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Los Niños Genio

La noticia corrió por los medios, un niño de 12 años fue aceptado en la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) para estudiar la licenciatura de física biomédica. Con tanta entrevista el niño se siente autoridad en el tema de educación, se atreve a decir que el sistema educativo está “caduco”, agrega que tiene un rezago de 20 años, destaca que los maestros están aburridos de impartir las mismas materias y por eso los niños no tienen el mismo desempeño, da varias recomendaciones; como todo un experto tiene la fórmula para que este país, resuelva el retraso en educación. Como Psicóloga, me causa preocupación que lo tomen como modelo, su lenguaje no verbal no me convence. Dicen que es un genio, que está al nivel de los adultos y aparece en las entrevistas de prensa con un mono de peluche, su sonrisa, las respuestas estudiadas, aclarando que no es un genio, solo un niño feliz.

Las habilidades cognitivas por más que quieran opinar lo contrario se adquieren con los años, el cerebro tiene un proceso de maduración, la nutrición, la estimulación a través de la comunicación y el juego, influyen en las conexiones neuronales. En México cansamos a los niños, cuando la madre trabaja el bebé ingresa a la guardería, posteriormente al preescolar a los tres años y a la primaria a los seis, en Finlandia que es un referente de la educación, inician a los siete años, no antes. El decano de la Facultad de Educación de la Universidad de Helsinki, Jari Lavonen, afirmó que no hay necesidad que los niños ingresen antes de los siete años a la escuela: “la niñez es para jugar, para hacer cosas con otros, para colaborar, no para ser educado de una forma reglada y pesada”.

Hace años se publicó el caso de Justin, quien, por ambición de su obsesiva madre, a los siete años ya estaba en la universidad, a los nueve lo internaron en un psiquiátrico, golpeaba su cabeza intentando suicidarse. La madre argumentaba que lo hizo por el bien de su hijo. El hecho de preocuparse solo de la inteligencia puede generar graves problemas en el ámbito emocional, las escuelas y muchos padres exigen a los niños la perfección, aprenden temas que a su edad no comprenden. En cuanto a conocimientos se distinguen tres tipos de niños: el talentoso, el superdotado y el genio. El talentoso es el que tiene nivel alto en un área determinada, por ejemplo, un deportista que con la disciplina se vuelve un campeón, pero, es ordinario en otras áreas. El superdotado, domina las inteligencias múltiples. El niño genio, es el que escapa a todas las escalas, Einstein, por ejemplo, pero, este genio tuvo dificultades de aprendizaje, de manera que fue autodidacta. Cuidado, también hay delincuentes que utilizan la inteligencia para lograr objetivos destructivos como Hitler, otros se enfocan en el enriquecimiento con los bienes ajenos y cometen fraudes.

Los niños genios, no nacen se hacen, la inteligencia no depende de los genes como se creía antes, el paradigma de la inteligencia hereditaria ha perdido vigencia,los atributos que se cultivan dependen en parte de los genes, aunado al ambiente que los rodea. La inteligencia, la personalidad y las habilidades están determinadas por la disciplina y la motivación; lo de innato y los test como el IQ ya no tienen la importancia como antes, desde que se descubrieron las inteligencias múltiples y la inteligencia emocional. El cerebro se adapta o se perfecciona de acuerdo a lo que se le exige o motiva. Todos los niños tienen diferente tipo de potencial, cuando tienen dificultades de aprendizaje o discapacidad necesitan ayuda y motivación, el cerebro se adapta y perfecciona de acuerdo a las exigencia o motivaciones.

Las consecuencias, por ambición de los padres de tener un hijo genio o famoso, son graves: en la vida adulta presentan neurosis y hasta psicosis. La UNICEF debería tomar cartas en el asunto y no permitir que los niños ingresen a la universidad hasta que cumplan con los procesos de la edad. No me imagino a un médico practicando cirugía o a un ministro de la corte a los 16 años.

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