólo no creó riqueza sino ni siquiera distribuyó con justicia la pobreza”.

Tengo la impresión que en el directorio “feudalizado” que gobierna Venezuela empieza a surgir un cierto grado de desesperación en relación con el muy probable resultado adverso en las elecciones parlamentarias. Es obvio que al respecto el  gobierno está tratando de fomentar la abstención y la división del voto opositor, además utilizará ilegalmente  todo el poder del Estado para aumentar a niveles máximos el acostumbrado y descarado “ventajismo” en el proceso electoral. Tratarán también de aumentar el número de votos fraudulentos, que en el pasado han sido alrededor de 350.000. Sin embargo, la Alternativa Democrática está mucho más preparada para el  control y la defensa del voto y sobretodo hay que subrayar que una ventaja muy grande será  muy difícil de hacer desaparecer. El Directorio que gobierna deberá escoger entre un fraude gigantesco evidente y descarado y aceptar a regañadientes la derrota, que por un lado, será  un verdadero terremoto político que muy probablemente iniciará un “deslave” en el apoyo al régimen, particularmente en los sectores más pragmáticos y oportunistas del gobierno. Por el otro, tomando en cuenta que el chavismo seguirá teniendo una relevante cuota de poder en las instituciones del Estado, la nueva correlación de fuerzas puede crear las condiciones para  una transición concertada. En cambio si la decisión del Directorio fuese el desconocimiento de la voluntad popular con un grotesco fraude, la legitimidad nacional e internacional del gobierno se hundiría. El dictador Marcos en Filipinas y Fujimori,” mutatis mutandis”, lo intentaron y a los pocos meses fueron obligados a entregar el poder.

Hey you,
¿nos brindas un café?