Somos una revista independiente que sobrevive gracias a tu apoyo. ¿Quieres ser parte de este proyecto? ¡Bríndanos un café al mes!
Cesar Chelala

LOS NIÑOS DESPOJADOS DE SU INFANCIA

La agresión rusa contra Ucrania, que no tiene visos de terminar en un futuro cercano, tiene un efecto devastador sobre la salud y calidad de vida de los niños ucranianos. Su emigración forzada hacia otros países no solo ha aumentado las posibilidades de abuso de los niños que carecen de familia y de protección adecuada, sino que han abrumado los servicios sociales y de salud de los países receptores.

Varios estudios durante muchas décadas muestran que las Experiencias Adversas en la Infancia (EAI) afectan negativamente el desarrollo cognitivo de los niños/as y su salud física y mental. Los niños/as sufren diversas amenazas a su bienestar, desde ser víctimas de abuso sexual y físico hasta ser aislados/as de su entorno familiar. Los niños/as que son separados de sus familias se vuelven propensos a ser abusados y traficados.

La trata de niños/as: el tráfico de niños/as es un fenómeno generalizado. Los niños/as constituyen el 27 por ciento de los 40 millones de víctimas de la trata en todo el mundo. Dos de cada tres víctimas infantiles identificadas son niñas. El Informe Federal de Trata de Personas de 2020 establece que la cantidad de los niños/as víctimas de trata sexual en los Estados Unidos aumentó un 55 % en comparación con 2019.

Los niños/as, sujetos de trata son obligados o persuadidos bajo falsos pretextos para que abandonen sus hogares. Son trasladados/as a lugares desconocidos – frecuentemente en otros países – para ser las niñas ocupadas como trabajadoras sexuales; trabajar en condiciones abusivas; casarse con hombres que son mucho mayores, que también pueden ser abusivos; o cometer delitos. Estos niños/as también son utilizados como mensajeros o traficantes de drogas, y con frecuencia se les “paga” con drogas, de modo que se vuelven adictos y quedan atrapados aún más.

Las razones subyacentes al tráfico incluyen la pobreza; desempleo; bajo estatus de las niñas; falta de educación (incluida la educación sexual) de los niños/as y sus padres; legislación inadecuada; falta o mala aplicación de la ley; y la explotación sexual comercial de niños/as por parte de los medios de comunicación, un fenómeno cada vez más visto en todo el mundo.

Los niños/as explotados/as para el trabajo sexual son propensos a las enfermedades de transmisión sexual y al VIH/SIDA. Además, las niñas pueden tener embarazos múltiples y con frecuencia se ven obligadas a abortar. Debido a las condiciones en las que se encuentran, los niños/as pueden desnutrirse y desarrollar sentimientos de culpa, insuficiencia y depresión. Por lo general, no tienen acceso a la educación y carecen de oportunidades para el desarrollo social y emocional.

En el sur de Asia, las prácticas tradicionales que perpetúan el bajo estatus de las mujeres y las niñas en la sociedad, son el núcleo del problema. Más de 50.000 mujeres y niñas de Asia, América Latina y Europa del Este son traídas anualmente a los Estados Unidos y obligadas a realizar trabajos sexuales o trabajar como sirvientas. El gobierno de los Estados Unidos ha procesado casos que involucran a cientos de víctimas. En otros países que enfrentan este problema, la tasa de enjuiciamiento es baja.

Turismo sexual infantil: el turismo sexual infantil es otra forma de trata. Se concentra en Asia y América Central y del Sur. Según UNICEF, 10.000 niñas ingresan anualmente a Tailandia desde países vecinos y terminan como trabajadoras sexuales. El Instituto de Investigación del Sistema de Salud de Tailandia informa que las trabajadoras sexuales infantiles representan el 40% de las prostitutas en Tailandia. Entre 5.000 y 7.000 niñas nepalíes son transportadas a través de la frontera con la India cada año y terminan como trabajadoras sexuales comerciales en Mumbai, Bombay o Nueva Delhi.

Aunque el mayor número de niños/as obligados/as a convertirse en trabajadores sexuales se encuentra en Asia, los niños/as de países de Europa del Este, como Rusia, Polonia, Rumania, Hungría y la República Checa, son cada vez más vulnerables. El trabajo sexual infantil no muestra signos de disminución. En muchos casos, los traficantes individuales y los grupos organizados secuestran a los niños/as, los llevan a través de las fronteras nacionales y los venden para el trabajo sexual, con los funcionarios fronterizos y la policía como cómplices.

Existen razones sociales y culturales especiales para que los niños/as se vean obligados/as a ingresar al comercio sexual en diferentes regiones del mundo. En muchos casos, los niños/as de países industrializados ingresan al comercio sexual porque huyen de hogares abusivos. En los países de África Oriental y Meridional, los niños que quedaron huérfanos a causa del SIDA suelen carecer de la protección de los cuidadores y se vuelven más vulnerables al abuso y la explotación sexuales.

Impacto de la explotación sexual de los niños/as: además de las implicaciones morales y éticas, el efecto que tiene la explotación sexual en la salud y el desarrollo futuro de los/as niños/as exige una atención urgente. En todo el mundo, muchas personas y organizaciones no gubernamentales están trabajando intensamente para la protección de los derechos de los niños/as.

El trabajo de las organizaciones no gubernamentales internacionales y las agencias de la ONU debe ser un complemento a las acciones de los gobiernos nacionales para resolver este problema. Esas acciones deben incluir la prevención de la explotación sexual a través de la movilización social y la creación de conciencia, la prestación de servicios sociales a los niños/as explotados/as y sus familias y la creación del marco legal y la provisión de recursos para el asesoramiento psicosocial y el enjuiciamiento adecuado de los perpetradores. La eliminación del abuso y la explotación sexual de los niños/as en todo el mundo es una tarea abrumadora, pero que se puede lograr si se implementan programas efectivos.

Hey you,
¿nos brindas un café?