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La visión de Frederick Wiseman

El pasado 28 de octubre, Frederick Wiseman, uno de los cineastas más respetados en la escena de documentalistas independientes en los EE.UU, ofreció una plática en el Museum of Moving Image en Astoria, Queens. La velada permitió a Wiseman comentar clips breves de algunos de sus filmes más icónicos y responder preguntas de la audiencia como conclusión a una retrospectiva de su obra centrada en la ciudad de Nueva York.

A sus más de ochenta años, el director de renombrados filmes como Welfare y Central Park reiteró su pasión por la creación de filmes documentales que retraten la complejidad de la conducta humana en disimiles circunstancias. Wiseman ha creado un portafolio casi legendario de más de 40 filmes que ofrecen una mirada franca a instituciones y lugares públicos (hospitales, prisiones, escuelas, cortes, instituciones culturales, etc.), y a aquellas personas que crean sus historias en ellos: trabajadores, habitantes o transeúntes. Dado que al menos nueve de sus películas se ubican en Nueva York, es considerado como quizá el documentalista más reconocido de esta ciudad—a pesar de residir en Massachusetts.

Sus películas se caracterizan por combinar un complejo caleidoscopio de emociones e hilos narrativos con un parco estilo fílmico excluyente de todo artífice o técnica adicional a la edición del filme: sin narraciones, pistas de sonido, efectos visuales o textos explicativos. Derivando por lo general en largometrajes de amplia duración (tres o más horas) como si se tratase de trozos enteros de cotidianidad vueltos arte. Su estética, ritmo y estructura narrativa reflejan una continuidad de casi cincuenta años de perspectiva artística crítica del documentalismo contemporáneo como burda propaganda de lo convencional.

En sus comentarios, Wiseman recalcó que sus filmes reflejan la inherente complejidad humana, sus aspectos tanto aplaudibles como reprochables. Para él, el dialogo con el espectador es sutil y recae en el subtexto de la realidad misma. Sobre el efecto que produce la cámara sobre la escena, el director defendió su propio criterio en el proceso de selección y edición de materiales (bullshit meter como él lo llama). Su obra evoca así un realismo visual equivalente a la narrativa de Henry James o el naturalismo de Emile Zola, que dista de una visión meramente ontológica para mostrar al cine como interacción y registro de cambios suscitados.

La selección del director para este evento incluyó escenas de sus películas: Hospital (1969), Welfare (1975), Model (1980), Central Park (1989) y su más reciente filme, In Jackson Heights (2015), el cual se ubica en ese barrio de Queens. En este último filme, Wiseman—él mismo hijo de inmigrantes rusos de la primera mitad del siglo XX—se adentra en la vida de inmigrantes latinos en el contexto de la compleja dinámica social que marca uno de los distritos neoyorquinos con mayor diversidad étnica. In Jackson Heights se proyectará en Nueva York del 4 al 17 noviembre en el Film Forum de Manhattan.

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