Los mexicanos en general han perdido la confianza en el gobierno, no confían en que los líderes políticos sean capaces de hacer algo útil por los demás, sin llevarse ganancias, y dudan que tengan conocimientos para afrontar los problemas que nos aquejan.
Es importante que no nos desmoralicemos y aceptemos con determinación y visión de futuro, la responsabilidad que tenemos cada uno de nosotros en el servicio a los demás. Ni el paternalismo, ni el populismo nos benefician. El poder es la peor adicción. Cualquiera, en sus funciones, lo hemos visto, pierde el equilibrio, así que más vale estar pendientes para que quienes tienen cargos públicos cumplan su responsabilidad. No lo duden, los ciudadanos se pueden convertir en líderes sociales, haciendo el bien por su comunidad, transformándose en un ejemplo para quienes los rodean. Es fácil ver la paja en el ojo ajeno, sin darse cuenta que de una u otra manera estamos atrapados en las redes de la corrupción. Antes de juzgar a los demás vamos a dar dos vueltas por nuestra casa. Revisemos algunos principios fundamentales, actitudes y comportamientos que hacen de las personas mejores seres humanos, lo que se debe o no se debe hacer en cada una de las situaciones que enfrentamos en nuestro quehacer laboral y en relación con los demás. Los principios éticos fundamentales son: Moralidad; lo que el ser humano debe hacer o evitar para conservar la estabilidad social, las reglas o normas por las que se rigen el comportamiento y la conducta de los individuos en relación a la sociedad, a sí mismos y a su entorno. Principio de Vida; todo aquello que favorece la vida, lo que a cada uno concierne en el cuidado de la salud personal, de los niños y jóvenes, además de las prácticas profesionales del sistema de salud, sin hacer daño y sin distingo de raza, género, religión o discapacidad. Principio de Humanidad; el individuo es la medida de todas las cosas, respetar y hacer valer su dignidad y hasta el bien morir. Principio de Igualdad; todos, sin distingo, hombres y mujeres, sin discriminar por sus preferencias sexuales somos iguales ante la ley. Principio de Comunidad; todos sin distingo tenemos deberes y derechos, de manera que somos responsables de actuar en el bienestar de la comunidad respetando sus usos y costumbres y no solo en beneficio propio. Este principio deben respetarlo los políticos y los empresarios.
Ahora revisemos los principios de la Ecología emocional, no somos responsables de lo que sentimos, las emociones no se eligen, pero, somos responsables de lo que hacemos con lo que sentimos y sí podemos elegir qué hacer con lo que sentimos. Principio de la Autonomía personal; ayúdate a ti mismo y los demás te ayudarán. Principio para prevenir la dependencia y educar en la autonomía; no hagas por los demás aquello que pueden hacer por sí mismos. Principio de la ley del Karma o ley de Newton; lo que haces a los demás se regresa. A toda acción una reacción de la misma magnitud. Principio de la Moralidad natural; no hagas a los demás, aquello que no quieres que te hagan a ti. Principio de Congruencia; no puedes dar a los demás aquello que no eres capaz de darte o aplicar en ti mismo. Principio de la limpieza relacional; elegir con quién nos relacionamos, alejarse de las personas tóxicas, esas que impiden crecer como persona, las que presionan, las que atrapan a que hagas lo que está fuera de la ley y el orden. La persona al descubrir que es amada, por ser como es, sentirá que se merece respeto y amor.