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Lorenzo Bueno: «Cada huella de peatón es una marca nueva»

NUEVA YORK: Cuando Lorenzo abrió la puerta de su casa-taller yo tenía la mirada clavada en un pequeño muñeco de yeso que hace las veces de portero. Ambos nos dimos cuenta de que hace unos  minutos, sin que ninguno supiera quién era el otro, habíamos compartido la misma impresión ante una calcomanía del viejo logo de Microsoft Windows con un chiste. Mientras yo tomaba una foto, Lorenzo comentó: I don´t get it. Al rato volvíamos a estar frente a frente (mate argentino de por medio) para conversar sobre su obra y su visión del arte. Nos rodea la ciudad, que para él no es una pieza única sino el resultado de una trama que también forman los baches, los remiendos y las manchas.

¿Toda la ciudad es una obra?

Me gusta pensar que una ciudad es un proyecto que está creado de esta forma: se arma una composición en la que todos son responsables, pero lo hacen sin pensarlo. Veo que hay una cierta honestidad, un sentido íntegro en esto… muchas cosas que hago parten del ready made composition (como las llamó Duchamp), las altero para mostrar algo, a pesar de haber sido creadas sin intenciones de arte.

Recientemente organizaste unas residencias para artistas en McDonald´s, ¿pueden ser vistos estos lugares como espacios ready made?

La residencia nace con la idea de aquellos espacios donde se reunían los artistas a tomar café, hablar horas y que nadie los echara. Ahora casi todos los restaurantes quieren que apenas comas, te largues. El año pasado, cuando ocurrió la “ocupación” de Wall Street, McDonald´s  no echó a nadie. Quienes protestaban entraron a cargar sus celulares, tomar café, conectarse a internet, usar el baño y tomar agua gratis. Así pensamos en organizarnos y ofrecer unas residencias para artistas con las que cubrimos un consumo diario para éstos, de manera que puedan trabajar en los espacios del local con todas las comodidades y con el respaldo de una factura. Ideal para escritores.

Arte en un local de comida rápida que se opuso de alguna forma a Wall Street ¿se riñe lo artístico frente a estos temas?

La definición de “artista” se infló. Por ejemplo, yo soy artista pero escribo (señala un texto que escribió a partir de la idea de los grafitis en el metro), organizo esta residencia en McDonald´s, intervengo ropa (señala un pantalón rojo guindado en el taller), pinto, (no lo acota, pero también moldea: veo una orejas de yeso sobre una National Geographic). Eso hace treinta años no era posible, porque la gente tenía definiciones más convencionales de lo que era un artista.

¿La imagen romántica?

Hay mucho arte que empieza con la idea romántica del sufrimiento. Lo importante para mí es tratar de empezar con el sentimiento humano y honesto, la angustia. Después transformarlo. Me parece que se pueden hacer obras que empiecen con angustia, obras interesantes que luego no se lean como angustiadas. Tiene que ver un poco con la idea de hacer graffitis, o el skateboarding… una acción que empieza con algo de molestia. Como un fuck this que después se convierte en una cosa más creativa.

Lorenzo Bueno¿Es la ciudad una obra de todos? ¿somos testigos o parte de ella?

Más que nada es como si en todas las calles el cemento no estuviera completamente seco y cada huella del peatón fuera como una marca nueva, que queda en la ciudad. De esa manera es como una formalización del estar, cada persona es responsable de la creación de la estética de la ciudad. Los habitantes de la ciudad pudiesen ser cada uno artistas u obras.

¿En el metro estaríamos debajo de la presencia de una gran obra, suspendidos?

Es como estar dentro de la tele. El otro día estaba mirando una entrevista con Robert Irwin diciendo que de alguna manera somos responsables de lo que percibimos y vivimos.  Una cosa que antes hacía, era viajar en la parte trasera del tren, porque teniendo cuidado te puedes agarrar del último carro riding the back of the train. Es una perspectiva nueva, especialmente cuando el tren sale de un túnel y subes. Sientes el sonido y nadie te ve, ni se da cuenta. Es una mirada bastante omnisciente y omnipotente, claro, hasta que te vea la policía.

