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Los estudios universitarios no garantizan el éxito laboral

El título universitario se ha convertido en señal de estatus como anteriormente los títulos nobiliarios -un privilegio legal concedido desde la antigüedad, que distinguía a los miembros de la nobleza- de manera que las universidades particulares se han convertido en uno de los mejores negocios. Los padres invierten cantidades considerables de dinero en los estudios de sus hijos con el objetivo de verlos exitosos. Los que no tiene recursos, no están excluidos, obtienen becas en su país y hasta en el extranjero.

No es el título en las mejores universidades, ni un alto coeficiente intelectual lo que garantiza el éxito profesional y económico. Muchos negocios exitosos son producto de personas emprendedoras que escasamente tienen los estudios básicos. La inteligencia emocional es la base para el desarrollo de comportamientos eficaces, los cuales influyen de manera positiva en los resultados. Las carencias, el deseo de superación, la seguridad y confianza en si mismo y la capacidad de correr riesgos son actitudes que poseen las personas exitosas, ejemplos abundan: Jack Ma el propietario de Ali Baba, Steve Jobs, Bill Gates, Mark Zuckerberg el genio de Faceebook, Jeff Bezos, Warren Buffett y Carlos Slim.

Los hombres de negocios saben que se pierde y se gana, aprenden de los errores, saben que la perseverancia es un factor básico en cuanto a lograr las metas. En el mes de marzo, nos enteramos del resultado de una investigación en las universidades más prestigiosas de Estados Unidos. Una gran estafa: padres de familia quienes para permitir el ingreso de sus hijos en algunas universidades, sobornaron a unas 50 personas entre ellos a maestros y entrenadores quienes falsificaron exámenes de ingreso. Pagaron unos 25 millones de dólares en sobornos. No imaginamos que la corrupción pudiera llegar a estos niveles.

El escándalo se hizo mayúsculo al descubrirse que la actriz Felicity Huffman, ganadora de un Oscar, actriz de “mujeres desesperadas” se había declarado culpable de participar en la estafa. La actriz admitió haber pagado 15 mil dólares a una organización benéfica falsa para blanquear el soborno, aceptó ante un tribunal sentirse avergonzada y ofreció disculpas a los estudiantes que se esfuerzan para ingresar a la universidad y a los padres que hacen enormes sacrificios para apoyar a sus hijos. Además de Huffman, otra actriz, Lori Loughlin, también está entre los más de 30 padres millonarios acusados de participar en sobornos para el ingreso de sus hijos a universidades prestigiosas como Yale, Georgetown y la Universidad del Sur de California. La investigación debería ser una toma de consciencia para nuestro país en donde impera la corrupción y la impunidad. Es una vergüenza que los pseudo maestros del sindicato tomen las vías de comunicación, se apoderan de las carreteras, ocupen el tren, causando pérdidas millonarias a las empresas, interrumpan en la cámara de Diputados y se la pasen en marchas sin que los sancionen.

Me pregunto si vivir de llamar la atención y burlar la ley es lo que quieren que aprendan las nuevas generaciones. Mientras el presidente no ponga orden en la educación no deje de presumir que está combatiendo la corrupción, no le creo. La decadencia política penetra en la decadencia económica, biológica y psicológica. Estamos rodeados de hombres que no saben gobernar, hombres de negocios ocupados en su provecho personal antes que en el de nuestro país y burocracias que agotan todos los recursos. No solo es la educación teórica lo que cambia un país, resulta indispensable cumplir las reglas que impone la sociedad en su conjunto, además de vigilar y sancionar que se cumplan las leyes.

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