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Las bases de la salud mental

Los propósitos de año se repiten a cada inicio de enero y, entre la lista de deseos el primero es bajar de peso. Con ansiedad las personas se incorporan a un gimnasio y buscan desesperadas dietas bajas en calorías. El deseo es ponerse en forma rápidamente, les urge bajar los kilos que subieron en las fiestas de navidad y año nuevo.

Pero este año es diferente, no solo subieron de peso en las fiestas sino que también a causa de la vida sedentaria por los meses de confinamiento. Ha pasado casi un año desde el inicio de la pandemia. Se unieron la falta de ejercicio y la ansiedad que produce la psicosis social.

Y entonces me pregunto ¿qué hacen por la salud mental? Tendríamos que darle prioridad, cada uno desde su estilo de vida: los niños con las clases en línea, los maestros que tuvieron que cambiar la manera de impartir su materia, los que se quedaron sin empleo, los que reciben la mitad de su salario, pero tienen las mismas exigencias y los que perdieron su negocio y no saben qué hacer para recuperarse después de años productivos.

La vida no volverá a ser la misma después de esta tragedia, la incertidumbre y la psicosis continuarán. Tampoco podemos olvidarnos de los sobrevivientes del Covid y del SARS, esa neumonía de las que pocos se han recuperado y debemos compadecernos de los que están en duelo por la pérdida de sus seres queridos. Parece que nadie nos escapamos de sufrir y el estilo de vida tiene un gran impacto en el bienestar y en la salud mental.

Resulta interesante un estudio que llevaron a cabo entre jóvenes. Las preguntas estuvieron dirigidas a la salud mental y su estilo de vida, basándose en tres pilares básicos: sueño, ejercicio y dieta. El resultado de la investigación fue publicado en Frontiers in Psychology. Encuestaron a más de 1.100 jóvenes (entre 18 y 25 años) Las preguntas se dirigieron a la calidad y cantidad del sueño, la actividad física y el consumo de alimentos. El estudio fue minucioso, todo lo que ingieren: las frutas, los alimentos crudos como ensaladas; el tipo de comida: rápida, hecha en casa; la cantidad de refrescos, dulces y cuántos vasos de agua beben. La calidad de sueño resultó ser primordial entre los jóvenes, la mala calidad del sueño demostró ser la causa de los síntomas depresivos y del mal humor. El siguiente pilar de la salud mental, resultó la actividad física. La vida sedentaria en el reclutamiento frente a la pantalla ha sido un factor negativo. La conclusión es que los pilares de la salud mental más importantes son: 1. El Sueño (la calidad y cantidad). 2. La Actividad Física y 3. La Alimentación. La salud mental y el bienestar, son el resultado de la salud física mental, social y espiritual. Puede que tengan buena condición física, pero si padecen ansiedad por falta de trabajo, por estar enfrentando el duelo de una pérdida, no se sentirán felices por más que corran un maratón.

Hay formas de promover la salud del cerebro como por ejemplo tener una buena actitud. Está demostrado que los pensamientos cambian la fisiología, las personas deprimidas tienen una manera de pensar pesimista y carecen de seguridad y confianza en sí mismas. El ejercicio aumenta el flujo sanguíneo al cerebro y estimula el crecimiento de células y produce endorfinas. Los juegos de mesa como el ajedrez y el dominó mantienen la mente alerta; la mente activa reduce el riesgo de Alzheimer. En cuanto a la alimentación: el Omega 3, y los ácidos grasos están asociados con varios beneficios para la salud. El DHA es el principal ácido graso poliinsaturado que está en el cerebro, está relacionado con el buen funcionamiento del cerebro y se encuentra en los mariscos como en los pescados de agua fría y en el aceite de aguacate.

La Colina es una vitamina B soluble en agua, mejora la memoria y protege de la senilidad, se encuentra en la yema de huevo, la leche, la soja y las lentejas. El ácido fólico conocido como vitamina B9 es conocido por el desarrollo fetal, la ingesta en el embarazo puede reducir el riesgo de defectos congénitos. No es exclusivo para embarazadas, es buena fuente para mejorar la función cognitiva, la capacidad de pensar con claridad y la buena memoria. Se encuentra en las espinacas, espárragos, en cereales fortificados y en el aguacate. Como suplemento, la sugerencia es un miligramo todos los días.

En la pandemia se ha demostrado que la salud mental es la mejor inversión, las personas sanas mantienen su sistema de defensas en buenas condiciones y cuando enferman fácilmente se recuperan. Preocúpate por invertir en una buena alimentación practicar ejercicio y por conseguir un sueño reparador sin necesidad de recurrir a narcóticos.

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