¿Qué sería para un artista plástico lo que es el silencio para un músico?

Sería una galería vacía. Entras a una galería y está vacía. Y después, si pensamos en nociones expandidas de escultura, la persona que entra en el espacio, crea la intervención con el espacio y de esa manera es una escultura. De la misma manera que el momento en que alguien tose en medio del 4:33 de John Cage se convierte en música, el momento en que alguien entra a una galería se convierte en escultura.

¿Está la ciudad siempre en construcción o parte de un punto para desaparecer?

Yo creo que toda mi obra nace con el 11 de septiembre. El espacio que ya no existe entre las torres es una cosa que extraño mucho, ese rectángulo celeste que las dos torres enmarcaban y que estaba tan cargado de energía. He trabajado en la formalización de ese “espacio”. Pensar en números, arriba – abajo, la atracción… es similar a la forma en que la ciudad es construida, es la misma lógica.

Lo que se está haciendo hoy día en esa zona es como una cura, una gran venda hecha de vidrio y acero.  Ver un edifico que baja y otro que sube en el mismo sitio…  casi puedes ver ladrillo por ladrillo cómo sacan y ponen otro, como un modelo a gran escala.No sé si me gusta o no me gusta lo que han hecho, pero tiene una fuerte influencia en mí. Ha sido la experiencia más fuerte de mi vida, por violenta y destructiva.

Creciste en un hogar de artistas, ¿cuándo empezaste a saber que te sumarías a ellos?

Nunca supe muy bien. Sabía que había muchas cosas que me gustaba hacer. El arte formó una justificación para hacer todas esas cosas diferentes. Llamarles “arte” les da poder a estas ideas, permite su materialización. Poder hacer sonidos, escribir, trazar estos mapas (señala una obra), lo de la ropa.

¿Qué poder sientes que tienen esas cosas?

El poder lo tiene la persona que lo experimenta. A mí me parecen importantes porque me doy cuenta de cosas sobre mí mismo.  La obra te habla de ti mismo.

 

lorenzo buenoPALABRAS DE IDA Y VUELTA


Corridas de toros:
 Me encantaría ir a una, me gustaría eso de estar en un edificio separado por sol y sombra… y ver la sangre en la arena.

¿Tienes pesadillas?: Más que pesadillas tengo sueños de estrés como llegar tarde a un sitio, perder el tren.

Una escritora argentina: Alejandra Pizarnik, la única que leí (risas).

Una banda de música: Fugazi.

Una canción de un viejo amor: Girl of my dreams  de Cornell Campbell.

¿Te gusta el reggaetón?: Prefiero la bachata.

Britney Spears: Torture. En Guantánamo ponían hit me baby one more time las 24 horas para torturar.

Woody Allen: Criminal.

Ingmar Bergman: Genio, Hour of the Wolf la vi y casi me enfermé después de verla.

Tarkovsky: Tendría que decir entonces que Bergman no es genio al lado de Tarkovsky. Lo que él quiso hacer fue bastante imposible. Quiso describir la vida en imágenes. Mucha gente quiere hacer cosas que se entienden y la vida no se entiende mucho. Se dio cuenta del poder que tiene la imagen para crear algo que no tiene definición. Muchos directores quieren definir algo pero las cosas que él hace son como preguntas.  Vi Solaris como 80 veces.

Dos artistas que te hayan inspirado profundamente: Tarkovsky y Mingus.

Qué no comes: Apio.

Una profesión que no sea la tuya: Me gustaría producir temas de hip-hop.

Michael Jackson: Beautiful.

Una recomendación para quienes empiezan: En el arte tienen que aprender a gustar de estar solos, cosa que dijo Tarkovsky, casualmente.

Un sueño: Nadar, me encanta nadar.

Tres influyentes de hoy día: Dan Graham, Darren Bader, Erwin Wurm.

Una cosa que nunca harías: Ácido, la droga.

Qué ha significado el arte para ti: Puede ser una cárcel en un momento y una playa en otro.

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